Principales indicadores de autismo en la infancia
El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección del neurodesarrollo que suele identificarse a una edad temprana. Existen diferentes tipos de indicadores de autismo en la infancia que suele llamar la atención de los padres.
Debido a que se trata de un trastorno muy asociado al desarrollo, los síntomas pueden variar con la edad. Por esa razón, es bueno conocer cuáles son los principales indicadores. No se trata de que los padres hagan un diagnóstico, sino de que soliciten una evaluación en caso de que identifiquen alguno de los indicadores que describiremos a continuación.
El espectro autista en la infancia
De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños posee algún trastorno del espectro autista. El trastorno del espectro autista engloba un grupo de alteraciones neurocognitivas muy específicas.
Antes, solía diferenciarse el TEA en distintas afecciones como el síndrome de Asperger. Sin embargo, en la actualidad, sabemos que se trata de un mismo cuadro clínico que se manifiesta en varios grados.
Seldas (2012) publicó una revisión sobre los síntomas del autismo en los primeros años de vida. Entre sus observaciones, explica que no hay diferencias significativas entre un bebé de seis meses sin autismo y uno que sí lo tiene.
Indicadores del espectro autista en niños
A continuación, veremos los diferentes signos típicos del TEA. Si notas uno o más de estos comportamientos, lo más aconsejable es que acudas a un psicólogo, psiquiatra o neurólogo. En última instancia, será él quien tenga que realizar la evaluación y determinar qué está sucediendo exactamente.
1. Respuesta atenuada a los estímulos sociales
En el mismo estudio citado antes, se menciona que la primera señal es la baja respuesta a los estímulos sociales. Puede parecer que al niño o niña le interesa muy poco interactuar con otros infantes de su edad.
Tampoco responde a los estímulos de otros adultos, como cuando le hablan o juegan con él. Esta conducta se puede apreciar cuando está llegando al primer año de edad.
2. Conductas estereotipadas
Cuando hablamos de comportamientos estereotipados, nos referimos a acciones repetitivas que no tienen ningún fin aparente. Por ejemplo, el niño o la niña puede empezar a caminar en círculos o mecerse hacia adelante y atrás. Si bien da la impresión de que son conductas sin un objetivo, suelen usarlas como un modo de autorregular sus emociones.
Por tal motivo, es común observar estas acciones repetitivas en situaciones en las que el infante está estresado o ansioso. Los comportamientos estereotipados pueden aparecer después de que se cumple el primer año de edad.
3. Intereses restringidos
Observar los hobbies puede ayudarte a cómo saber si tu hijo tiene autismo. Los niños, adolescentes y adultos con TEA suelen tener un grupo de intereses particular y fijo. Por ejemplo, en la serie de Netflix Atypical, vemos a un personaje con autismo que se interesa mucho por los pingüinos. De este modo, es posible que le gusten videojuegos, programas de televisión, animales, etc.
Lo que caracteriza el trastorno del espectro autista es la restricción, según el trabajo de Riesgo et al. (2013). El niño o niña no se interesa por otras cosas que no sean ese tema específico. En consecuencia, su habilidad para compartir gustos en común con los demás se limita.
4. Regresiones en habilidades comunicativas o sociales
Con el desarrollo, es normal que los infantes aprendan a decir palabras o interactuar con otros. A pesar de las dificultades, los niños con autismo pueden dominar habilidades comunicativas simples y tener logros sociales.
Aunque, es común que entre los dos primeros años “pierdan” dichas habilidades. Entonces, vemos a niños que ya no hablan como antes o no interactúan como solían hacerlo.
5. Problemas para tolerar los cambios
La novedad supone un reto para los niños y las niñas con autismo, quienes suelen preferir rutinas bien estructuradas. Es probable que los veamos realizar las mismas actividades una y otra vez a lo largo de la semana.
Cualquier cambio en sus rutinas puede ser difícil de procesar para ellos y podría generar reacciones emocionales intensas como ansiedad o rabietas.
6. Hiperestesia o hipersensibilidad
La hiperestesia es una alteración de la percepción que potencia la sensibilidad ante cualquier estímulo, incluso los de baja intensidad. Por ejemplo, a un niño con autismo podría resultarle insoportable escuchar música a volumen alto. Otros sonidos que pueden alterarlo son los de fuegos artificiales, globos reventando y cualquier sonido fuerte.
7. Ausencia de juego simbólico: como si…
La forma en que juegan los niños es un indicador útil de cómo saber si tu hijo tiene autismo. Por lo general, los niños y las niñas tienden a realizar lo que conocemos como “juego simbólico”. Esto consiste en representar situaciones de la vida cotidiana usando juguetes u objetos disponibles en su entorno. Como cuando cogen una ramita y fingen que es una espada o actúa como si fuesen la mamá o papá de un muñeco.
Los niños que presentan TEA tienden a no participar en este tipo de juegos. Para ellos, la idea de que una rama pueda ser una espada carece de sentido alguno. Su pensamiento suele ser muy concreto y rígido.
8. Ecolalia
La ecolalia es una afección del lenguaje, quienes la presentan repiten palabras o sonidos que acaban de pronunciar o escuchar. Con frecuencia, los niños con autismo se comunican repitiendo palabras o frases que escucharon aun sin comprender su significado.
¿Qué debo hacer si sospecho que mi hijo tiene autismo?
Ante cualquier sospecha de que su hijo pueda estar presentando algún trastorno, lo mejor es acudir con un profesional. Los psicólogos, psiquiatras y neurólogos están capacitados para evaluar y diagnosticar el trastorno del espectro autista. Asimismo, pueden indicarle qué tan profunda es la alteración y cuáles son las limitaciones que podría tener su hijo.
Se trata de un espectro que engloba muchos trastornos, así que los síntomas pueden variar. No todos los infantes con autismo manifiestan los mismos indicadores de autismo en la infancia
Para concluir, se debe señalar que algunos síntomas del TEA pueden confundirse con los de otros trastornos. Si te preguntas si tu hijo tiene autismo a raíz de observar ciertas conductas, consulta con un especialista. En ocasiones, se trata de otras alteraciones que requieren intervenciones diferentes.
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- Morrison, J. (2015). DSM-5® Guía para el diagnóstico clínico. Editorial El Manual Moderno.
- Quijada, C. (2008). Espectro autista. Revista chilena de pediatría, 79, 86-91.
- Riesgo, R. D. S., Becker, M. M., Ranzan, J., Winckler, M. I. B., & Ohlweiler, L. (2013). Evolución de los niños con retraso del desarrollo y conductas del espectro autista. Medicina (Buenos Aires). Buenos Aires. Vol. 73, supl. 1 (sep. 2013), p. 16-19.
- Seldas, R. P. (2012). Los síntomas de los trastornos del espectro de autismo en los primeros dos años de vida: una revisión a partir de los estudios longitudinales prospectivos. In Anales de pediatría (Vol. 76, No. 1, pp. 41-e1). Elsevier Doyma.