Lo que debes preguntarte a ti mismo antes de decir SÍ
Puede ser una cuestión cultural, o tal vez un problema de autoconfianza. El caso es que muchas veces nos lanzamos a decir sí a las cosas sin preguntarnos si realmente esa es la respuesta que queremos dar.
¿Tenemos miedo a quedar mal? ¿Nos avergonzamos de tener tiempo para todo o de no saber hacer algo? ¿Decimos que sí a todo porque es lo que nos han enseñado que hay que hacer para quedar bien? ¿O es que, simplemente, tememos represalias?
Lo curioso es que esto mismo nos hacemos a nosotros mismos, nos decimos que sí a todo sin pensar si realmente es la mejor opción.
Entonces, ¿Les decimos que sí a los demás como medio de justificar todas esas cosas que nos concedemos a nosotros mismos sin reflexionar primero o, al menos, los suficiente?
Sea una concesión que le haces a los demás o una concesión que te hagas a ti mismo, sería interesante que reflexionaras antes de decir que sí a las siguientes preguntas.
5 preguntas que debes contestarte antes de decir que sí a algo
#1 – ¿Qué valor me agrega esto?
Cuando se trata de decir que sí a algo, es importante pensar en el valor añadido que conseguirás. Porque si eso no te agrega valor, te lo está quitando de otro lado que tal vez te interese más.
En cualquier caso, pon en la balanza lo que ganas frente a lo que pierdes. Si decir que sí pesa más, adelante. Si no, ya sabes cual es la respuesta.
#2 – ¿Dónde puede obtener más?
Por si la pregunta anterior no te dejó claro cuál de las opciones era la que más te interesa, analiza con detalle qué te interesa más, lo que ganas al decir que sí o lo que pierdes al decir que no.
No se trata de ser egoísta, sino de ser práctico. Ni siquiera es cuestión de qué te importa más, en términos generales (el otro o yo), sino del valor conseguido con una acción concreta.
#3 – ¿De qué tipo de personas quiero rodearme?
Hay personas que constantemente te requerirán o gente de la que podrás rodearte si eres complaciente o tomar determinadas decisiones. Es complejo dicho así, de modo tan genérico. Pero en una situación concreta, esta pregunta puede ayudarte mucho a determinar lo que te interesa realmente.
#4 – ¿Me hará sentir bien?
Es el momento de alinear pasión, propósito y corazón. Esta es una pregunta determinante. Si esa respuesta a la que te enfrentas te condiciona a hacer algo que no te va a hacer sentir bien, cuyo resultado no es satisfactorio para ti o simplemente va contra lo que crees, ¿por qué hacerlo?
Sin embargo, si a pesar de encontrar en las preguntas anteriores respuestas negativas, en este punto encuentras que eso sí te hará sentir bien porque está en sintonía contigo, tal vez deberías replantearte las preguntas, ¿no crees?
#5 – ¿Soy capaz de cumplir y comprometerme?
Si has llegado a la conclusión de que, efectivamente, quieres decir que sí, piensa primero en esto. ¿Realmente puedes cumplirlo?
Conclusiones
Muchas veces deseamos querer hacer algo o agradar a alguien y queremos de corazón hacerlo. Pero, no siempre se puede, o se debe.
Hay muchas cosas en juego, y siempre habrá que renunciar a algo, porque no tienes tiempo o dinero para todo y, de alguna manera, tendrás que emplear esos recursos y quitarlos de un lado para ponerlos en otro.
Piénsalo: No es cuestión de engañar al otro, sino de ser sincero contigo mismo.