¿Por qué confundimos la izquierda y la derecha?
Así es, por llamativo que parezca, somos muchos los que confundimos la izquierda y la derecha. En ocasiones, basta incluso con que alguien nos dé una instrucción durante una clase de yoga o mientras conducimos, para dudar de nuestra intuición. Más allá de etiquetarnos como torpes, debemos entender que esa diferenciación es en un proceso neurológico complejo.
De algún modo, a una buena parte de nosotros nos es bien conocida esa frase de “dame eso de tu derecha… ¡No! de tu otra derecha”. Este tema siempre levanta algunas risas por parte de nuestro círculo cercano; sin embargo, cabe señalar que es un aspecto de gran trascendencia y seriedad. Algo así no solo puede provocarnos algún que otro percance mientras conducimos.
Asimismo, son conocidos esos errores a nivel quirúrgico, ahí donde más de un equipo médico ha operado la pierna que no era o extirpado, por ejemplo, el riñón equivocado. Esto último sucedió en el año 2000, tal y como nos explican en un estudio publicado en el British Medical Journal. El urólogo John G. Roberts extirpó el órgano del lado equivocado, provocando la muerte del paciente al dejarlo sin el único riñón funcional.
Son, sin duda, equivocaciones lamentables y en las que el factor estrés, además, incrementa este tipo de tragedias. No obstante, algo que nos recomiendan los neurólogos es que vale la pena recurrir a algún tipo de estrategia mental. Detenernos unos segundos para clarificar dónde está la derecha y dónde la izquierda puede evitarnos, sin duda, pequeños errores de consecuencias poco deseables.
Uno de los factores por los que confundimos la izquierda y la derecha es por mera distracción. Este tipo de discriminación requiere que seamos capaces de centrar la atención unos segundos; algo que no siempre hacemos.
Cuando confundimos la izquierda y la derecha, ¿por qué ocurre?
Hay quien señala que confundimos la izquierda y la derecha porque tenemos un elevado cociente intelectual. En este sentido, señalar que no hay estudios concluyentes. Se sabe, eso sí, que cerca del 20 % tiene este problema con mayor frecuencia y que el 99 % de nosotros nos hemos equivocado alguna vez. Veamos, no obstante, qué nos dice la ciencia.
Diferenciar la izquierda de la derecha no es fácil
Muchos pueden reírse, pero discriminar dónde está la izquierda y dónde la derecha requiere un esfuerzo para nuestro cerebro. De hecho, le resulta más sencillo saber si algo está arriba o abajo. Diferenciar si algo está a un lado o a otro respecto a nuestra posición implica un proceso neurobiológico muy complejo.
- En esta discriminación debemos integrar procesos que implican desde la información sensorial y perceptual, nuestra memoria e incluso la función del lenguaje.
- Todo ello tiene que ver con nuestra lateralización cerebral, el modo en que organizamos la información y cómo procesamos todo aquello que nos envuelve.
Por tanto, identificar dónde está nuestra derecha y dónde nuestra izquierda en una milésima de segundo no es algo sencillo ni automático.
El giro angular en el lóbulo parietal puede explicar por qué confundimos la izquierda y la derecha
Hay quienes confundimos la izquierda y la derecha de manera constante. Lejos de ser algo puntual, es ese eterno sino que nos dificulta la distinción, orientarnos e incluso contar con una buena coordinación para hacer yoga o bailar, por ejemplo.
Un estudio llevado a cabo por los doctores Michael Hirnstein, Uri Bayer y Anne Ellison, y publicado en la revista Neurology, señala que el área que regula la coordinación en la discriminación es el giro angular en el lóbulo parietal. Hay quien presenta una menor activación en esta área, de ahí los consecuentes problemas para discriminar ambas orientaciones.
Ahora bien, hay casos más graves, en los que esta área presenta una mayor disfunción dando forma a lo que se conoce como s índrome de Gerstmann (Gold et al. 1995). En estas condiciones, aparece también la siguiente sintomatología:
- Agrafía (problemas para escribir).
- Acalculia (dificultad para asumir competencias matemáticas).
- Confusión para discriminar la izquierda de la derecha.
¿Qué podemos hacer para no confundir la izquierda de la derecha?
Somos muchos los que confundimos la izquierda y la derecha. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Bien, algo que nos recomiendan los neurólogos y psicólogos es que aceptemos que todos, absolutamente todos, podemos cometer un error en esta materia.
Factores como el estrés o estar en un entorno con muchos sonidos pueden hacer que en un momento dado cometamos un error (que podría ser grave en caso de estar al volante).
- Por tanto, para evitar estos errores, lo mejor es centrar nuestra atención.
- Asimismo, y para el día a día, hay una técnica muy sencilla para diferenciar la izquierda y la derecha. Para ello, colocamos nuestros pulgares formando un ángulo recto respecto al dedo índice. La mano que represente una “L” en la orientación correcta será la izquierda.
Por último, señalar que existen juegos y ejercicios que podemos descargar en nuestros móviles y que nos ayudarán a mejorar nuestra orientación y lateralidad. Al fin y al cabo, esta no es una competencia que facilitar únicamente en los más pequeños. También los adultos nos beneficiamos de este tipo de ejercicios mentales.
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- Gold M, Adair JC, Jacobs DH, Heilman KM. (1995). Right-left confusion in Gerstmann's syndrome: a model of body centered spatial orientation. Cortex, 31, 267-283.
- Gormley GJ, Brennan C, Dempster M. (2019). 'What … you can't tell left from right?' Medical students' experiences in making laterality decisions. Med Educ, in press.
- Hirnstein M, Bayer U, Ellison A, Hausmann M. (2011). TMS over the left angular gyrus impairs the ability to discriminate left from right. Neuropsychologia, 49, 29-33.
- Hjelmervik H, Westerhausen R, Hirnstein M, Specht K, Hausmann M. (2015). The neural correlates of sex differences in left-right confusion. Neuroimage, 113, 196-206.