Que nunca te falten hilos para bordar tus sueños
La madurez me ha enseñado quiénes y cuáles son mis prioridades. Ahora, puedo retomar los hilos de mi vida con más valentía y entereza, porque esta vez, voy a usar hilos de colores para tejer una existencia mucho más fuerte, más digna y colorida.
A menudo, y sin que exista una edad determinada para ello, suele llegar un momento en que hacemos balance sobre el “tejido vital” construido hasta el momento. De pronto, nos damos cuenta de que entre lo que somos y lo que hacemos existe un profundo problema: nada de eso nos gusta ni nos da la felicidad.
“El hilo de la vida se aflojaría si no fuera mojado de vez en cuando con algunas lágrimas”.
-Pitágoras-
Nuestros senderos vitales forman a veces intrincados laberintos de frustraciones, miedos y bloqueos donde quedamos atrapados de forma permanente. Perdemos esos hilos de colores que en el pasado, bordaban cada uno de nuestros sueños y deseos. Es entonces cuando aparece la incertidumbre y ese temor que carcome y erosiona…
¿Es esta la vida que me espera para siempre? ¿Es que han pasado ya todos mis trenes?
Los Senoi, los traductores de sueños
Los Senoi son una tribu de Malasia que siempre ha resultado ser tremendamente interesante para antropólogos, psicólogos y sociólogos. Una de las costumbres que mantienen desde tiempos remotos, es la de reunirse cada mañana en familia para hablar de los sueños y pesadillas experimentados durante la noche.
Lejos de conferir a esta costumbre un halo de magia o espiritualidad, lo que los Senoi pretenden es comprender mediante esas imágenes oníricas las necesidades de cada persona. Para analizar con detenimiento lo explicado por cada miembro de la familia, esta tribu suele subirse a unas chozas de bambú para mantenerse lejos de la tierra, lejos de lo “físico”.
Lo asombroso de esta práctica es que, según nos demuestran los estudios de varios expertos, los Senoi son un grupo social increíblemente feliz. Esas reuniones catárticas les permiten “retomar” los hilos de su realidad para conocerse mejor a sí mismos. En este pueblo no hay actos violentos ni nadie padece enfermedades mentales.
Te interesará conocer sin duda qué tipo de técnicas usan los Senoi para afrontar esos miedos que, a menudo, se reflejan en nuestros propios sueños. Si lo deseas, dispones de libros tan interesantes como “Senoi Dream Theory: Myth, Scientific Method, and the Dreamwork”, del psicólogo William Domhoff.
No obstante, estos son unos pequeños ejemplos de sus líneas de afrontamiento:
- Toda amenaza que aparece en un sueño o una pesadilla es una realidad que debemos reconocer y gestionar.
- Nuestros sueños y metas se encuentran detrás de ese “monstruo” o esa “sombra” difusa del sueño que hemos de saber vencer para encontrar de nuevo nuestros caminos.
- Si soñamos que caemos por una montaña o un agujero (imágenes asociadas a la ansiedad), deberemos visualizar a lo largo de dos días una imagen en que tras la caída, nos aguarda un campo de flores blando y mullido.
- Otro consejo de los Senoi es el siguiente: cuando estemos soñando y seamos conscientes de ello (sueños lúcidos), debemos esforzarnos en hacer amigos, en crear vínculos de afecto.
Recuperar los hilos que bordarán nuestros sueños
Cuando nos asalta la incertidumbre y ese malestar entre lo que deseamos ser y lo que somos ahora, solo hay una opción: el cambio. Ahora bien, tampoco se trata de desembocar en transformaciones bruscas, porque los “tsunamis vitales” no siempre garantizan el éxito.
Se trata más bien de permitirnos fluir mientras damos paso a pequeños cambios, nuevos rumbos, nueva gente, nuevos pensamientos. Todo ello nos aporta de pronto decenas de hilos nuevos de colores con los que bordar esos sueños que antes teníamos y que, por las razones que fueran, habíamos aparcado.
Pasos para iniciar el cambio y lograr los propósitos personales
Para generar un cambio, por pequeño que sea, estamos obligados, a asumir que aparecerá un instante de crisis. Son esos hilos que ofrecen resistencia, que se obstinan y que se clavan en nuestra piel, intentando impedir que demos el paso que necesitamos.
- No temas al dolor del desprendimiento, hay hilos que se cortan porque ya no sostienen tanta carga. Hemos de dejarlos ir para hallar otros mucho más hermosos que bordarán mejores sueños. Mejores proyectos.
- Atiende tu intuición, esta dimensión que conecta directamente con nuestras emociones y con ese inconsciente que los Senoi sabían interpretar tan bien, nos susurra verdades que no siempre escuchamos.
- Debemos tener muy claro qué es lo que queremos para nosotros mismos/as. Si deseas paz, deja a un lado a quienes te traen tormenta. Si deseas amor, empieza amando tu propia persona. Si buscas reconocimiento trabaja tu autoestima. Si deseas libertad, busca la llave de tus cadenas.
Los hilos que bordan nuestros sueños están ahora mismo esperándonos en cualquier rincón, en la sonrisa de personas conocidas o desconocidas. Porque, lo creamos o no, aún existen muchos andenes por donde pasan esos trenes que llevan nuestro nombre, y porque nunca es una buena idea dejar que las mentes pequeñas nos convenzan de que nuestros sueños son demasiado grandes.