No dejes escapar la magia de cada instante
¿Cuántos momentos únicos e irrepetibles se nos escapan día a día por no ser conscientes de los mismos? A veces, incluso tratamos de buscar conscientemente la felicidad y esta se nos escapa de las manos, pues es imposible encontrar algo que se experimenta, que no está presente en objetos materiales. Es difícil, pero debemos centrarnos un poco más en el aquí y el ahora sin dejar escapar la magia de cada instante.
A continuación, queremos compartir una serie de recomendaciones para hacerte la vida más sencilla, ser consciente de esos pequeños momentos de felicidad que se experimentan súbitamente, casi sin buscarlos.
No dejes escapar la magia de cada instante
Ser más flexible
Difícilmente la vida marchará de acuerdo con nuestro propio ritmo. Únicamente con flexibilidad y tratando de adaptarse a las distintas situaciones de la vida es que conseguiremos sobrellevar los obstáculos que se nos presenten y aun así conservar nuestra serenidad. Ten en cuenta que existen muchas formas de hacer una misma cosa. También es enriquecedor dejar por momentos nuestro propio punto de vista para aprender algo nuevo y atrevernos a nuevas experiencias.
Reírse más a menudo
Si hace tiempo que estás serio, recuerda que, como dicen, la risa es remedio infalible. Cuando te ríes, se contraen muchos músculos de tu cara, pero también se gestan dentro de ti muchos otros beneficios a nivel físico y psicológico. Cuando logres hacer de la risa un hábito, te sentirás mucho mejor. Así que busca crear situaciones favorables que te levanten el ánimo y encuentra motivos para reír y divertirte. Y algo muy importante: no te tomes nada tan en serio y aprende a reírte un poco más.
Aceptar a cada uno como es
La gente puede cambiar, pero solo lo hará cuando tome consciencia de sus errores y decida hacerlo por propia voluntad e iniciativa. No podemos cambiar a los demás a nuestro antojo. Intentarlo sería una empresa inútil y desgastante, que consumiría nuestra energía. Un precioso recurso que necesitamos para mejorar nuestra propia vida. Como dice el dicho: “Exígete mucho a ti mismo sin esperar absolutamente nada de los demás, así te ahorrarás disgustos”.
Prestar atención a los gastos
Una de las mayores fuentes de estrés y de infelicidad es el agobio por el dinero. Lo más adecuado sería tener ahorros para imprevistos, pagar las deudas y gastar solo lo que esté dentro de nuestro presupuesto. Para ello es necesario aprender a diferenciar claramente entre nuestras necesidades y nuestros deseos. Piensa en esto: ¿Vale la pena endeudarse más allá de nuestras posibilidades para conseguir tantos bienes materiales? ¿Cuántas de las cosas que compramos necesitamos realmente? Sin duda, se trata de algo para reflexionar.
Preocuparse menos por lo que va a pasar y más por lo que puedes hacer
No podemos modificar el pasado por mucho que nos preocupemos y lo intentemos, ni tampoco podemos adelantarnos al futuro con nuestra preocupación. Por ejemplo, si bien es comprensible y natural preocuparse ante un examen médico o una intervención quirúrgica, nada podemos cambiar con nuestra ansiedad.
Por el contrario, una actitud más calmada y apacible hará que nuestro organismo funcione correctamente y favorezca los procesos curativos. ¿Para qué preocuparnos por algo que todavía no ocurrió y que quizás nunca llegue a suceder? Reflexionemos: La mayoría de las cosas por las que nos hemos preocupado jamás pasaron…
En conclusión, sabemos que nos dejamos mucho en el tintero, pero si intentas poner en práctica estos consejos, posiblemente dejarás de preocuparte y distraerte por tantas cosas. Podrás simplificar tu vida de forma considerable y, no dejarás escapar la magia de cada instante. Magia que está siempre a tu alrededor.
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