¿Qué estudia la psicología industrial y cuál es su importancia?
La psicología industrial es la disciplina que se encarga del análisis, explicación y control del comportamiento humano en entornos profesionales. A pesar de contar con una corta tradición de existencia, esta experimenta un enorme crecimiento en las últimas décadas.
Y es que el trabajo es una de las parcelas más importantes de nuestra vida. Es por eso que tanto empleados como jefes se interesan por comprender la mente humana, con el fin de potenciar el rendimiento, así como el bienestar y felicidad de los equipos. Por todo ello, para ampliar tu conocimiento, a continuación, haremos un repaso sobre este tema.
Historia de la psicología industrial
Para encontrar los orígenes de esta rama de la psicología nos tenemos que remontar a principios del siglo pasado. Los psicólogos Hugo Münsterberg y Walter Dill Scott son considerados los fundadores, a partir de sus estudios experimentales en los que aplicaban los principios de la psicología para la selección y capacitación de los mejores trabajadores.
Pero como en muchas disciplinas científicas, los mayores avances en este campo aparecieron a partir de las guerras mundiales. En 1914, para clasificar a millones de reclutas, el ejército estadounidense diseñó dos pruebas de inteligencia general (Army Alfa y Army Beta). Este hecho marcó el nacimiento definitivo de la psicología industrial.
En los años 20, el estudio se dirigió más hacia cómo las condiciones físicas de los puestos de trabajo y las relaciones humanas impactan el rendimiento laboral. En este ámbito, destacan los experimentos de Hawthrone realizados en la planta de la Western Electric Company-Illinois. Así se puso de manifiesto cómo las condiciones sociales y relacionales del ambiente laboral son mucho más importantes que las físicas y estructurales.
Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1944, la APA (American Psychological Association) reconoce el carácter científico de la psicología industrial y crea la División 14.
Ya en los años 70, la tendencia cambia y el foco deja de estar en la productividad para orientarse hacia variables como el bienestar, la inteligencia emocional o el liderazgo informal. Se asume que las mismas están muy relacionadas con el rendimiento, y que no solo importan las habilidades técnicas. A día de hoy, todavía continúan los estudios en este sentido.
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¿Qué busca la psicología industrial?
Tal y como avanzamos antes, esta rama de la psicología investiga desde la ciencia el comportamiento del ser humano en entornos laborales; sus ámbitos de actuación y estudio son múltiples. Entre los objetivos que persigue dicha disciplina destacan los siguientes:
- Analizar los puestos de trabajo: cuáles son las funciones, habilidades, aptitudes y actitudes que debe tener un empleado para realizar de forma óptima las tareas que requiere un determinado puesto.
- Seleccionar personal: cuando se definen los requerimientos necesarios, toca buscar al candidato con tales características. Gracias a las técnicas e instrumentos es posible concretar este objetivo de forma eficiente.
- Capacitar a los profesionales: a través de esta rama psicológica, se promueve la constante formación de los trabajadores para adaptarse a un mundo en constante cambio. Esto implica aprender habilidades emocionales y sociales, además de técnicas.
- Motivar y manejar los sistemas de recompensa: más allá del salario, se trata de precisar cuáles son las motivaciones primarias en una persona para que desempeñe sus funciones con satisfacción. Como, por ejemplo, incentivos, primas, días de vacaciones, halagos o reconocimientos públicos.
- Evaluar el rendimiento: crear métodos y sistemas que permitan tener una medida cuantitativa del rendimiento de los trabajadores. Es una forma de ayudar a la empresa a conocer si se están alcanzando los objetivos tanto individuales como empresariales. También contribuye a que los jefes sepan si los sistemas de motivación o el proceso de selección está funcionando.
- Adaptar la vacante al trabajador: estamos ante una disciplina que trata la relación del ser humano con máquinas o sistemas despersonalizados. Por esta razón, entre las tareas de este campo sobresale la necesidad de adaptar las características del puesto a las condiciones del trabajador. La introducción de pausas en la actividad o la estructura de determinados equipos toma en cuenta el factor humano dentro del entorno laboral.
¿Qué hace un psicólogo industrial?
El psicólogo dentro de la empresa tiene la misión de describir, predecir, explicar y controlar el comportamiento de los trabajadores, tanto en tareas individuales como grupales. Se sitúa como un intermediador entre la compañía y la persona, de manera que ambos alcancen sus objetivos de manera satisfactoria, mejorando así el ambiente laboral.
