Repetición espaciada: recuerda todo lo que aprendes

El recurso del «ensayo espaciado» es una de las técnicas de aprendizaje más poderosas, cuenta con años de investigación y es muy sencilla de llevar a cabo. Te contamos más de ella.
Repetición espaciada: recuerda todo lo que aprendes
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 12 agosto, 2023

Si necesitas una técnica para potenciar tu memoria y aprendizaje, la repetición espaciada será tu mejor aliada. Aprobar un examen, sacarte unas oposiciones, estudiar un idioma nuevo… Dominar este recurso permite, sobre todo, comprender cómo funciona tu mente y esos procesos cognitivos que facilitan integrar la información nueva de manera significativa y estable.

Este método se basa en la utilización de tarjetas para revisar de forma periódica los datos que deseas consolidar en tu recuerdo. Así, una metáfora que suele utilizarse para comprender la propuesta, es ver tu cerebro como un músculo que debe entrenarse. Exponerlo de forma progresiva a ejercicios más duros, hará que gane resistencia y agilidad. Ahondemos más en esta herramienta.

«Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos».

~ Jorge Luis Borges (Elogio de la sombra) ~

¿Qué es la repetición espaciada y cómo puede ayudarte?

La repetición espaciada es una técnica desarrollada por el filósofo y psicólogo Hermann Ebbinghaus a finales del siglo XIX. Su trabajo, Memory: a contribution to experimental psychology , publicado en 1885, fue todo un hito en el campo de la memoria. En este nos aportó, además, el concepto de la curva del olvido.

Dicho término nos permitió comprender cómo el cerebro suele olvidar la información nueva en caso de que no la revisemos de manera regular. Incluso, algo que sin duda habrás experimentado, es cómo cuesta retener la información a medida que la aprendes. Si este es tu problema y deseas consolidar de forma permanente tus recuerdos, la presente técnica será tu mayor ayuda. Indaguemos en ella.



Entrenar a tu cerebro en el recuerdo óptimo

El active recall consiste en programar revisiones periódicas de la información en momentos óptimos, justo antes de que esta desaparezca de tu recuerdo. Frontiers in Psychology señala en un trabajo que, de momento, no hay un consenso claro sobre los mecanismos que subyacen a este efecto y por qué funcionan. Pero lo hacen.

Lo que sí sabemos es que si repasas tus lecciones a intervalos espaciados y crecientes, estarás entrenando tu cerebro para mantener tales materiales almacenados. Contribuirás con ello a que los datos se consoliden, poco a poco, en tu memoria a largo plazo. Es como un entrenamiento cerebral con resultados seguros y significativos.

La curva del olvido y la importancia de revisar lo que aprendes

Imagina que, por diversas razones, tienes que aprender ciertos conceptos de física cuántica. Esta no es una materia que forme parte de tu cotidianidad, son procesos y realidades que cuestan comprender e integrar. Ahora bien, supón que hoy aprendes lo siguiente: «el cuanto (quantum, en latín) es la mínima cantidad de cualquier entidad física».

Si lo lees una sola vez, es probable que al cabo de las horas lo olvides. Tu curva del aprendizaje, después de ese primer acercamiento, cae en picado. Para restablecerla, debes exponerte de nuevo a esa información varias veces al día e incluso actualizarla con más datos: «el concepto cuántico fue acuñado por Max Planck y reforzado en 1905 por el físico Albert Einstein».

Tu memoria y capacidad de aprendizaje mejora siempre que revises la información a intervalos espaciados. Si, aparte, la amplías un poco más, elevarás su potencial de recuerdo.

¿Quién puede beneficiarse del ensayo espaciado?

Esta herramienta es útil en cualquier proceso de aprendizaje e integración de información nueva. A pesar de contar con más de un siglo de antigüedad, se popularizó bastante gracias a libros como Fluent Forever: how to learn any language and never forget it (2014) del psicólogo cognitivo Gabriel Wyner.

En este best seller enseña a los lectores cómo aprender idiomas gracias a la repetición espaciada. Otro título destacable es Mindhacker: 60 tips, tricks, and games to take your mind to the next level (2011), de Ron y Marty Hale-Evans. En estas páginas nos ofrecen técnicas para entrenar el cerebro y alcanzar el máximo rendimiento gracias a dicha estrategia.

