Mi mente y yo: viaje a la oscuridad psicológica de Selena Gómez
Todos podemos adivinar que en Hollywood, como en el mundo de la música, no es oro todo lo que reluce. Sabemos que no todas las estrellas son felices y que detrás del maquillaje, las lentejuelas y en la intimidad de los camerinos, hay muchas lágrimas y batallas solitarias. Porque el éxito que llega rápido y trae consigo millones de fans y grandes contratos, apenas deja espacio para el equilibrio mental.
Mi mente y yo es un documental de Apple TV sobre Selena Gómez. No es un retrato jovial de una artista que parece haberlo logrado todo en el mundo del espectáculo. Todo lo contrario. Es un viaje íntimo en el que la vemos desmoronarse por completo para intentar recomponer después esas áreas oscuras que el propio estrellato fue ocasionando en ella desde su infancia con Disney
Porque vivir bajo el escrutinio público, las entrevistas, el asedio de los paparazzis no es fácil y más, cuando se lidia con los demonios de la ansiedad, los miedos, la autoexigencia y los problemas de salud. Selena Gómez nos trae un testimonio sincero y necesitado sobre sus problemas psicológicos, como ya lo hicieron en su día Demi Lovato, Lady Gaga o Billie Eilish.
“Hay una chica destrozada por la ansiedad, que no puede moverse cuando se mira al espejo. Sonríe cuando todos la miran, pero llora cuando está sola. Se esconde porque le aterra mostrarse tal como es. Mi mundo es tan vacío, tan grande y frío”.
-Selena Gómez-
Miedos, lupus y trastorno bipolar
El documental de Selena Gómez está dirigido por el veterano director Alek Keshishian, quién ya realizó en 1991 otra producción similar con Madonna titulada Madonna: Truth or Dare. Gracias a él, se cambió el modo en que los cineastas mostraban el mundo de las celebridades. Porque si de verdad quieres conocer a alguien, debes revelar sus partes oscuras, esas que quedan fuera de los focos.
En Mi mente y yo, logra desnudar a la artista, a la marca “Selena Gómez”, para mostrarnos a la auténtica joven que habita en su interior. Y descubrimos a alguien que, en medio de peluqueros, maquilladores y asistentes, no deja de mostrar un apático cansancio e incómoda desidia. Alguien, que a pesar de tenerlo todo, admite que hay días en los que lucha por seguir viva.
El documental inicia 6 años atrás, justo cuando se prepara para su gira Revival, la cual, después de 54 actuaciones, cancelaría para ingresar en un hospital psiquiátrico. Tras ese paréntesis, comenzó un viaje que se alzaría como su exorcismo particular, momento en el que se borran de su vida muchas realidades para aparecer en su día a día un nuevo término: “salud mental”.
“Mis pensamientos se suelen apoderar de mi mente. Me duele pensar en mi pasado, quiero volver a respirar. ¿Me amo a mí misma? ¿Cómo aprendo a respirar mi propio aliento?”.
-Selena Gómez-
Los años del descenso al abismo
El director de la película, Alek Keshishian, capta con decisión esos momentos “sombra” que más nos permiten conocer a la joven artista. En los ensayos de la gira del 2016 la vemos llorando con su equipo y sus managers. “No tengo idea de qué diablos estoy haciendo… -insiste entre lágrimas-. Me chupa la vida y no quiero actuar”.
Selena Gómez es producto de una sociedad que enfatiza la perfección y ella es víctima directa de ese marketing aniquilante. Ansía romper para siempre ese cordón umbilical a ese pasado con Disney, como lo hizo en su día Miley Cyrus. Desea mostrar su sensualidad de adulta, pero sin caer en la vulgaridad, ansía ser esa artista que el público desea y por la que el director de su discográfica ha apostado. Sin embargo, duda de sí misma, se siente falible e incapaz de ser lo que (supuestamente) todos quieren.
La exigencia excesiva drena a Selena Gómez por completo ante un equipo que no sabe muy bien qué responderle, pero que es testigo de su propia autodestrucción. Esa caída al abismo llegaría en el 2018, momento en que después de que se le diagnostiquen lupus y reciba un trasplante de riñón, sufre un brote psicótico.
El resurgir y el intento constante por salvarse a sí misma
El cúmulo de emociones de Mi mente y yo es constante, conmovedor y efectivo y ayuda a tener una conexión auténtica con Selena. Su ingreso durante dos meses en un hospital psiquiátrico y el diagnóstico del trastorno bipolar suponen un antes y un después en su existencia. También en su carrera artística.
Muchos podrían pensar que el objetivo del documental es concienciar a la audiencia sobre la importancia de la salud mental; que obviamente así es. Sin embargo, esta producción nos revela a una persona que está intentando salvarse a sí misma casi cada día.
La fama sigue generándole ansiedad y en medio de las obligaciones profesionales, las cámaras y los maquilladores, Selena mira a su alrededor como si esas figuras no existieran. Como si ella misma no estuviera allí. Por ello, y en un intento quizá por encontrar sus propias raíces y propósitos, la vemos visitar esos lugares donde creció y se educó.
La acompañamos en un emotivo viaje a Kenia para conocer a las jóvenes cuyo proyecto educativo financia y la descubrimos también iniciando proyectos para defender la salud mental. La suya es ahora una batalla constante por encontrar la autenticidad en un mundo que confunde lo auténtico con la perfección física.
La fama, la verdadera enfermedad
Podríamos decir que el documental sobre Selena Gómez recoge un el testimonio desafiante de alguien cuyo éxito devora a su yo personal. Son muchos los instantes en que la vemos enfrentarse a una sociedad que sigue viéndola como la exniña Disney. También como la ex de Justin Bieber. Ella trabaja por ser una artista con voz propia en medio de la selva musical.
Sin embargo, los medios, los fotógrafos y los periodistas siguen tratándola como un “producto”. La someten a titulares, noticias y entrevistas simplonas y humillantes ante las que ella se indigna. Selena no solo lucha contra sus propias enfermedades físicas y psicológicas, también debe enfrentarse a la más nociva de todas: su propia fama.
“Estoy intentando ser mi mejor amiga. Creo que necesitaba pasar por eso para ser quien soy”.
-Selena Gomez-
Selena Gomez, más sombras que luces
En Mi mente y yo descubrimos a una Selena Gómez enferma, cansada, llorosa, malhumorada, ansiosa, malcriada y esperanzada. En un momento dado, su amiga Raquelle señala incluso que la mayoría no imaginan lo “compleja” que puede ser Selena. Todo ello hace sin duda más auténtico este documental, porque si hay algo que sabemos sobre el ser humano es que solemos ser especialmente complejos en el sufrimiento.
Esta producción no nos revela cada aspecto de ese viaje personal de Selena Gómez por sus últimos años de altibajos. Siguen existiendo más sombras que luces, pero tampoco necesitamos (ni debemos) saberlo todo. Porque el objetivo se logra, revelar los agujeros negros de las celebridades los humaniza y los vuelve cercanos.
Esa proximidad nos demuestra que todos, a nuestra manera, intentamos lo mismo: encontrar razones para seguir viviendo cada día, procurando ser menos exigentes con nosotros mismos y más auténticos.
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- Fahed, M., & Steffens, D. C. (2021). Apathy: Neurobiology, Assessment and Treatment. Clinical psychopharmacology and neuroscience : the official scientific journal of the Korean College of Neuropsychopharmacology, 19(2), 181–189. https://doi.org/10.9758/cpn.2021.19.2.181