Entendiendo el miedo al amor (filofobia)
Hay muchas clases de fobias, como la emetofobia o miedo a vomitar; la fogofobia o temor a comer o tragar, presente sobre todo en niños pequeños; la ginefobia o temor a las mujeres; o la nistofobia o temor a la oscuridad. Pero una de las más fobias curiosas y menos conocidas es la filofobia, el miedo al amor. Todo el mundo reconoce en el acto de enamorarse una forma de vivir una experiencia ilusionante, que te llena de vida y optimismo, pero para los que padecen este trastorno no es así.
La filofobia es un trastorno de ansiedad (del griego filo=amor, fobia=miedo). Y, aunque se desconocen con exactitud las causas, parece que pueda estar relacionado con relaciones amorosas pasadas que han dejado una huella profundamente dolorosa en el individuo, como un divorcio o una separación que ha vivido de forma traumática.
También puede deberse a que está acostumbrado a vivir soltero y la nueva situación le asusta, o que la persona ha sufrido carencias afectivas durante la niñez y, como puede llegar a afirmar, “la situación les supera”.
“Solo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar”
-Paulo Coelho-
¿Qué es una fobia según el DSM-V?
El DSM-V es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, por lo que es importante saber qué es exactamente una fobia. Según este manual una fobia se puede observar cuando se cumples lon siguientes requisitos:
- Presencia de miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica.
- El objeto o la situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad inmediata.
- El objeto o situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad intensa.
- El miedo o la ansiedad es desproporcionada con respecto al peligro real que representa el objeto o situación específica y al contexto sociocultural.
- El miedo o la ansiedad o la evitación es persistente y dura seis meses o más.
- El miedo o la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral y otras áreas importantes.
- Esta alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental.
Si nos sentimos identificados con estos puntos, es posible que tengamos tengamos cierta aversión al amor. Pero no por ello deben saltar las alarmas. Lo ideal es observarnos y ver hasta qué punto evitamos enamorarnos de otra persona. Si esto nos lleva a evitar contacto y nos produce malestar lo mejor será acudir a un profesional para que nos ayude.
¿Cómo actúa alguien que tiene miedo al amor?
La persona que tiene miedo al amor, cuando siente que puede a volver a vivir una situación semejante o parecida, se bloquea, siente un miedo irrefrenable que le impide iniciar la nueva relación. Si siente que se está enamorando, el pánico la inunda y rechaza la situación. Así, muchas veces confunde a la pareja con la que se estaba iniciando el cortejo amoroso, que ante la huida se siente rechazada, dolida y, dependiendo de su autoestima, puede incluso sentirse poco deseada o amada por nadie.
El problema es que quien padece filofobia no puede evitar estos sentimientos tan agobiantes cuando está delante de la persona por la que se siente atraído. Mareos, vómitos, nauseas, temblores, ataques de pánico y ganas de huir son algunas de las manifestaciones más comunes, dependiendo por supuesto de la persona.
Ante estas manifestaciones no desea otra cosa que acabar con la situación cuanto antes. Y es que un filofóbico sufre mucho y se niega a vivir una de las experiencias más gratificantes para el ser humano: enamorarse y vivir el amor.
Las personas con filofobia suelen escoger relaciones imposibles en las que nunca podrán enamorarse.
La persona que tiene miedo al amor tiende a buscar todo tipo de defectos en la persona que les atrae. Se inclina a buscar amores imposibles o elegir personas que ellos ya saben de antemano que los abandonarán. Y todo para justificarse ante ellos mismos y ante los demás que si no están con nadie es porque no encuentran a la persona adecuada.
¿Tiene tratamiento la filofobia?
Los especialistas recomiendan que lo primero es reconocer que se tiene miedo al amor y afrontar la situación sin huir. Hay que vivir el presente sin pensar en el futuro, aprendiendo que arriesgar forma parte de la vida; que cada relación amorosa es única e irrepetible y que puede que nos estemos perdiendo experiencias únicas.
Es necesario asumir que normalmente las consecuencias suelen ser menores de lo que imaginábamos. O que en la vida hay etapas y ahora el amor ha llamado a nuestra puerta y debemos decirle “sí”, siendo conscientes de que el amor puede o no durar para toda la vida, pero “que nos quiten lo bailao” porque esa persona merecía la pena.
No son las únicas claves para afrontar la filofobia. También es importante informar a nuestros familiares o a nuestra pareja nuestro problema sin vergüenza o temor y acudir a un psicólogo en el caso de no poder resolver la situación por nosotros mismos.
La vida sólo se aprende y se disfruta viviéndola y si nos quedamos en la antesala no viviremos nunca ninguna experiencia, sea buena o mala. Si conseguimos superar nuestra fobia al amor nos sentiremos mucho mejor con nosotros mismos, crecerá nuestra autoestima y probablemente seremos más felices. Superar obstáculos y barreras nos hacen más fuertes y valientes.