El síndrome de Boreout: la otra cara del Burnout
El mundo laboral a veces puede ser bastante tóxico. Es cierto que tener un empleo hoy en día es sinónimo de privilegio, pero eso no significa que estemos exentos de problemas. Existen una serie de afecciones relacionadas con el trabajo que pueden derivar en depresión, insatisfacción y ansiedad. Una de ellas es el síndrome de Boreout, antagonista del Síndrome de Burnout.
En el caso del Burnout, los trabajadores se encuentran bajo un profundo agotamiento mental -producto del exceso de trabajo- que suele derivar en problemas físicos y emocionales. Tales como: problemas de ansiedad, insomnio y estrés crónico.
En cambio, el síndrome de Boreout se basa en el sentimiento de aburrimiento que provoca la falta de expectativas en el empleo. Dicho concepto surgió en 2007 de la mano de Philippe Rothlin y Peter R Werder.
“La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”
-Edward Salk-
¿Qué es el Síndrome de Boreout?
El síndrome de Boreout es un fenómeno que a simple vista puede parecer completamente inofensivo. Tener tan poco trabajo o de tan poca responsabilidad que no sepamos qué hacer el resto del tiempo es el sueño de muchas personas.
Lo que muchos no saben es que esta situación acaba afectando negativamente a aquellos que la experimentan. La falta de objetivos, el desinterés y la frustración no tardan en aparecer, provocando a largo plazo una depresión, apatía y problemas de concentración.
Elementos que lo componen
Según Phillipe Rothlin y Peter Werder, el síndrome de Bureout está compuesto por los siguientes elementos:
- Aburrimiento: caracterizado por el desgano, la duda y la desorientación, ya que el trabajador no sabe qué hacer durante gran parte de la jornada laboral. Éste puede ser provocado por el tipo de actividades a realizar (tediosas, monótonas o sin sentido) o por el contenido de las misma.
- Desinterés: refiere a una ausencia de identificación con el trabajo. En este caso, el trabajador puede sentir desinterés por lo que representa la organización, por el trabajo propiamente dicho y por su situación dentro de la empresa.
- Infraexigencia: sentimiento que surge ante la capacidad de poder rendir más que aquello que le exige la empresa o su superior. Esta experiencia surge porque sus habilidades superan las actividades que le son asignadas o porque la cantidad de tareas que se le asigna es mínima.
Estos tres componentes guardan una estrecha relación e interactúan entre sí. Por ejemplo, aquel que se encuentra infraexigido empieza a aburrirle el trabajo, y quien se aburre tarde o temprano empezará a perder interés por lo que hace.
Causas del síndrome de Boreut
Esta sensación crónica surge de la falta de planificación, el acaparamiento de las tareas más interesantes por parte de otros, la sobrecualificación o limitaciones a la hora de innovar.
En estos casos, los profesionales no ven reconocido ni valorado su trabajo por parte de sus superiores. Esto hace que el trabajador se dé cuenta de que por más que se esfuerce, su puesto será el mismo.
Influye también la escasa preparación y cualificación para el puesto, que hace que no se alcancen los objetivos establecidos a pesar del esfuerzo realizado. En este caso, el trabajador acaba sintiéndose inútil y deja de lado sus funciones.
Por su parte, los empleos relacionados con tareas monótonas promueven también esta situación, como las cadenas de montaje o almacenamiento. Hacer el mismo trabajo durante horas, sin apenas variación es, además de aburrido, algo contraproducente.
Diagnóstico del Boreout
Para realizar el adecuado diagnóstico de Boreout es pertinente saber diferenciar esta afección de otros trastornos con los que comparte algunos síntomas. Estos son:
- Síndrome de Burnout: este caso, se pueden presentar síntomas similares al de Boreout. Sin embargo, las causas son totalmente opuestas. Y es que en el Burnout, el trabajador sufre de agotamiento, al no poder con las continuas demandas de sus jefes, lo que le genera también una situación de estrés crónico. Además, el empleado no tiene tiempo de aburrirse, no muestra una baja autoestima y no presenta un sentimiento de infravaloración de sus potencialidades.
- Depresión mayor: si bien existe un abatimiento en este trastorno, se presentan otros síntomas como la tristeza y la anhedonia, los cuales no aparecen en el síndrome de Boreout.
- Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo: comparte con el síndrome de Boreout una sensación de apatía por las actividades que antes resultaban motivadoras, pero en este trastorno de personalidad la apatía no es producto del aburrimiento crónico.
- Síndrome de fatiga crónica: la fatiga es el elemento principal y no existe necesariamente una baja autoestima, ni infravaloración personal n tampoco condiciones laborales que desmotiven, como es el caso del Boreout.
- Duelo: si bien no es un trastorno psiquiátrico, ésta afección puede perjudicar el desempeño del trabajador. Pero, después de un tiempo, el sujeto suele volver a su estado funcionamiento normal.
