¿Qué caracteriza a una personalidad pesimista?
¿Te preguntas si es necesariamente negativo tener una personalidad pesimista? Algunos autores como Jean Cocteau dicen que “mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo”. ¿Es algo normal? ¿O tal vez existen diversas formas de ser pesimista?
El pesimismo tiene fama de ser uno de los peores filtros que podemos incorporar a la percepción de la realidad, tanto la interna como la externa. Más de uno cree que es una forma de pensar donde todo es malo, oscuro y triste.
Sin embargo, este es un cliché que debemos combatir. No se debe asociar esta personalidad a la tristeza de forma obligatoria. Pese a que hay ciertas características comunes en los pesimistas, no todos son tristes. Vamos a descubrir por qué.
Cómo es una personalidad pesimista
Podemos definir una personalidad pesimista como una forma de comportamiento y pensamiento caracterizada por el hecho de juzgar todo de la peor forma. Es decir, cuanto ocurra o pueda suceder será siempre interpretado desde un enfoque que no vaticina un buen desenlace.
Pero ahora debemos pensar si esto está realmente relacionado con la tristeza. Es decir, ¿esta forma de ver el mundo implica realmente que el individuo es depresivo o sufre un dolor emocional de cierta magnitud?
La verdad es que no. Es decir, hay personas pesimistas que realmente no tienen esperanza en que una situación concreta o todas ellas puedan mejorar. En este caso, pueden aparecer síntomas como la depresión o la indefensión aprendida. No luchan y no se esfuerzan porque todo vaya a ir de forma positiva.
Sin embargo, hay otro tipo de personalidad pesimista que sí mantiene la esperanza. A pesar de que su experiencia le lleva a pensar en negativo o a ponerse en el peor de los casos como forma de defensa, no significa que realmente crea que todo irá mal siempre.
“Uno tiene que tener el valor de su pesimismo”
-Ian Mcewan-
Características de una personalidad pesimista
Sea como fuere, una persona con personalidad pesimista, sea más o menos triste, suele presentar siempre una serie de características comunes que la define bien. ¿Te parece si vemos las más conocidas?
- En busca de la verdad: un pesimista se enfrenta cara a cara con la verdad, sin cortapisas ni paños calientes. Prefieren una realidad desagradable a que le traten de forma condescendiente o a que le endulcen una situación que realmente no es agradable.
- Su atención siempre irá a lo negativo: los individuos con este tipo de personalidad enfatizan lo malo. Para este perfil, se da por hecho que lo que está bien funciona como debe, así que no les llama la atención. Pero ante cualquier problema o algo que no está bien, ellos no lo normalizan, sino que lo detectan y lo denuncian.
- Sus expectativas siempre son bajas: como dijimos, una personalidad pesimista puede ser una forma de defensa. Así pues, estas personas crean su propio escudo que las defiende de la frustración. Con esta coraza protectora lógicamente no guardan grandes esperanzas de futuro. Sus expectativas son muy bajas y saben que para mejorarlas necesitan hacer sacrificios y esforzarse.
- Son muy resistentes: ante procesos complejos, como podría ser un duelo o perder un puesto de trabajo, muestran una enorme resistencia. Viven los malos momentos como una parte lógica de la vida. Son conscientes de que lo malo va a ocurrir hagan lo que hagan, por lo que lo aceptan, amortiguan el efecto y muestran estabilidad emocional bastante elevada.
- No es una patología: muchos creen que el pesimismo es una patología o parte de ella, pero no tiene por qué ser así. A veces es un simple patrón. También para muchos perfiles es parte de una forma de ser realista. Ahora bien, podrá ser parte de un trastorno psicológico como la depresión, pudiendo encontrarse como un síntoma.
- Algunas personas ocultan el pesimismo: no es extraño, dado que socialmente no se ve bien, que muchos lo oculten. En un mundo en que la superación personal y el camino al éxito parece ser lo que prima, muchos individuos esconden su verdadera forma de ser, más realista y pesimista. No obstante, va contra su naturaleza y les puede provocar estrés.
“El optimismo empieza con una mueca explícita y el pesimismo termina con gafas de sol. Además, los dos son simples poses”
-Oscar Wilde-
Ya sabes que si te tildan como persona con personalidad pesimista, no tienes por qué tomarlo como algo negativo. De hecho, no es sinónimo de tristeza e incluso podría ser ejemplo de estabilidad emocional y pensamiento realista. Hay quien piensa que podría ser incluso una herramienta para crear un futuro más positivo, aunque esa ya es otra historia…
¿Existe un punto medio?
De la misma forma que existe gente pesimista, existe gente demasiado optimista que sufren cuando las cosas no salen como quieren. Por lo que encontrar un punto medio podría ser una gran ventaja. Desde la Psicología Budista se habla de la Ecuanimidad. ¿En qué consiste? Se trata de no aferrarse a lo positivo ni echar leña al fuego a lo negativo. Tampoco se trata de ser una “planta”. Llevado a un punto de vista práctico se traduciría en no esperar el peor resultado pero tampoco el mejor, simplemente no formarse expectativas, o al menos, no aferrarse a ellas.
De esta forma, ocurra lo que ocurra, no nos afectará de forma tan negativa. Tampoco se trata de volverse nihilista. Podemos luchar por aquello que queremos, pero conscientes de que puede salir como queremos o de forma diferente. Aceptar que no todo está bajo nuestro control nos quita un gran peso de encima. Si damos lo mejor de nosotros en el trabajo pero el resultado no es el esperado, saber que siempre pueden ocurrir contratiempos nos liberará de un gran malestar.