Los principales neurotransmisores: ¿qué ocurre cuando nos faltan?
Antes de hablar sobre los principales neurotransmisores, veamos qué es un neurotransmisor. Se trata de una biomolécula que transmite información de una neurona a otra consecutiva, unidas mediante una sinapsis.
En otras palabras, los neurotransmisores son sustancias químicas que se encargan de trasmitir información a través de distintas zonas del sistema nervioso, para el correcto funcionamiento del organismo.
En este caso, el neurotransmisor se libera por las vesículas sinápticas en la extremidad de la neurona presináptica; después, atraviesa el espacio sináptico y actúa cambiando el potencial de acción en la neurona siguiente (postsináptica), fijándose en puntos precisos de su membrana plasmática.
Los neurotransmisores guían nuestra vida
La importancia de los neurotransmisores radica en su capacidad de hacer funcionar los diversos órganos del cuerpo, sin nuestro control consciente. De manera que contribuye a las funciones vitales del organismo como, la regulación de la tensión arterial, la frecuencia cardíaca, el movimiento de los intestinos, la llegada de sangre a los diferentes órganos, la respiración, el sueño, la vigilia, las emociones, inmunidad, entre otras.
Por tanto, la deficiencia o exceso de algún neurotransmisor puede producir desórdenes severos en el organismo, que terminan afectando la salud física, las funciones mentales, el comportamiento y el humor.
Hasta ahora se ha descubierto que alrededor de cincuenta sustancias químicas pueden actuar como neurotransmisores. De hecho, son muchos los biopsicólogos que creen que, con el tiempo, se descubrirán varias decenas más.
Además, hay indicios que sugieren que por lo menos un neurotransmisor se puede producir en forma de óxido nítrico; un gas que, a diferencia de los demás, se encuentra en estado líquido.
Los neurotransmisores guían nuestra vida porque producen la excitación o la inhibición de las neuronas en distintos grados y con distintas concentraciones. De manera que el mismo neurotransmisor puede activar una neurona cuando se le secreta en cierta parte del cerebro o inhibir su actividad cuando se produce en otra parte.
Tipos
Los neurotransmisores se clasifican de la siguiente manera:
- Aminas: son aquellos que derivan de distintos aminoácidos como, por ejemplo, el triptófano. En clase se encuentran: la norepinefrina, la epinefrina, la dopamina o la serotonina.
- Aminoácidos: son propiamente aminoácidos, y entre ellos se incluyen el glutamato, el GABA, el aspartato o la glicina.
- Purinas: actúan como mensajeros químicos, como lo es la adenosina.
- Gases, como el oxido nítrico.
- Péptidos: en las cuales se incluyen las endorfinas, las dinorfinas y las taquininas.
- Esteres, como la aceltilcolina.
¿Cuáles son los principales neurotransmisores?
Podríamos afirmar, sin riesgo a equivocarnos, que los principales neurotransmisores son los siguientes: acetilcolina (ACH), dopamina (DA), enquefalinas y endorfinas, ácido butírico amino-gama (GABA), norepinefrina (NE) y serotonina (5-HT). Estas moléculas son imprescindibles para las funciones del organismo.
Veamos en qué consiste cada uno.
Acetilcolina (ACH)
Uno de los principales neurotransmisores es la acetilcolina (ACH), pues es la encargada de estimular la contracción muscular. Además, puede encontrarse en las neuronas sensitivas y en el sistema nerviosos autónomo, donde cumplen su rol de regular del sueño. De esta forma, es segregado en altas cantidades durante la vigila y la fase de sueño REM, y en bajas cantidades durante el sueño profundo.
Dicho esto, el rol fundamental de la acetilcolina es el funcionamiento normal de la musculatura. Por tanto, sustancias tóxicas como el veneno de la araña viuda negra, producen una secreción continua de ACH, lo que provoca que la víctima muera entre espasmos musculares.
