Quiero aprender a no permitir el maltrato
¿Me verán débil? ¿Por qué yo y no otros? El maltrato es selectivo, o eso es lo que parece a las personas que han sufrido alguna vez algún tipo de maltrato. El maltrato puede venir por nuestra pareja, por nuestros amigos o, incluso, por nuestra familia. El maltrato puede sorprendernos en cualquier instante y cogernos totalmente desprevenidos.
El maltrato puede ser tanto verbal como físico. Esto hay que tenerlo muy en cuenta porque el maltrato verbal es quizás el más extendido por ser el más difícil de detectar. Es tan sutil que, a veces, no podemos descubrir a nuestro agresor porque sus golpes son sus palabras.
“La diferencia entre agresión y maltrato la define su objetivo. Mientras la agresión se define por la lesión que provoca, el maltrato queda descrito con palabras como sometimiento, humillación, dominio, miedo, esclavitud, etcétera.”
-Juan Antonio Cobo Plana-
Aprendiendo a ser asertivos
Lo primero que debemos comprender si no queremos ser maltratados, es que debemos aprender a ser asertivos. La asertividad es algo que se puede aprender. Aprendemos a hacer valer nuestros derechos, aprendemos a hacer que nos respeten, aprendemos a expresar lo que sentimos…
Es muy fácil decirlo, pero difícil hacerlo. Y esto lo sabe el maltratador. Por eso, suele utilizar situaciones en las que te deja totalmente boquiabierto, ¡te sorprende! De esta manera, no sabes cómo actuar.
Hasta que no se repite una situación una segunda vez, no sabes qué paso dar. Te sientes confundido, tal vez perdido y tu sorpresa es tal ante su reacción que te quedas como en shock. Es totalmente normal. La situación, en ocasiones, te supera. Situaciones diversas y variopintas que nunca esperarías que sucediesen y menos ¡de mano de esa persona!
“En el maltrato el efecto causado supera en mucho el hecho físico causante.”
-Juan Antonio Cobo Plana-
Llegados a este punto es necesario reflexionar sobre ¿vas a responder o a reaccionar ante el maltrato? Son dos cosas muy diferentes. Piensa que lo importante es no entrar en el juego del maltratador, lo que interesa es que deje de interesarse por nosotros.
Para no ser interesantes para el maltratador debemos saber contraatacar todo lo que él nos diga. Para ello está la asertividad. No dejar que alguien pueda usar su poder contra nosotros, no permitir que nos amedrente será lo mejor que podamos hacer.
No entres en su juego
Como bien hemos dicho, lo mejor será no entrar en su juego. Por ello nuestra reacción debe ser muy importante, pues con ella el maltratador sabrá si dejarnos en paz o continuar. Con esto, ten en cuenta algunos factores que te ayudarán a lidiar con un maltratador:
- El maltratador provocará en ti miedo. Utilízalo para pensar rápido, estar más despierto y saber cómo responder. No dejes que el miedo te paralice y te bloquee.
- Sé firme y cuestiona todo lo que ordene el maltratador. No permitas hacerle saber que puede tener el poder sobre ti, ¿quién es él para ordenarte algo?
- Estáte seguro de ti mismo. Desde luego la seguridad en uno mismo es palpable y aleja a cualquier maltratador que busque una víctima.
- No seas agresivo, pues estarás entrando en su juego. Lo importante es no ser ni demasiado sumiso ni demasiado agresivo. Un término medio será el correcto.
- Tu lenguaje no verbal te delata. Mantente relajado, mira a los ojos y mantén una mirada firma. Es muy importante que no te tiemble la voz y que estés seguro en todo momento.
Es cierto que hay personas más expuestas que otras a los maltratadores. Por ejemplo, hay algunas personas muy resistentes al maltrato verbal, tanto que reciben maltrato físico por ese motivo. Es algo que siempre se dice, pero por miedo muy pocos hacen. Si te ves imposibilitado para impedir el maltrato ¡busca ayuda! Hay personas que pueden ayudarte y apoyarte. No estás solo.
“El maltrato psicológico es el que destroza completamente a las personas. O el acoso, el sentirse vigilado, el sentirse no querido. Es también muy doloroso un silencio, una mirada fría, una mirada despectiva.”
-María José Rodríguez de Armenta-
Aprende a decir “no”, aprende a saber qué es lo que quieres, qué es lo que no quieres permitir, qué te mereces… La seguridad en ti mismo espanta a los maltratadores. Una autoestima alta y una seguridad inquebrantables serán tus dos mejores armas para que los maltratadores huyan y no se acerquen a ti.
Imágenes cortesía de Zhongwen Yu