7 películas para ver en familia
Siempre es momento para reunir a tu tribu y elegir películas para ver en familia. En muchos hogares, este es casi un ritual los fines de semana, ya sea como recompensa a un día duro o simplemente como placer cinéfilo de grandes y pequeños.
Para ayudar a que las películas sean a gusto de todos, lo mejor es buscar historias para todos los públicos. No todo lo infantil es naif o aburrido, ya que muchas de las películas que vimos de pequeños han pasado a formar parte de la lista de nuestras preferidas.
Acurrucarse en el sofá delante de una película entretenida es una de las mejores maneras de disfrutar de un momento familiar de calidad. Sin embargo, lo difícil viene cuando hay que elegir una película que le guste a toda la familia. Con este artículo, te ayudamos con este reto.
1. Los Goonies, de Richard Donner
Este clásico de los 80 lo tiene todo: un tesoro escondido, amistad, emociones desbordantes y hasta un joven Josh Brolin. Original, y a veces extraña, esta película es una muestra de lo que las “películas para niños” pueden ofrecer en una era dominada por películas de superhéroes y reinicios de franquicias de Disney.
En la película, dos hermanos tienen que tomar medidas para conservar su casa. Encuentran un mapa del tesoro y reclutan a algunos amigos para encontrarlo. Así, todos comienzan a buscarlo, intentando adelantarse a otro grupo que se ha propuesto la misma misión.
Los malos (los ladrones Fratellis) dan un poco de miedo, por lo que recomendamos esta película para los niños de diez años en adelante.
2. Hook, de Steven Spielberg
La lujosa aventura de Steven Spielberg con JM Barrie no fue bien acogida por la crítica -en parte porque las expectativas eran muy altas-. Pero ahora está en Netflix y, ¿qué mejor momento para una disfrutar de una película de calidad? De hecho, hay mucho culto por esta película por parte de la generación X y de los millennials. El metraje cuenta con decorados elaborados y efectos especiales unidos por la música de John Williams.
La historia comienza cuando los hijos pequeños de Peter son secuestrados por su antigua némesis, el Capitán Hook (Dustin Hoffman). Esto provocará la marcha del abogado Peter Banning (Robin Williams) al País de Nunca Jamás, donde era Peter Pan. Allí luchará por rescatar a sus hijos y se reencontrará con Campanilla (Julia Roberts) y con los llamados “niños perdidos”.
Su regreso al País de Nunca Jamás o Nerverland no será fácil, ya que sus viejos amigos no estarán, en principio, felices de verlo. Todavía sienten que Peter Pan les abandonó, aunque lo sigan queriendo.
3. La princesa prometida, de Rob Reiner
Esta adaptación suelta del cuento de hadas “medio serio” de William Goldman podría haber sido solo otra broma de espadas y hechicería, pero de alguna manera se las arregla para trascender este género tedioso.
La historia tiene lugar en el “presente” (1987), donde un abuelo lee el libro de S. Morgenstern, La princesa prometida, a su nieto enfermo en un esfuerzo por hacerle compañía. El niño se muestra reacio a escuchar la historia al principio, pero se siente cada vez más cautivado por la historia.
La historia de Morgenstern comienza con la joven y hermosa Buttercup, que pasa sus días ordenando a su granjero, Wesley, que cumpla sus órdenes. Wesley responde solo con un escuesto “como desees”. Finalmente, Buttercup llega a desarrollar sentimientos por Wesley después de entender que él dice “como quieras”, su particular forma de decirle que la ama.
Los dos finalmente se enamoran. Sin embargo, sin dinero para mantener a Buttercup, Wesley se embarca en busca de fortuna con la promesa de que regresará y se casará con ella, pero los problemas no han hecho nada más que empezar.
4. El rey León, de Roger Allers y Rob Minkoff
El Rey León es un orgullo dentro del panteón de películas familiares clásicas de Disney. Con el paso de los años, muchos de los niños que la vimos en los 90, la hemos elegido nuestra favorita para volver a ver con nuestros sobrinos o hijos.
