Mi hijo tiene disgrafía, ¿cómo puedo ayudarlo?

La disgrafía es una condición frustrante que frena el correcto desarrollo académico de los niños y puede estar asociada con otras dificultades. Descubre en esta lectura estrategias para poder enfrentarla.
Mi hijo tiene disgrafía, ¿cómo puedo ayudarlo?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 31 julio, 2023

La disgrafía es un trastorno del aprendizaje que se manifiesta a través de dificultades en la escritura manual. Es decir, se ve afectada la capacidad de formar letras y números a mano, lo que, de presentarse en la infancia, tiene un impacto negativo en el desempeño escolar.

No obstante, si tu hijo sufre de disgrafía, te tenemos una buena nueva: hay varios caminos que tomar para ayudarle. Por tanto, no te despegues de esta lectura, pues te ofreceremos diferentes ejercicios que puedes llevar a cabo para enfrentar esta situación.

Impacto de la disgrafía en la vida del niño

Para comenzar, es necesario indicar que, al tratarse de un trastorno de origen neuronal, la disgrafía suele ir acompañada de otras dificultades, como la discalculia o la dislexia (Grace et al., 2017). En consecuencia, el pequeño tendrá que enfrentarse a un proceso agotador a la hora de expresarse, pues cada letra y número supondrá un esfuerzo tremendo.

Dependiendo del componente de la escritura que se vea afectado, los síntomas pueden variar. Entre ellos se encuentran:

  • calambres en las manos;
  • unión de palabras sin sentido;
  • sustitución de unas letras por otras;
  • dificultad para escribir en línea recta;
  • caligrafía inconsistente, difícil de interpretar;
  • errores ortográficos, de puntuación y gramaticales;
  • dificultades motrices relacionadas con la escritura (como coger bien el lápiz);
  • dificultades en otras tareas, como escribir en el teclado o armar rompecabezas.

Como podrás imaginar, esta problemática afecta seriamente no solo al desempeño académico del infante y su proceso de alfabetización, sino también a su vida emocional. Son frecuentes los sentimientos de cansancio, frustración y tristeza. Entonces, ¿qué hacer para ayudar a tu hijo a mejorar en su disgrafía? Vamos a verlo.



¿Cómo puedo ayudar a mi hijo con disgrafía?

Un infante con disgrafía requiere de apoyo extra para superar o sobrellevar esta dificultad en la escritura. Si bien mucha ayuda proviene de profesionales especializados y del profesorado, en casa también se pueden llevar a cabo actividades bastante útiles. A continuación tienes algunas de ellas.

1. Ejercicios para desarrollar la motricidad fina

La parte motora de la escritura es una de las más frustrantes para los niños. Para abordarla, es bueno realizar pequeñas tareas de coordinación y motricidad fina, como recortar papel, jugar con plastilina, ejercicios de pinza con la mano o usar herramientas para recoger objetos (como una cuchara).

Todos estos ejercicios se pueden presentar de una manera lúdica al niño para, además, crear sensaciones e ideas capacitantes.

2. Usa herramientas de apoyo

Existen lápices y bolígrafos más ergonómicos, que permiten un mejor agarre y evitan los calambres y el agarrotamiento en las manos. Las hojas de papel con pautas de cuadrícula y líneas también son útiles para controlar el tamaño y alineación de las letras, así como la inclinación de la línea.

Otra idea es hacerle escribir en diferentes texturas (como una pared o papel de lija), así desarrollará la percepción táctil a través de las reacciones sensoriales.

3. Ejercicios de caligrafía

Desde los típicos cuadernillos hasta los dictados en casa; cualquier ejercicio destinado a mejorar el trazo será beneficioso para el pequeño. No obstante, al tratarse de una práctica directa, debe hacerse en períodos cortos de tiempo para evitar la frustración en el pequeño.

4. Grupos de apoyo para ayudar a tu hijo con disgrafía

Buscar grupos de personas afectadas por la disgrafía, en especial en niños, es una gran manera de ayudar a tu hijo. El efecto es doble: al tiempo que se pone al niño en un entorno seguro y donde no se siente solo, los tutores también comparten experiencias y adquieren recursos de sus iguales.

Además de acelerar la mejora del desempeño del niño, los grupos de apoyo tienen un efecto psicológico positivo. Los sentimientos de soledad se reducen y se abordan mejor las dificultades de la disgrafía, lo que permite alcanzar soluciones más positivas y efectivas.

5. Cuenta con la ayuda de un profesional

Como se mencionó en párrafos anteriores, muchos niños tienen problemas más allá de la disgrafía: dislexia, TDAH, daño cerebral, entre otros. Lo más probable es que se necesite una intervención psicopedagógica que integre varias áreas.

Un ejemplo de las técnicas empleadas en consulta es la terapia de integración sensorial. En ella se realizan ejercicios para mejorar la coordinación motora fina a partir de la percepción táctil. Por otro lado, un estudio publicado en The American journal of occupational therapy plantea que la terapia ocupacional también ha demostrado ser beneficiosa para el incremento de la legibilidad.

6. Técnicas de relajación

Cuando la tensión, el estrés y la frustración se acumulan, es natural que la escritura de tu hijo pueda empeorar. Por ello, inculcarle una buena inteligencia emocional y ayudarle a gestionar ese malestar es crucial para que su avance sea real y positivo.

Para abordar este tema, resulta beneficioso emplear técnicas como la relajación muscular progresiva o la respiración profunda. Sería recomendable consultar con un psicopedagogo sobre cómo aplicarlas en niños.

7. Usa tecnología de asistencia

En el mundo actual, donde la digitalización está presente en todos los ámbitos, existen herramientas que pueden cubrir diversas necesidades. Si buscas con detenimiento, podrás encontrar aplicaciones y programas tecnológicos enfocados en ejercicios de escritura, que ofrecen feedback en tiempo real, prácticas guiadas, entre otras opciones disponibles.

Un estudio publicado en ScienceOpen analizó la efectividad de este tipo de herramientas, lo que permitió apuntar que son efectivas para mejorar la legibilidad, la formación correcta de letras y la automatización de la escritura. Por ende, no dudes en emplearlas.



Últimos apuntes sobre cómo ayudar a tu hijo con disgrafía

Para terminar, cabe destacar que cada niño es un mundo, en especial cuando se trata de dificultades en el desarrollo. Por eso, recalcamos la importancia de la intervención profesional, pues no todos los infantes responden igual a las herramientas que se les proporcionan.

Siempre será más útil para ti, como persona responsable del menor, contar con ayuda profesional que cargar con todo el peso del problema en solitario. Así las letras, asesórate de una manera adecuada para poder ayudar a tu hijo con disgrafía a solventar los inconvenientes que puedan presentarse. Juntos podrán superarlos.


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