Los nuevos símbolos de éxito social
El éxito social es una expresión algo difusa que hace referencia a la aceptación, valoración y aprobación colectivos. Está relacionado con lo que socialmente se considera un modelo de “querer ser” y “deber ser”, y que en muchas oportunidades está vinculado al “tener”. De este modo, habría éxito social en la medida en que te ajustes a ese modelo.
Cada sociedad construye sus propios modelos de éxito. Sin embargo, los tiempos de la globalización también han ido construyendo un modelo más o menos uniforme en el marco de esa globalidad. Hace algunas décadas, el éxito social se identificaba con símbolos como tener un magnífico coche, una casa muy lujosa y ropa muy exclusiva, entre otros. En los nuevos tiempos, esto ha cambiado.
Durante las últimas décadas han venido cobrando valor algunos símbolos de éxito que tienen un carácter más intangible. Los portadores de los mismos son, principalmente, las clases medias. Estas, a su vez, hacen eco de los símbolos de éxito de los más poderosos. Se convierten así en un modelo aspiracional que gravita sobre la sociedad.
“Desear ser otra persona es desperdiciar ser la persona que eres”.
-Robert H. Schuller-
Títulos universitarios, uno de los símbolos de éxito social
La educación , en general, ha ido convirtiéndose tanto en un símbolo de éxito social, como en una medida de progreso. Actualmente se incorpora una dimensión educativa muy fuerte, incluso desde que los niños son muy pequeños. Se les inscribe en todos los cursos imaginables, pues se espera que desarrollen múltiples habilidades que les permitan destacarse.
A su vez, la educación superior se transformó, en muchos casos, en un auténtico dispensario de títulos. Las metas de muchas personas están cifradas en obtener los mismos. Ya no basta el grado superior, sino que también deben acumularse títulos de especialización, maestría, doctorado y posdoctorado, si “quieres ser alguien”.
Cada vez se afianza más el mercado del conocimiento. En muchos casos, más que el saber efectivamente adquirido y aplicado, lo que importa es tener el título que lo acredite. Lo que haces con ello es incrementar tu valor en el mercado del trabajo y, obviamente, aumentar tu éxito social.
Tratamientos de belleza
La belleza, entendida como un estereotipo , es otro de esos conceptos que ha cobrado un valor inusitado. También alrededor de esta se ha construido todo un mercado. Así como el conocimiento, la belleza también se ha transformado en un bien que se compra y se vende.
La forma unívoca de ver la belleza crea sus propios parámetros. No se puede ser viejo, obeso o llevar el cabello de determinada manera, por ejemplo, si se quiere ser bello. Ajustarte a esos parámetros te hace más exitoso a los ojos de muchos. En este caso, aumenta el valor en el mercado del deseo y de la aceptación. Está comprobado que la sociedad tiende a ser más receptiva y abierta con quienes encarnan esas pautas de belleza.
Viajar frecuentemente
Los viajes también se han convertido en símbolo de éxito social. Más que vivir la experiencia en sí misma, lo que buscan muchos viajeros modernos es tener algo de lo cual alardear. Si no se pone en práctica alguna suerte de ostentación por el viaje, es como si jamás se hubiese hecho.
El viaje, sobre todo si es a destinos exóticos o poco accesibles, es señal de que tienes suficiente capacidad económica y de que estás acopiando “experiencias increíbles”. Hay todo un discurso que así lo sustenta. Otorga mayor prestancia a quienes viajan, sin importar la calidad de su experiencia.
Pareciera como si viajar te hiciera automáticamente mejor, cuando esto no es así. Ir a una excursión en el polo norte no vuelve mejor por sí solo a nadie, a la luz del sentido común. En el marco del mercado social del éxito, sí te lleva a ganar puntos.
Acceso a productos o espacios exclusivos
El acceso a productos o espacios exclusivos es algo que está implícito en todos los elementos anteriores. La palabra “exclusivo” nos habla de lo que le es negado a otros y, por lo mismo, reservado solo para unos cuantos. Buena parte del éxito social se mide por los lugares, productos o experiencias a los que tienes acceso y que le son proscritos a mucha gente.
Ir en “primera clase” o disponer de un título expedido por determinada universidad, o contar con la amistad de alguna figura célebre son elementos valorados por muchos.
En últimas, el éxito social está muy relacionado con la imagen y la apariencia. Finalmente, se trata de una serie de trivialidades que, sin embargo, te dan la ilusión de ser más valioso y aceptado.
Las redes sociales han modificado y a la vez intensificado el concepto de éxito social. Allí, más que en cualquier otro espacio, se exaltan y se premian esos modelos que finalmente están basados en criterios banales, nos hacen más frágiles y buscan, ante todo, que actuemos como el mercado lo requiere.
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- Vargas, G. (2012).
- Todo sobre la imagen del éxito
- . Aguilar.