5 pasos para reconciliarte con tu pasado
Si estás leyendo esto es porque has cometido algunos errores en el pasado que no puedes olvidar o estás triste porque perdiste algo o a alguien que ya no se puede recuperar. El lado positivo es que no eres el único con un pasado difícil, la realidad es que todos tenemos experiencias que no hemos aceptado del todo.
Aunque todos pasamos y tenemos en nuestra memoria experiencias y personas que de algún modo nos siguen haciendo daño porque marcaron nuestro pasado de forma particular, en ocasiones puedes sentir que no tienes las fuerzas necesarias para afrontar la pérdida y seguir adelante o para perdonarte por los errores cometidos.
“Añorar el pasado es correr tras el viento”
-Proverbio ruso-
Cuando esto pase es importante que veas la vida como algo lineal, sólo tiene una dirección y es hacia adelante, es imposible volver atrás, imposible cambiar las cosas que se hicieron. Mientras no asumas esto, seguirás viviendo el ciclo de la culpa que no te llevará a ningún lado y no serás realmente feliz.
Si bien es cierto que no existe la solución mágica, siempre podemos hacer algo para ir mejorando día a día nuestra situación. Los siguientes pasos te serán útiles para soltar ese lastre que es el pasado y poder avanzar, o al menos, no pensar en él las 24 horas del día.
PASO 1. Piensa en lo que hiciste
Piensa en lo que hiciste o lo que perdiste y ten en cuenta que eso pertenece al pasado, no al presente. Es importante reconocerlo aunque parezca muy simple. Analiza qué es lo que realmente te hace sentir mal: los resultados obtenidos, las actitudes de los demás, tus propias actitudes, tus pensamientos, etc. y ve realmente cómo te afecta en el día a día y si hay cambios que puedas aplicar hoy.
El primer paso para tratar de afrontar una situación y poder gestionarla es aceptar lo sucedido. Saber que pasó y no intentar reprimirlo u olvidarlo por mucho que nos genere sufrimiento o malestar. Pero teniendo claro que fue en el pasado.
PASO 2. Haz algo que te gusta
Realiza alguna actividad que te guste, que te resulte agradable, porque de esa manera el cerebro se centra en disfrutar del momento y no en pensar en el pasado. Estas actividades deben darte la posibilidad de entrar en contacto con tu interior y mejorar.
PASO 3. Sincérate
Sincérate con otros y contigo mismo. Pide perdón a quien corresponda, incluso a ti. Deja atrás la culpabilidad por lo que hiciste o por lo que perdiste. Recuerda que la parte más importante del perdón es la posibilidad de continuar tu camino. Es cierto, las cosas no serán como antes, pero tampoco tienen por qué seguir como ahora.
En lugar de hacer como si no pasara nada, acéptalo y sincérate para poder continuar sin limitaciones. Permanecer anclados en el pasado y con culpa, no nos llevará a ningún lado, tan solo a posicionarnos como víctimas.
PASO 4. Reflexiona
Los errores son parte del aprendizaje de la vida. No te culpabas por suspender en el colegio, porque era parte de tu aprendizaje, la vida también es un largo aprendizaje. La reflexión debe estar enfocada a descubrir lo que te puede hacer mejor persona sin concentrarte en lo negativo.
Por ello, reflexiona sobre lo sucedido pero sin extenderse demasiado en el tiempo. Así podrás comprobar que cada error es una oportunidad y una aprendizaje que te servirá para que en el próxima vez puedas hacer las cosas de otra manera.
PASO 5. Vive el hoy
Aprovecha el momento. El presente es fugaz y rápidamente se convierte en pasado, pero cada segundo puede contener emociones que difícilmente vas a sentir si estás mirando para atrás. Sal, respira, coge aire y siente el sol en tu cara. Muchas veces las cosas simples son las que más nos ayudan.
Imagen cortesía de Matilou, Rafael López