La ACH también se relaciona con la droga denominada curare; que se empleaba en las puntas de los dardos envenenados que lanzan los indios de algunas regiones de Sudamérica. El curare evita que la ACH llegue a las células receptoras, con lo que se paralizan los músculos esqueléticos y produce la muerte por sofocación.
Ácido butírico amino-gama (GABA)
El GABA es otro neurotransmisor importante y se localiza tanto en el cerebro como en la médula espinal. Parece ser el principal neurotransmisor inhibitorio del sistema nervioso.
Sus funciones están íntimamente relacionadas con el humor y las emociones. De manera que mantiene las diversas respuestas emocionales bajo control. Por ejemplo, los altos niveles de GABA, propician la relajación, el sueño, la sedación y una buena memorización.
En cambio, cuando los niveles de este neurotransmisor son bajos hay dificultad para conciliar el sueño, aparece la ansiedad ansiedad, las manías y los ataques de pánico.
El veneno mortal llamado estricnina provoca convulsiones mediante la perturbación de la transmisión del GABA en la sinapsis. Por otro lado, tranquilizantes como el Valium son eficaces puesto que permiten que el GABA trabaje con mayor eficiencia. Lo mismo ocurre con el alcohol.
Dopamina (DA)
La dopamina tiene un efecto inhibitorio en algunas neuronas y un efecto excitatorio en otras, como las del corazón.
Este neurotransmisor está involucrado en la coordinación de movimientos, inhibiendo aquellos que no son necesarios. Por tanto, el mal de Parkinson ha sido asociado a una insuficiencia de dopamina en el cerebro.
Por su parte, el incremento de actividad de las neuronas dopaminérgicas contribuye a la aparición de algunos desordenes psicóticos como la esquizofrenia.
Además, el abuso de alcohol y drogas puede incrementar temporalmente los niveles de dopamina en el organismo, lo que produce un estado de confusión y dificultad para la concentración. Sin embargo, los niveles normales de este neurotransmisor contribuyen positivamente a la motivación.
Endorfinas
Las endorfinas son sustancias químicas producidas por el cuerpo que interactúan con una neurona específica, a la que se denomina receptor opiáceo. Los receptores opiáceos actúan para reducir la sensación de dolor. De hecho, muchas drogas, como la morfina, se emplean para activar dichos receptores.
Las personas que padecen de enfermedades que producen fuertes dolores, a largo plazo suelen generar grandes concentraciones de endorfinas en su cerebro. Este fenómeno sería la prueba de que el cuerpo hace un esfuerzo para controlar la sensación de dolor.
Serotonina (5-HT)
La serotonina, comúnmente conocida como la hormona de la felicidad, es una sustancia química producida por el cuerpo humano que funciona como neurotransmisor; por lo que es capaz de transmitir señales entre los nervios.
Algunos investigadores la consideran la responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo. De hecho, el déficit de serotonina podría conducir, en algunas ocasiones, a la depresión y a las tendencias suicidas.
Por su parte, participa en la regulación de la temperatura corporal, la percepción del dolor y los ciclos del sueño. Y su insuficiencia también podría derivar en un funcionamiento deficiente del sistema inmunológico, descontrol de impulsos y el padecimiento de trastorno obsesivo compulsivo.
Norepinefrina (NE)
También conocida como noradrenalina (NAd) es un neurotransmisor excitatorio que eleva los niveles de alerta y vigilia. Su baja concentración se ha relacionado con desordenes en el estado de animo, como ansiedad y depresión. Mientras que los altas concentraciones suelen conducir a alteraciones del ciclo del sueño.
Asimismo, la norepinefrina es liberada de las neuronas simpáticas afectando el corazón. Un incremento en los niveles de norepinefrina del sistema nervioso simpático incrementa el ritmo de las contracciones.
Junto con la epinefrina, la norepinefrina también es característica de la reacción de lucha o huida, estimulando el trabajo del sistema cardiovascular. Así, desencadena la liberación de glucosa de las reservas de energía, e incrementa el flujo sanguíneo hacia los músculos.
