Mi pareja me habla mal: ¿qué puedo hacer?
Todos hemos escuchado en alguna ocasión a una persona cercana realizar afirmaciones como “mi pareja me habla mal”, “no tiene en cuenta mis sentimientos” o “no me trata con respeto, ya no sé qué hacer”. Incluso es probable que nosotros mismos hayamos pronunciado esas palabras ante una persona de confianza. En este sentido, los problemas de comunicación son uno de los principales factores de insatisfacción en los vínculos románticos.
Las relaciones humanas son complejas y con frecuencia la responsabilidad no es unilateral. La pareja se compone de dos individuos que participan en dinámicas conjuntas que no podrían mantenerse sin la colaboración de uno de ellos.
Sin embargo, el maltrato psicológico o verbal puede causar tal daño a la autoestima que la víctima se siente incapaz de reconocer lo que ocurre o de actuar para remediarlo. Por ello, si te encuentras en esta situación, queremos ofrecerte algunas pautas que pueden aumentar tu claridad.
¿Maltrato verbal o problemas de comunicación?
Un primer aspecto importante a tener en cuenta es que la percepción acerca de nuestros vínculos más íntimos no siempre es acertada. La vulnerabilidad emocional que supone conectarse a nivel profundo con un otro puede llevarnos a percibirnos como víctimas y a etiquetar al otro como verdugo cuando realmente se trata de un problema de comunicación.
Sánchez-Aragón y Díaz-Loving describieron seis posibles patrones de comunicación en la pareja relacionados con la satisfacción experimentada por ambos miembros. Algunos de estos estilos comunicativos (como el negativo o el violento) son claramente perjudiciales e implican desprecio, humillaciones y falta de respeto.
Sin embargo, otros como el reservado o evitativo se caracterizan por una comunicación fría y seca que puede generar daño en la pareja, pero que en sí misma no implica agresión.
Esto es especialmente relevante cuando los estilos de comunicación y de afrontamiento de ambos miembros de la pareja son diametralmente opuestos. Si una de las personas necesita dialogar y expresarse emocionalmente, y la otra opta por la evitación y prefiere tomarse un tiempo a solas, el conflicto está servido.
Con frecuencia, en estas situaciones, la presión de la persona más abierta puede hacer que el otro intente apartarse, escapar. Por esto es imprescindible conocer nuestro propio estilo comunicativo y el de la pareja, para buscar un equilibrio.
Signos de la comunicación agresiva
Ahora bien, con el fin de despejar nuestras dudas sobre si somos víctimas de agresión verbal o no, acá abajo dejamos algunas manifestaciones típicas de la comunicación abusiva:
- Se emiten juicios sobre nosotros sin comprendernos. Como por ejemplo: “Eres demasiado dramática, todo te afecta” o “Estás exagerando, no es para tanto”
- Cualquier intento de conversación termina en gritos y discusiones.
- Se burlan de nosotros.
- Se utiliza la ironía y el sarcasmo con el fin de hacer daño y ridiculizarnos delante de los otros.
- No existe la empatía.
- Nos hacen sentir culpables.
- El objetivo es dominarnos e infravalorarnos.
- El otro siempre reacciona mal ante nuestros puntos de vista u opiniones.
¿Por qué mi pareja me habla mal?
En otras ocasiones, la agresión verbal y las faltas de respeto son evidentes. Cuando una persona insulta, grita, desprecia o se burla de la otra no hay justificación posible. No obstante, puede resultar útil comprender de dónde surgen esos comportamientos. Por ejemplo, estos pueden deberse a alguna de las siguientes situaciones:
- La persona está atravesando una situación personal complicada o estresante y, su incapacidad para gestionar las emociones le lleva a reaccionar de forma inadecuada con el otro.
- La pareja está inmersa en una dinámica de comunicación negativa en la que ambos participan. Las faltas de respeto son mutuas y el proceso va escalando.
- La persona muestra un patrón de personalidad marcado por la agresividad, la dominación o la falta de empatía que se mantiene en el tiempo. Esto puede deberse a traumas anteriores y requiere un trabajo psicológico personal.
La evolución del maltrato
Por otro lado, es pertinente tener en cuenta que la comunicación agresiva dentro de una relación suele tener sus escaladas, por lo que debemos estar muy atentos a estas señales. Por lo general, las palabras dañinas empiezan como aparentes bromas o sarcasmos, y una “disculpa” entre risas que manifiesta que no lo decía en serio.
Sin embargo, estas conductas suelen ir tomando fuerza con el tiempo, hasta que de pronto, sin darnos cuenta de cómo llegamos hasta allí, nos hacemos conscientes de que somos victimas de violencia física y psicológica por parte de nuestra pareja.
De esta forma, recalcamos la importancia de reconocer cualquier señal de maltrato verbal y tomar las acciones adecuadas antes de que sea demasiado tarde.
¿Qué hacer si mi pareja me habla mal?
Sean cuales sean los motivos subyacentes, la agresión verbal y las faltas de respeto no son tolerables en el seno de una relación de pareja. Por ello, si te encuentras en esta situación puedes tomar algunas de las siguientes medidas:
- Reconoce y acepta lo que está ocurriendo. Este es un primer paso fundamental: has de dejar de justificar o minimizar la gravedad de las conductas de tu pareja. Enfrentar la realidad es doloroso, pero las consecuencias emocionales de seguir permitiéndolo pueden serlo aún más.
- Identifica los motivos que pueden estar provocando esa comunicación agresiva ¿está pasando por una situación complicada? ¿no sabe manejar el estrés o ansiedad? ¿es un rasgo de su personalidad? Siempre es importante conocer que se esconde detrás de este tipo de conductas. Así, sabremos qué tipo de acciones son las más acordes para solventar el conflicto.
- Exprésate de forma asertiva. Comunícale a la otra persona qué tipo de actitudes y conductas te dañan y qué esperas de la relación.
- Establece límites. Todos podemos tener un mal día o sentirnos más estresados o irritados en determinados momentos. Sin embargo, hay ciertas líneas rojas que no pueden sobrepasarse bajo ninguna circunstancia.
- Toma decisiones. Cuando ponemos límites hemos de saber que estos han de ir acompañados de consecuencias. Si tu pareja continúa faltándote al respeto aléjate de esa situación y pon fin a la relación.
Escógete a ti
Si has llegado al punto de afirmar “mi pareja me habla mal, me falta al respeto y me daña emocionalmente” ya no puedes tomar atajos o seguir evadiendo la situación. Te encuentras en un punto clave en el que has de elegir y has de tener claro que tú eres la elección acertada.
Terminar con una relación es doloroso: el miedo a la soledad y la sensación de fracaso pueden ser paralizantes y dar por perdidos los sueños y expectativas construidos en común no es sencillo. Sin embargo, permanecer en un vínculo dañino puede ser devastador a nivel psicológico y emocional. Por ello, escoge amarte, cuidarte y respetarte y no continúes en un lugar donde no se te ofrece lo mismo.
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- Sánchez Aragón, R., & Díaz- Loving, R. (2003). Patrones y estilos de comunicación de la pareja: diseño de un inventario. Anales De Psicología / Annals of Psychology, 19(2), 257-277. Recuperado a partir de https://revistas.um.es/analesps/article/view/27741
- Otálvaro, L. E. O. (2015). Autoestima y adaptación en víctimas de maltrato psicológico por parte de la pareja. Psicología desde el Caribe, 32(1), 145-168.