Funciones del psicólogo industrial
A lo largo del tiempo, las funciones del psicólogo industrial se ampliaron según lo que las tendencias en investigación y desarrollo consideraban como nuevo foco de atención. Por ello, no es fácil delimitarlas todas. A modo de ejemplo, citaremos algunas:
- Asesorar a los directivos en cuanto a estilos efectivos de liderazgo, tanto formal como informal.
- Seleccionar personal para su contratación en función de la filosofía de la empresa y las características del puesto de trabajo.
- Favorecer la cultura propia de la organización. Hacer que los miembros se sientan parte de ella y que no la vivan de forma ajena.
- Prevenir de forma primaria los factores asociados al trastorno mental común que se da en el trabajo: el síndrome de burnout.
- Ayudar en la resolución de conflictos. Incluso, actuar de mediador o árbitro cuando es complicado alcanzar una solución compartida.
- Acompañar a los trabajadores que atraviesen una situación personal complicada, y que esto pudiera perjudicar su desempeño.
- Fomentar las variables psicológicas enlazadas con el rendimiento en el trabajo, como la comunicación, creatividad o trabajo en equipo.
- Diseñar y aplicar instrumentos para recoger y analizar información de diferentes fuentes; como entrevistas, test, dinámicas de grupo, situaciones de observación o role-playing.
Formación de un psicólogo industrial
Si te atraen estas funciones y quieres dedicarte a esta área de la psicología, es pertinente que conozcas la formación que habilita tal profesión. Lo primero de todo es obtener el grado o licenciatura en Psicología. Esto significa pasar por una universidad durante cuatro o cinco años, depende del sistema educativo de cada país.
Una vez cursado el grado es posible comenzar a trabajar como reclutador o técnico de selección e ir promocionando de forma interna; o decantarse por hacer un máster especializado en la materia, como por ejemplo el Máster de Psicología Organizacional y del Trabajo.
En ambos casos, llegar a desempeñar este puesto requiere una extensa formación técnica y práctica; aparte de habilidades que van más allá como la capacidad de escucha, empatía y ser muy observador.
Psicología industrial y organizacional, ¿es lo mismo?
El término psicología organizacional se emplea con frecuencia como sinónimo de industrial. No obstante, en el terreno técnico existe un matiz que establece la diferencia entre ambas.
Si bien es cierto que las dos tratan el comportamiento en el ámbito laboral, en particular la industrial se centra en el individuo y su conducta relacionada con un puesto de trabajo.
Por su parte, la organizacional se interesa por el conjunto. Es decir, en la dinámica de toda la organización, o empresa, y cómo esta influye sobre las personas.
Te explicamos más La psicología de las organizaciones: ¿en qué consiste?
¿Cuál es la importancia de la psicología industrial?
Mejorar el rendimiento y el clima laboral son objetivos principales de las empresas en la actualidad. Para lograrlos es necesario contar con especialistas en el campo psicológico industrial.
Además, no solo importa la productividad; se presta más atención a aspectos que tienen que ver con el bienestar emocional de las personas en el trabajo: qué piensan y cómo se sienten respecto a la empresa, sus funciones y la relación con sus compañeros.
Ligado a lo anterior, otro ámbito de estudio en auge es la satisfacción laboral. Así las cosas, no solo importa si los empleados están contentos o no con su trabajo, sino qué variables manejar para favorecer esto.
De acuerdo con un estudio publicado en la Revista Dilemas Contemporáneos, existe una relación positiva entre satisfacción, motivación y desempeño. Por tanto, los gestores tienen que saber cómo operar estas tres columnas para optimizarlas.
La psicología es un pilar en las empresas
Las corporaciones se componen en esencia de las personas. Por esa razón, dentro de ellas, es necesario contar con especialistas que comprendan el comportamiento y las relaciones humanas.
Los psicólogos industriales ayudan a que la empresa alcance su máximo potencial, pero no solo eso. También se ocupan de que el personal esté satisfecho y motivado con lo que hace. Cumplir los objetivos de ambas partes requiere tener grandes conocimientos teóricos y experiencia en el sector.
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- Mora Romero, J. L., & Mariscal Rosado, Z. M. (2019). Correlación entre la satisfacción laboral y desempeño laboral. Dilemas Contemporáneos: Educación, Política y Valores, 100, 1-11. https://dilemascontemporaneoseducacionpoliticayvalores.com/index.php/dilemas/article/view/1307
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