Las mejores frases de Charles Darwin
Leer las mejores frases de Charles Darwin es una actividad que merece la pena por una sencilla razón. Este científico británico revolucionó el mundo de la ciencia hace 150 años, suponiendo su contribución una auténtica revolución respecto a lo que entonces se pensaba de nuestro origen.
Desde que Charles Darwin publicó sus teorías sobre el origen de las especies que pueblan este planeta, la ciencia tal como se conocía cambió para siempre. Tal vez nosotros, en la actualidad, demos ese conocimiento por sentado, pero a comienzos del siglo XIX todo tenía tintes casi divinos todavía.
¿Quién fue Charles Darwin?
Antes de entrar a conocer las mejores frases de Charles Darwin, merece la pena preguntarse quién se encuentra tras el nombre, casi el mito de este hombre enfermo físicamente, pero de una lucidez mental admirable.
Charles Darwin fue un científico, naturalista, biólogo y geólogo inglés. Nacido en 1809, a temprana edad embarcó en el célebre barco HMS Beagle, en 1831, y volvería tras 5 años de viaje estudiando especies en su hábitat natural con una teoría llamada El Origen de las Especies.
En su teoría sobre la selección natural, Darwin afirmaba que solo las especies que mejor se adaptaban al medio podían sobrevivir. Es decir, los seres vivos eran seleccionados por el propio medio, pero a su vez, generación a generación, consolidaban características genéticas en su descendencia.
Sin embargo, la parte de su estudio que chocó especialmente con la ciencia de su momento fue la de la descendencia humana, pues todos procedemos de un antepasado común, seres humanos y seres vivos igualmente. O sea, hasta el Homo Sapiens, algo difícil de aceptar para un mundo en que se nos consideraba como una especie de elegidos sobre el resto de especies.
Frases de Charles Darwin
Frases de Charles Darwin hay muchas. Este brillante científico nos dejó un gran legado, y dentro de ese legado se encuentran los literales. Por no poder asumirlos todos, destacaremos aquellos que más se acerquen a la psicología actual del individuo.
La individualidad
“Yo no soy apto para seguir ciegamente el ejemplo de otros hombres”.
En la mayor parte de los casos, el ser humano sigue a un líder. Sin embargo, Darwin no se consideraba un gregario. De hecho, lo atrevido de sus teorías confirma muy claramente que él no era quien para seguir ciegamente a otros. Tenía sus propias ideas, y era un científico seguido, pero no seguidor.
La amistad
“Las amistades de un hombre son una de las mejores medidas de su valía”.
Curiosamente, no solo Charles Darwin creía en la amistad y en los buenos amigos. Si miramos el refranero español, encontraremos citas como ‘dime con quién andas y te diré quién eres’.
El científico consideraba que la gente que rodea a una persona muestra claramente cómo es en realidad, casi tanto como su comportamiento, pensamiento o filosofía de vida.
El conocimiento
“Es siempre recomendable percibir claramente nuestra ignorancia”.
Este es un concepto en el que Darwin coincide con otras grandes mentes, como el caso de Hawking o Einstein. Tan importante resultaba para el científico que una persona fuese consciente de lo que sabe como de lo que no sabe. Sin duda, parece una forma excelente de querer seguir aprendiendo.
La confusión
“Grande es el poder de la tergiversación constante”.
Es curioso cómo, tras más de 150 años, el constante ruido sigue siendo muy poderoso y peligroso. Hoy día, bajo el nombre de fake news, esta frase de Darwin tiene tanta o más actualidad que la del momento en el que fue enunciada, ya que, el perenne intento de algunos por confundir al resto parece terminar por ser más real que la realidad propia.
La socialización
“El instinto social guía a los animales a disfrutar en la sociedad de sus semejantes”.
El precursor de la teoría de la evolución consideraba el disfrute de la socialización como un mero instinto. Los seres vivos necesitamos de otros seres de nuestra misma especie para encontrar bienestar vital.
El cambio
“No es la más fuerte de las especies la que sobrevive, tampoco es la más inteligente la que sobrevive. Es aquella que se adapta mejor al cambio”.
Finalizamos con una de las frases de Charles Darwin más famosas, pero a su vez polémicas en su día. No es el más fuerte el que permanece, sino el que mejor se adapta. ¿Seremos los humanos una de esas especies?