No permitas que las experiencias negativas controlen tu vida
Nuestra vida es una continua sucesión de experiencias las cuales vivimos, compartimos y sentimos, independientemente de que estas sean positivas o negativas.
Como todo, las experiencias negativas son las que nos marcarán más. Pues nuestro estado natural, en el que somos más felices, es cuando todo va bien, “viento en popa”, y apenas somos conscientes del tiempo y de nuestra propia existencia.
Solo empiezo a valorar las cosas
cuando todo se vuelve en mi contra
Las experiencias negativas son necesarias en nuestra vida. Ellas nos pueden ayudar a encaminarnos en nuestra vida, aprender a hacer mejores elecciones, saber discernir lo que queremos de lo que no queremos.
En definitiva, toda experiencia, pero sobre todo aquellas negativas, nos ayudan a ser mejores personas. Pero, ¿qué ocurre cuando no es así? ¿Qué pasa cuando estas experiencias controlan mi vida?
Cuando las experiencias me controlan
Seguramente te sientes identificado con el hecho de que las experiencias negativas que vives en vez de hacer que mejoren tu vida, posteriormente, la empeoran ¿Qué queremos decir con esto? Que te condicionan.
Por ejemplo, fíjate en las siguientes situaciones que vamos a describir, pues seguramente muchas de ellas las hayas vivido ya:
- Si alguien me humilla públicamente por un comentario que he realizado, evitaré decir lo que pienso para que no vuelva a ocurrir.
- Si mi pareja me echa la culpa de nuestra ruptura, quizás en mi próxima relación actúe con cautela y sumisión.
- Intento pensar siempre como los demás para que las personas no me pongan mala cara y me acepten.
Estas y muchas más situaciones provocan algo muy natural que es la búsqueda del placer y la evitación del dolor que nos causa toda experiencia negativa.
Pero, algunas veces, este miedo a encontrarnos indefensos ante una situación inesperada que nos daña provoca que nos pongamos una máscara que no hace más que esconder aquello que no logramos sanar.
Máscaras que hacen que mostremos ser alguien que no somos y que, en vez de ayudarnos a enfrentar nuestro problema, provocan que la herida de nuestro dolor vaya agrandándose.
Hoy elegiré la máscara de la felicidad,
esa que esconderá la tristeza que en mi alma está
En mi vida mando yo
Aunque las experiencias negativas nos duelan y nos afecten de una forma más intensa, debemos evitar que estas controlen y dirijan nuestra vida.
Solo nosotros podemos decidir cómo vamos a llevar nuestra vida, cómo queremos actuar, cómo queremos proceder… Las experiencias deben hacernos avanzar, mejorar, pero nunca retroceder. Y, por supuesto, las experiencias nunca deben provocar nuestra infelicidad.
¿Cómo debemos actuar entonces con respecto a estas experiencias negativas?
- Nunca sientas lástimas de ti mismo, ni te eches encima culpas que no deberías. Lo que pasó ya ha quedado en el pasado, es el momento de ver hacia el presente con seguridad y positivismo.
- No permitas que tus sentimientos te arrastren y te hundan en una tristeza de la que te resulta difícil salir. Siéntelos, pero no permitas que te aborden como un tsunami. Grita “¡basta!” y continua adelante.
- No te dejes llevar por tus pensamientos ya que estos darán mil vueltas y harán que te sientas confuso y paralizado ante la situación. Ponle freno a tus pensamientos y empieza a actuar.
- Elige activamente en tu vida, sé tú quien elija cómo vivirla y esquiva cada experiencia negativa que te obligue a modificar tu camino.
Es cierto que las experiencias negativas causan inseguridad, dudas, malestar, tristeza… Pero, todo esto puede superarse y solo tú tienes el poder de hacerlo.
Si quieres salir de esta situación debes empezar a luchar contra esos sentimientos que te intentan abordar y arrastrar como si de una corriente se tratase. Evita los pensamientos confusos que no harán más que paralizarte y céntrate seriamente en lo que quieres.
Tú eres el que decide, no permitas
que las experiencias negativas tomen el mando de tu vida
Nadie te dice que no debas sentir esa inseguridad, asimilarla, vivirla, sentirla. Pero, lo que no puede hacer es controlarte.
Mira las experiencias negativas como situaciones de las que aprender. De todo lo negativo se puede sacar algo positivo, algo que solo tú podrás encontrar, algo que solo tú decidirás experimentar.