Ondas cerebrales para controlar nuestro estado de ánimo

Existen 4 tipos de ondas cerebrales que determinan cuál es el nivel de actividad en nuestro cerebro: Beta, Alfa, Theta y Delta. ¿Sabías que existen técnicas naturales para regularlas? Te contamos acerca de los últimos estudios al respecto.
Ondas cerebrales para controlar nuestro estado de ánimo
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 07 enero, 2018

Las ondas cerebrales corresponden al grado de actividad y consciencia que tenemos en un momento determinado, estas ondas se miden en ciclos por segundo o hercios (Hz). Cada una tiene sus características, con un nivel específico de actividad cerebral y un estado único de conciencia. Hay 4 tipos de ondas especialmente importantes: Beta, Alfa, Theta y Delta.

Estas ondas se pueden registrar mediante electroencefalograma (EEG) y determinan cuál es el nivel de actividad en nuestro cerebro, que va desde el esfuerzo cognitivo y vigilia hasta el sueño profundo.

Dependiendo del tipo de actividad que estemos realizando estas ondas cambian, incluso durante el sueño el predominio de un tipo de onda va cambiando según la etapa del sueño en la que nos encontremos

Tipos de ondas cerebrales

Ondas cerebrales

Fueron descubiertas por Hans Berger, que fue el pionero en utilizar el EEG en humanos. Se han detectado 4 tipo delimitados de ondas cerebrales que se registran mediante EEG, esta actividad eléctrica del cerebro que difunde la información a través de las neuronas determina el nivel de esfuerzo cognitivo y el estado mental en el que nos encontramos. A continuación las describimos.

  • Beta (14-40 Hz). Estas ondas aparecen durante la vigilia mientras trabajamos, estudiamos, leemos… a mayor frecuencia, mayor estado de alerta y ansiedad. Las ondas beta están relacionadas con la lógica y el razonamiento.
  • Alfa (7,5-14 Hz). Se dan en estados de relajación profunda, cuando se sueña despierto o mantenemos los ojos cerrados sin estar dormidos. Las ondas alfa se relacionan con la imaginación, la concentración, la memoria y el aprendizaje. Parece que también tienen un vinculo con el inconsciente.
  • Theta (4-7,5 Hz). Aparecen durante la meditación profunda y el sueño ligero. Este estado también es conocido como estado crepuscular, se trata de los momentos antes de dormirse y al despertarse, se es consciente del entorno aunque bajo una profunda relajación. Se piensa que estás ondas también rigen en tareas totalmente automatizadas, como puede ser conducir para un conductor experto.
  • Delta (0,5-4 Hz). Presentes durante el sueño profundo, cuando no estamos soñando, durante las etapas 3 y 4 del sueño. Estas ondas también pueden estar presentes en pacientes con daño cerebral y durante el coma.

Cada una de estas ondas aparece en determinados momentos en nuestro cerebro, aunque siempre están presentes todas ellas en mayor o menor medida, siendo una de ellas la predominante

Durante el sueño REM se detectan ondas que se asemejan a las del estado de vigilia (Beta). Así, durante esta etapa del sueño, en la que se experimentan los sueños, hay mucha actividad cerebral, aunque haya una pérdida de tono muscular para evitar los movimientos bruscos mientras soñamos.

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El sueño REM, además, ha sido descrito como consolidador del recuerdo, reorganizador neuronal y una pieza clave en el aprendizaje. De hecho, esta etapa del sueño dura mucho más tiempo en la niñez -momento en el que hay mayor proliferación de neuronas y mayor consolidación del aprendizaje- y va disminuyendo a medida que vamos envejeciendo.

La inducción de ondas cerebrales mediante sonidos binaurales

Los sonidos binaurales fueron descubiertos por Heinrich Wilhelm Dove en 1839. Se tratan de ilusiones auditivas generadas en nuestro cerebro por escuchar por cada oído sonidos con frecuencias diferentes.

Esto es, si el oído izquierdo recibe un estimulo sonoro a 400 Hz  y el derecho a 410 Hz, el pulso binaural resultante será de 10 Hz, que corresponde a las ondas Alfa. Este pulso llegaría a la zona mesolímbica que controla las emociones, pudiendo inducir diferentes estados emocionales, como la alegría, tristeza o relajación dependiendo de la frecuencia.

El poder de la música

La intención de la inducción de un tipo concreto de actividad eléctrica cerebral es la de provocar un efecto concreto en el individuo, característico del tipo de ondas que se quiera inducir. Así, por ejemplo, si la intención es aumentar la concentración y la ejecución de tareas cognitivas, el objetivo sería provocar las ondas Beta.

Existe mucha controversia al rededor de estos sonidos. Mientras algunos investigadores afirman que este método funciona, como es el caso de Brigitte Forgeot, otros como Steven Novela afirman que solo se trataría del efecto placebo

Los que la defienden, afirman que al ayudar a la corteza cerebral a generar ondas cerebrales específicas podemos inducir diferentes estados de alerta. Además, estos sonidos permiten que se sincronicen los dos hemisferios del cerebro, lo que produce una sensación de bienestar, mejora del estado de ánimo, aumenta el nivel de atención y de la memoria.

Son varios los efectos que se les ha atribuido:

  • Reducir el estrés
  • Eliminar la ansiedad
  • Eliminar el dolor
  • Relajación
  • Inducir el sueño
  • Estímulos parecidos a medicamentos y drogas
  • Incrementar la creatividad

Aunque este método todavía carece del suficiente apoyo científico para determinar si realmente funciona. Los estudios que se realicen en el futuro inclinarán la balanza respecto a su efectividad.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.