El mito de Temis, la diosa de la justicia
El mito de Temis es el mito de la diosa de la justicia, el orden y la ley natural o divina. De hecho, la palabra Themis en griego significaba ‘ley natural’, la cual se consideraba más contundente que las leyes creadas por los dioses. Aun así, esta deidad regía los dos ámbitos.
Según el mito de Temis, esta diosa dirigía el orden natural de la unión entre un hombre y una mujer y los lazos familiares. Ella era la encargada de guiar a las personas por el buen camino , indicando cuáles eran los buenos hábitos y asegurándose de que todos cumpliesen las leyes. Se le consideraba generosa, afable y sabia.
El mito de Temis también señala que esta diosa estaba dotada con el don de la profecía y la clarividencia. Ella era capaz de conocer todos los secretos, incluso los que estaban ocultos para Zeus, dios de dioses. Así mismo, ejercía como protectora de los oprimidos y rectora de la debida hospitalidad.
“Esos colonos presidentes son auténticos rebanadores de cabezas; cortan una nuca con la misma facilidad que una corneja arroja nueces, sea justo o no sea justo, no se paran en mientes; el rigorismo lleva, como la propia Themis, una venda sobre los ojos”.
-Marqués de Sade-
El origen del mito de Temis
La diosa Temis era una titánide, hija de Urano, el titán que personificaba al cielo; y de Gea, la personificación de la Tierra. Tenía cinco hermanos: Febe, Mnemósine, Rea Tea y Tetis. Todos ellos aparecen en el origen mismo de la mitología griega.
Dice el mito de Temis que ella era una mujer hermosa, vestida de túnica blanca y frecuentemente representada con una venda en los ojos; esto se considera una simbolización de su ecuanimidad, pero también una expresión de su capacidad de profecía, que no necesitaba de los ojos para ver.
Temis velaba por la buena relación entre hombres y mujeres: fue la que le ofreció una copa de vino a Hera cuando esta volvió afligida por las amenazas que Zeus le profesó.
Temis lleva en la mano una balanza que representa la justicia: sopesa lo bueno y lo malo, el mal y el bien, los argumentos de todas las partes y esto le permite dar su veredicto. A veces se representa con una espada en la mano, símbolo del castigo para quien ignora la ley (trabajo que corresponde a la diosa primordial Némesis o Ramnusia); otras veces lleva una cornucopia, señal de prosperidad.
El Oráculo de Delfos
Aunque el Oráculo de Delfos estaba consagrado a Apolo, Temis fue una de las diosas que estuvo tras este, ejerciendo sus artes adivinatorias. De hecho, esta deidad recibió el oráculo de manos de su madre, Gea, y después de un tiempo fue ella quien se lo obsequió a Apolo, aunque otras versiones señalan que el dios tuvo que vencer a un dragón para apoderarse de este.
El Oráculo de Delfos fue el más famoso de Grecia. Se cuenta que existía una grieta de donde salían vapores y que un pastor notó que sus cabras se comportaban de manera extraña cuando se acercaban al lugar. El pastor se aproximó y cuando estuvo allí comenzó a profetizar. La historia se difundió y llegaron gentes de todas partes, también a profetizar.
Más adelante se decidió erigir una construcción y nombrar a una mujer, la pitonisa, para que se hiciera cargo del sitio. La diosa Temis fue una de las pitonisas del lugar. De otro lado, también se cuenta que fue esta deidad la que le enseñó a Deucalión y Pirra, los primeros humanos, la forma de volver a repoblar la Tierra tras la gran inundación del mundo.
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Temis y Zeus
Temis fue la segunda esposa de Zeus, después de que este último pusiera fin abruptamente a su unión con Metis, que representaba la inteligencia y la astucia. Gea le había advertido a Zeus que Metis daría a luz dos hijos y que uno de ellos le quitaría el poder, tal y como el propio Zeus había hecho con Cronos, su padre. Así que Zeus engulló a su primera esposa y así acabó con el problema.
Temis y Zeus tuvieron varios hijos: las Parcas (o Moiras) y las horas de trabajo (Horae) o temporadas. En algunas versiones también se cuentan en la descendencia Astraea (otra personificación de la justicia), las ninfas del río Eridanus y las Hespérides. Hay ciertas versiones del mito de Temis que señalan que esta tuvo como amante a Jápeto y que juntos fueron los padres de Prometeo, el titán que robó el fuego para regalarlo a los mortales.
Se dice que Temis estuvo en la Tierra durante el reinado de Cronos, dios del tiempo eterno, durante lo que se conoció como la Edad de Oro. Después vino la Edad de Plata y luego la Edad del Hierro. Durante esta última los hombres se volvieron malvados y violentos, lo cual horrorizó a la diosa.
Por eso Temis escapó y fue hasta lo más alto del cielo; Zeus, que la comprendía, la convirtió en la constelación conocida como Virgo. En gran parte de los tribunales judiciales de Occidente se emplea aún la figura de Temis como símbolo de la justicia.
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