Lisa Simpson, el castigo de ser inteligente
Los Simpsons es quizá la serie animada más popular de los últimos años. Casi todas las personas han visto al menos un capítulo de esta serie. Pero, ¿qué nos están diciendo Los Simpsons más allá de los chistes? Sigue leyendo porque te propongo una reflexión sobre la manera en que el programa, a través de Lisa Simpson, muestra algunos graves prejuicios sociales.
Los Simpsons es una comedia animada creada por Matt Groening para la cadena Fox Entertainment. Fue estrenada en 1989, y ha estado en la parrilla televisiva desde entonces. Hablamos, sin lugar a dudas, de una de las series más icónicas de la televisión estadounidense.
El show se desarrolla en torno a la familia Simpson, una parodia de la propia familia de Groening. La familia Simpson está compuesta por Homer, Marge, Bart, Lisa y la pequeña Maggie. Ellos viven en el pueblo ficticio de Springfield, que simboliza los pueblos pequeños y recónditos de EEUU.
Los Simpsons es principalmente una parodia de la cultura estadounidense, de su sociedad y sus costumbres. Pero los Simpsons es también la representación satírica de la condición humana. Algunos fanáticos incluso claman que los Simpsons es una nueva manera de presentar filosofía, así como debates éticos y morales.
El personaje de Homer, por ejemplo, representa un hombre blanco de la clase trabajadora. Sin mayores complicaciones, Homer vive su vida en función de la comida y la televisión. Su esposa, Marge, es un ama de casa, encargada del cuidado de los hijos y el hogar. El hijo mayor, Bart, es una pequeña réplica de su padre. Sin aspiraciones académicas o laborales, Bart es un personaje poco complejo. Luego esta Lisa, de 9 años de edad, una niña precoz y sumamente inteligente. Por último, tenemos a Maggie, un bebé.
Después de la época dorada
Durante el 2018, Los Simpsons culminó su vigésimo novena temporada. A pesar de llevar tanto tiempo en la parrilla televisiva, Los Simpsons no es lo que alguna vez fue. Muchos de los fanáticos más empedernidos al programa explican que Los Simpsons tuvo una “época dorada”. Esta consistió en las primeras 13 temporadas, más o menos. Durante este periodo dorado, el humor es más absurdo y el tono del programa es mucho más ligero.
Para este grupo de seguidores, después de la época dorada, Los Simpsons se convierte en un show que prepondera la historia lineal y el desarrollo de los personajes. Esto significa que podemos entender un poco más la psicología de cada uno de los personajes: ese humor ligero y “sin sentido” es sacrificado en favor de la trama.
Lisa Simpson, la oveja negra de la familia
Curiosamente, después de la décimo-segunda temporada, el personaje de Lisa Simpson cambia. Este cambio es sutil, pero sólo va incrementándose con el tiempo. Lisa Simpson se vuelve el personaje más castigado por los creadores del programa. Y estos castigos son muchas veces completamente injustos e innecesarios para Lisa como personaje.
Los demás personajes de la familia central, en general, son recompensados después de pequeños castigos. Estas recompensas van desde crecimiento personal, amor y cariño o aprobación por parte de la comunidad. Sin embargo, constantemente vemos como el dolor y el sufrimiento de Lisa jamás es recompensado.
Lisa Simpson se mantiene como un personaje forzadamente solitario. Con muestras de comportamiento depresivo, pocas veces Lisa encuentra consuelo. Debido a su inteligencia, a su interés por aprender, Lisa es ridiculizada como una “sabelotodo”.
Vivir en una sociedad que castiga la inteligencia
Lisa Simpson es un personaje claramente distinto a los demás miembros de su familia. Posee avanzados conocimientos en música y literatura, así como ciencias. Es astuta y desea aprender más sobre el mundo. No se conforma con la simple vida de pueblo.
La inteligencia de Lisa, que la hace distinta, parece ser la razón por la que jamás puede encontrar la felicidad. En los episodios posteriores a la época dorada, en Los Simpsons se enfatiza la idea de que Lisa jamás podrá tener amigos de verdad. Hay pocos episodios en los que Lisa encuentra personas con las que pueda congeniar. Desafortunadamente, estos amigos siempre se desaparecen de una manera u otra.
Los Simpsons, una sátira de la vida cotidiana, parece identificar y amartillar una idea: las personas excepcionales no pueden ser felices. Es como si la inteligencia estuviese reñida con las satisfacciones cotidianas. En este caso, lo que se muestra en Los Simpsons sólo es una representación de un prejuicio social.
No existe ninguna razón real por la que una persona estudiada e inteligente no pueda ser feliz. Existe una suerte de mito que indica que la ignorancia es una bendición. No entender o no saber, no es algo necesariamente malo. Sin embargo, tampoco es malo saber y entender. Poder comprender el mundo es una virtud que debe resguardarse. De allí es de donde surgen las ciencias, las artes y toda aquella genialidad que perdura en el tiempo.
La importancia de resistir
La sociedad occidental muchas veces ridiculiza a aquellas personas que se dedican a cultivar sus mentes. A pesar de esto, es importante recordar que la felicidad es una decisión. Resistir los ataques directos e indirectos hacia las personas estudiadas puede ser difícil. Sin embargo, siempre habrá otras personas con los mismos gustos e intereses. Si te sientes identificado con Lisa, solo es necesario seguir buscando hasta encontrar un grupo de amigos con los cuales compartir tus conocimientos.