La película sigue las aventuras del joven león Simba (Jonathan Taylor Thomas), el heredero de su padre, Mufasa, al que puso voz el mítico James Earl Jones. El malvado tío de Simba, Scar (Jeremy Irons), planea usurpar el trono de Mufasa atrayendo a padre e hijo a una estampida de ñus para que sean pisoteados.
Simba escapa y Mufasa muere, en uno de las escenas que más lágrimas ha provocado. El huérfano león huye del reino, pero a los años regresa como adulto (Matthew Broderick) para arrebatar su tierra natal de las garras Scar con la ayuda de sus amigos Timon (Nathan Lane) y Pumba (Ernie Sabella).
5. La historia interminable, de Wolfgang Petersen
De camino a la escuela, Bastian (Barret Oliver) se mete en una librería para evitar a los “matones” de su clase. Frecuentemente, le hacen la vida imposible y se ríen de él. Ya refugiado en la librería, conoce a su dueño, un amable anciano que le presta un libro mágico llamado La historia interminable.
La novela trata sobre un reino llamado Fantasía amenazada por “La nada”, una oscuridad que destruye todo lo que toca. El reino necesita la ayuda de un niño humano para sobrevivir. Cuando Bastian lee una descripción de sí mismo en el libro, comienza a preguntarse si el reino Fantasía es real y lo necesita a él para sobrevivir.
De esta forma, entra en un viaje fantástico lleno de aventuras y se ve sorprendido al descubrir que él mismo se convierte en el héroe de una historia que parece no tener fin. ¿Quién no recuerda el tema principal de la película cantado por Limahl y a Bastian subido en esa criatura enorme, peluda y blanca surcando el cielo de “El reino”?
6. Dentro del laberinto, de Jim Henson
Una de las películas fantásticas más emblemáticas de todos los tiempos. Un himno generacional producido por George Lucas y dirigido por el padre de los Teleñecos, Jim Henson. Con protagonismo (y canciones) de David Bowie y con una joven Jennifer Connelly.
La película toma la forma de una pesadilla que visita durmiendo a una adolescente llamada Sarah (Jennifer Connelly) que vive en un mundo de ensueño, magia, leyenda, princesas de hadas y hechizos. Cuando está cuidando a su hermano pequeño, ella desea en broma que unos duendes se lo lleven y desafortunadamente consigue su deseo.
Sarah es visitada por Jareth (David Bowie), el gobernante del mundo místico que está fuera de la vista de los ojos ordinarios de la gente. Él le asigna una tarea: puede recuperar al niño, pero solo encontrando su camino a través de un laberinto sin fin hasta el castillo en el centro.
Sarah debe recorrer un laberinto para rescatar a su hermano pequeño, que está en manos del poderoso rey Jareth. La niña descubre inmediatamente que ha llegado a un lugar donde las cosas no son lo que parecen.
7. Mi chica, de Howard Zieff
El niño estrella de Solo en Casa, Macaulay Culkin nos mostró su lado más dulce en esta comedia dramática, todo un clásico de los años 90, sobre la tierna historia amistad entre dos niños.
Mi chica es una película sobre jóvenes que crecen. La película tiene el encanto de pueblo pequeño de la Pensilvania de los años 70, con solo un toque de rareza cuasi-Lynchiana: una muerte absurda, el fantasma de la madre muerta, la funeraria dirigida por su jovial padre hasta la tragedia que marca la última mitad de la película.
La jovencita Vada Sultenfuss está obsesionada con la muerte. No es de extrañar, su madre murió cuando era pequeña, su padre tiene una funeraria y su mejor amigo,Thomas J. es alérgico a todo.
Su padre ha contratado a una maquilladora y parece que se está enamorando. Vada no aceptará la nueva relación de su padre e intentará hacer todo lo posible para que rompan. Con Mi chica lloramos de niños y todavía ahora nos preguntamos si nos hizo enfrentarnos a la idea de la muerte demasiado pronto.