Cabe destacar que el diagnostico diferencial con estas afecciones no implica que la misma persona no pueda presentar dos (o más) de forma simultanea. De hecho, el síndrome de Boreout puede desembocar en una depresión mayor si no se atiende a tiempo.
De ahí, la importancia de saber establecer un diagnostico claro, para así poder intervenir de la forma más adecuada, según sea el caso.
Tratamiento
El enfoque principal del tratamiento es modificar las circunstancias que están generando el síndrome, las cuales producen una baja autoestima y un estado de ansiedad crónica.
De esta forma, se buscará mejorar las condiciones laborales para que la persona afectada consiga una mayor implicación en el trabajo. Y, si esto no se logra dentro de la organización actual, será pertinente cambiar de puesto, buscando otro que se adecúe a las expectativas y necesidades del trabajador.
Sin embargo, el tratamiento no se reduce a ello. En paralelo, un profesional en salud mental puede abordar al trabajador proporcionándole herramientas que le permitan afrontar la situación y fortalecer su autoestima. Entre las técnicas a utilizar se encuentran:
- Manejo del estrés a través de la correcta identificación de los síntomas (por ejemplo, tensión muscular, respiración acelerada, intranquilidad, etc.) y la consecuente aplicación de técnicas de relajación, previamente entrenadas; como la respiración profunda o visualización de lugares agradables.
- Reestructuración cognitiva. En este caso, el profesional enseña al afectado a combatir los pensamientos intrusivos de inutilidad y de infravaloración, lo que produce su baja autoestima.
- Diario de síntomas, donde el trabajador debe anotar cuándo se siente indispuesto y cuáles son los síntomas que experimenta. A la larga, esto ayudará al afectado a ser más consciente de las consecuencias que tiene el estrés crónico en su salud.
Adicional a la intervención psicoterapéutica, es recomendable que el trabajador sea atendido por un médico que le ayude a tratar las enfermedades psicosomáticas que hayan surgido gracias al síndrome.
¿Cómo puede prevenirse el síndrome de Boreout?
El Síndrome de Bureout puede prevenirse siempre y cuando las empresas tomen las medidas adecuadas. La salud mental de los empleados es fundamental para que se lleve a cabo una buena realización de las tareas. Ignorar sus necesidades, infravalorarles y no prestar atención a sus sugerencias propiciará que el clima laboral empeore.
Existen una serie de focos a los que hay que prestar la suficiente atención. Centrarse en ellos, estudiarlos y establecer soluciones es primordial para acabar con este trastorno psicológico. Si la propia empresa decide no intervenir, deberán ser los trabajadores los que busquen alternativas.
Practica actividades fuera del horario laboral
Es recomendable separar la vida laboral de la personal. Al acabar la jornada, debemos desconectar y realizar actividades que nos gusten y motiven. Practicar deporte, hacer teatro, yoga, ir al cine o quedar con los amigos son las opciones más recurrentes.
Leer es también un pasatiempo bastante utilizado, puesto que nos permite evadirnos de la realidad. Somos seres humanos, y como tales necesitamos distracciones. Procura que sean saludables y no recurras a alternativas perjudiciales, como el alcohol o las drogas.
Habla con un especialista
Si notas que necesitas ayuda externa, habla con un especialista. Los psicólogos y psiquiatras son los encargados de velar por tu salud mental y emocional. Ellos te ayudarán a encontrar técnicas de relajación, escucharán tus problemas y te acompañarán en la búsqueda de soluciones.
No debe darte miedo pedir ayuda. A veces unas sesiones al mes hacen mucho más de lo que pensamos.
Realiza una lista de objetivos
Llevar a cabo una lista con objetivos a corto y largo plazo siempre viene bien. Piensa en todo aquello que deseas conseguir en poco tiempo, y después en tus sueños a largo plazo. Reflexiona, establece conexiones y toma decisiones para llegar a dónde quieres.
Algunas de tus metas puede que sean imposibles, pero otras no. El esfuerzo y la constancia van siempre de la mano de la suerte, que aparece cuando debe. Procura estar preparado para cuando te encuentre.
Habla con tus superiores
Si ves que no son conscientes de la situación, plantéate hablar con ellos. Puede que si les expones tus argumentos te escuchen y se produzca un cambio. Procura ser amable y no exigir, explicando con tranquilidad tu punto de vista del asunto.
En el peor de los casos todo seguirá igual, pero al menos sabrás que lo has intentado. Es mucho pero quedarse parado, sin hacer nada, por miedo a la respuesta. Ten valor para pelear por tus derechos como trabajador.
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- Cabrera L. Síndrome de Boreout: Diseño, confiabilidad y validación preliminar de un instrumento para su medición. Rev. Univ. Ind. Santander. Salud [Internet]. 2014 [consultado 31 mar 2022] ; 46(3): 259-265. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-08072014000300006&lng=en.
- Rothlin P, Werder P. El nuevo Síndrome Laboral Boreout. 1° Edición. España: Penguin Random House Grupo Editorial; 2011.