Histamina
La histamina es un tipo de neurotransmisor especial en tanto que, además de ser producida por las neuronas del sistema nervioso central y actuar permitiendo la sinapsis; también es liberada por los glóbulos blancos, ejerciendo un importante rol como hormona en las respuestas inflamatorias.
En su papel como hormona, la histamina es liberada por distintos tipos de células inmunes al torrente sanguíneo para desplazarse al lugar donde hay una sustancia extraña y empezar una respuesta inflamatoria, cuya función es superar cuanto antes la situación que está provocando daño.
En este sentido, la histamina actúa en los ojos, la piel, la nariz, la garganta, los pulmones, el tracto gastrointestinal, entre otros, causando los síntomas inflamatorios típicos. Es decir, congestión nasal, estornudos, tos, aparición de edemas, irritación en ojos y piel, y más.
Por su parte, como neurotransmisor, la histamina juega un papel importante a la hora de regular la comunicación (sinapsis) entre neuronas. Lo que hace que esta molécula sea imprescindible para regular los ciclos de sueño, consolidar la memoria, modificar los niveles de estrés, coordinar las funciones sexuales y controlar la síntesis de otros neurotransmisores, ya sea inhibiendo o incrementando su producción.
Mantener la cantidad correcta de histamina en el organismo es muy importante: un déficit de histamina puede ser mortal, y en exceso provoca síntomas de histaminosis perjudiciales para el paciente
Glutamato
El glutamato, además de sustrato en la síntesis de proteínas, es el neurotransmisor excitador más abundante en el cerebro. Está implicado y regula sistemas motores, sensitivos y cognitivos, por lo que está presente en el 80-90 % de sinapsis del cerebro.
Además, interviene en la formación de memorias y en su recuperación, y es considerado como el principal mediador de la información sensorial, motora, cognitiva, y emocional.
La falta del transportador de glutamato en el cerebro puede provocar sordera profunda y convulsiones. Asimismo, se ha estipulado que la disfunción glutamatérgica desempeña un papel trascendental en la patogénesis de Enfermedad de Alzheimer.
Taquicinina
La taquicinina es una molécula (de tipo aminoácido) que funciona como neurotransmisor. Se trata de un sustancia química muy importante en la experimentación de las sensaciones de dolor y en el mantenimiento de las funciones vitales involuntarias, como los latidos del corazón, la respiración o los movimientos intestinales.
En este sentido, la taquicinina es imprescindible para, por un lado, permitir la comunicación entre neuronas cuando hay que alertar al cerebro de que algo nos duele y, por otro, asegurar los latidos del corazón, la respiración, la digestión y todas aquellas funciones cuyo movimiento no controlamos pero que son vitales para garantizar nuestra supervivencia.
Sin taquicinina sufriríamos constantemente lesiones, no sabríamos cómo reacciona nuestro cuerpo ante el medio y, en definitiva, no podríamos sobrevivir. La percepción del dolor es vital para responder y huir de la forma más rápida posible de algo que nos está haciendo daño.
Encefalinas
La encefalina es una hormona peptídica formada por la unión de varios aminoácidos que actúa como neurotransmisor. Forma parte de un subtipo de neurotransmisores conocidos como “sustancias opiáceas”, debido a que produce efectos similares a los del opio.
Entre las principales funciones de esta neurotransmisor se encuentran: aliviar el dolor (efecto analgésico), relajar los movimientos gastrointestinales, controlar la sensación de hambre y aumentar el deseo sexual. Por lo que su déficit puede provocar problemas en estos procesos.
Como hemos visto, estos son los principales neurotransmisores. Existen muchos más, pero estos son los más importantes. Cada uno realiza funciones importantísimas de cara a nuestra supervivencia y a nuestro funcionamiento.
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- Cantalapiedra Luque, Alis , Cantalapiedra Luque, Annie , Charroo Portilla, Odalys , Torres Quiala, Marlene , Fuentes Prats, Rosa Amelia , García Pérez, Aracelis , Fernandez Ortega, Maritza , NEUROTRANSMISORES.. Revista Información Científica [Internet]. 2006;52(4): . Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=551757333014