Psicología del heroísmo: los patrones del coraje
Los actos de heroísmo tienen el poder de sobrecogernos. Nos devuelven la esperanza en la especie humana, recordándonos al mismo tiempo nuestro poder para trascender la individualidad. Sin embargo, en frío no es tan fácil definir cómo se abordan estos actos y qué caracteriza a los héroes contemporáneos.
En la mitología de la mayoría de las sociedades, el héroe es alguien especial que encarna los valores más apreciados de su cultura. Es un modelo idealizado de ser humano que sirve como ejemplo para una comunidad. También evoca un esquema literario en el que usualmente alguien descubre que tiene habilidades excepcionales.
En la realidad, el héroe es alguien que destaca por haber llevado a cabo una h azaña extraordinaria que requiere de valor, por cuanto implica exponerse al peligro para rescatar a alguien de una situación catastrófica.
«Solo en la fortuna adversa se hallan las grandes lecciones del heroísmo».
-Séneca-
El heroísmo, un concepto impreciso
Arthur Ashe, un deportista profesional, definía el heroísmo en los siguientes términos: «el verdadero heroísmo es notablemente sobrio, muy poco dramático. No es el impulso de superar a todos los demás a cualquier costo, sino el impulso de servir a los demás a cualquier costo».
El Heroic Imagination Project (HIP) es una organización no lucrativa que busca promover el heroísmo de las personas en la vida cotidiana. Para esta entidad, el heroísmo no solo implica un comportamiento de extrema generosidad , sino un valor moral muy elevado.
El punto de vista de la psicología
Philip Zimbardo es quizás el psicólogo más emblemático de la psicología social. Para él, la principal característica del h é roe es una preocupación constante por las personas necesitadas. Considera que la principal motivación de estos seres excepcionales radica en sus principios morales. Tanto así que no les importa poner en riesgo su propia vida para ayudar a los demás.
Por otro lado, Scott T. Allison y George R. Goethals, profesores de psicología de la Universidad de Richmond, llevaron a cabo varios estudios. Encontraron, a partir de varios sondeos, que en general los héroes son perci b idos como personas morales y competentes.
De igual modo, pudieron determinar que, según esta percepción, las cualidades que distinguen a un héroe son la inteligencia, la fortaleza, la resistencia, el desinterés, el carisma, la confiabilidad y la inspiración. Las personas creen que en esencia estas características definen al héroe.
Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology sugirió que los héroes tienen 12 rasgos centrales que son:
- Valentía.
- Convicción.
- Coraje.
- Determinación.
- Servicial.
- Honestidad.
- Inspirador.
- Integridad moral.
- Protector.
- Autosacrificio.
- Desinterés.
- Fuerza.
Del prototipo al concepto
Los psicólogos Elaine L. Kinsella, Timothy D. Ritchie, y Eric R. Igou son autores de varios artículos y de un libro sobre el tema. Al respecto, observaron que no existe una definición como tal para el término héroe o heroísmo. Lo que sí existe es un prototipo definido a partir de varias características: valentía, integridad, honestidad, protector, altruismo, sacrificio, determinación, salvador, ser útil e inspirador.
Finalmente, para el psicólogo humanista Frank H. Farley está claro que existen varios tipos de héroes. En este sentido, considera principal la variable « sacrificio involucrado» para determinar la categoría a la que cada héroe pertenece.
Se puede ser un héroe con «H» mayúscula o un héroe con «h» minúscula.
- Los héroes con mayúscula serían aquellos capaces de negociar con el riesgo de manera acertada en situaciones en las que este es importante.
- Los héroes con minúscula practican el heroísmo como una filosofía de vida en la que suman poquito a poquito a la vida de los demás. Cuidan los detalles y son conscientes de que con un pequeño gesto pueden hacer que los demás se sientan mejor.
Los factores del heroísmo
Farley señala que existen dos factores subyacentes que acompañan todo acto de heroísmo. Por un lado , la disposición a asumir riesgos ; y, por otro , el acto generoso en sí. Ponen sus recursos al servicio de los demás, aunque en ocasiones esto pueda ir en contra de sus intereses «más egoístas».
En la mayoría de las especies superiores existe una predisposición a auxiliar a sus parientes. Este concepto es llamado «selección parental» y tiene que ver con la supervivencia de ese grupo en particular. En los humanos, muchos se solidarizan con sus semejantes, con la expectativa de que en el futuro les devuelvan el favor. Esta categoría es conocida con el nombre de «altruismo recíproco».
Finalmente, existiría una modalidad denominada «situacional», en la que son las circunstancias del momento las que exigen una intervención inmediata. Se podría decir que se trata de una reacción de reflejo frente a una eventualidad. Esta es la más afín al heroísmo.
En este caso, no existe vínculo familiar y la respuesta del héroe obedece a aspectos que tienen que ver con su personalidad, su cultura y la situación. Cuando les preguntan por qué se pusieron en peligro para ayudar a otro, suelen restarle importancia a su acción. Ellos entienden su proceder como natural, respondiendo de esta manera a la máxima de la ética kantiana: « obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de los fines».
Para concluir, el heroísmo es propio de quien reconoce el valor y la dignidad de toda vida. Cuando un héroe actúa, sale al encuentro de aquello que lo está necesitando. Cada acto heroico es una prueba del coraje de existir para el bien de los demás y de la vida en general.
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- Kinsella, E. L., Ritchie, T. D., & Igou, E. R. (2015). Zeroing in on heroes: a prototype analysis of hero features. Journal of personality and social psychology, 108(1), 114.
- Pedrosa, J. M. (2003). La lógica de lo heroico: mito, épica, cuento, cine, deporte...(modelos narratológicos y teorías de la cultura). Los mitos, los héroes, 37-63.