Ahora bien, el active recall es favorecedor para las personas de edad avanzada, debido a que puede ralentizar el declive cognitivo. Es más, un artículo compartido en Journal of Speech, Language, and Hearing Research indica algo esperanzador. Es posible que la técnica traiga beneficios en la memoria semántica de pacientes con alzhéimer.

Comprender cómo funciona tu cerebro te permite hacer un mejor uso de él para aprender, recordar y potenciar, incluso, tu creatividad. La técnica de la repetición espaciada es muy útil, porque lograrás crear conocimientos más significativos y estables en el tiempo. Pero para ello, debes llevar a cabo este método de forma adecuada y comprometerte en su aplicación.

Cómo aplicar la repetición espaciada

A la hora de practicar y sacarle partido a la repetición espaciada, necesitas dos cosas: organización y compromiso. El cerebro es perezoso, se despista con facilidad y tiene una tendencia innata hacia el ahorro. Es decir, aquello que no uses o que considere que no es necesario, lo eliminará.

Por tanto, para asentar nuevos aprendizajes debes entrenarlo, fortalecerlo y «llevarlo al gimnasio». Exponerlo de forma repetida a esos datos que necesitas aprender y recordar, lo fortalecerá y elevará su potencial. A continuación, te damos los pasos para llevar a cabo esta estrategia de repetición.

1. Organiza el material

El primer paso es organizar el contenido que deseas estudiar, dividiéndolo en unidades más pequeñas y manejables. Pueden ser conceptos, teorías, definiciones, fórmulas, vocabulario, entre otros.

2. Crea tarjetas

A la hora de llevar a cabo la repetición, utiliza tarjetas o aplicaciones destinadas a tal fin. En la actualidad, dispones de programas como Mnemosyne, Anki, Quizlet o SuperMemo o Mnemodo. Lo que deberás hacer es escribir una pregunta y bajo esta o detrás de la ficha, la respuesta o el concepto que quieres memorizar.

3. Revisa las notas a lo largo de un día

Ya hiciste tus fichas. En ellas organizaste el contenido de estudio en varias unidades, de manera que tendrás entre 15 o 20 tarjetas en total. El siguiente paso es sencillo y decisivo. A lo largo del primer día, las revisarás de forma constante para memorizar la información. 

La idea es que primero leas la pregunta y, después, procures responder sin leer la respuesta. Debes trabajar a modo ensayo-error, sin preocuparte demasiado de si tu recuerdo no es el óptimo. Lo mejoras con los días.

4. El recuerdo a lo largo de las 24-36 horas siguientes

Ha llegado ya el segundo y el tercer día después de tu elaboración de las fichas. A lo largo de estas 24 y 36 horas es necesario que te expongas a sus preguntas sin leer las respuestas. Para ello, lleva las tarjetas siempre contigo y utilízalas en el metro, mientras comes o haces cola en una tienda.

Saca una al azar y procura recuperar la información de tu memoria de forma rápida. Esfuérzate, visualiza la respuesta en tu mente y da con la definición, la teoría, la fórmula o la palabra clave. Después, comprueba si acertaste.

5. A los cuatro días, repaso completo

Después de cuatro días, es el momento de volver a tus materiales originales y profundizar de nuevo en toda la información. Deja a un lado las fichas y repasa. Esto te servirá para refrescar algunos datos e integrar el aprendizaje de manera más significativa. Es un esfuerzo evidente, pero los resultados son muy positivos.

6. Una semana después, evalúa tu desempeño

El método alcanza su mejor resultado llegada la semana o los ocho días. En ese momento, cuando uses las tarjetas y leas las preguntas, lo más seguro es que ya sepas las respuestas y las evoques de forma rápida y eficaz. Al respecto, la revista Learning and Instruction enfatiza en un artículo un dato revelador.

En la investigación realizada con un grupo de universitarios, descubrieron que, al revisar el material ocho días después de la lección, el desempeño era mayor y más significativo. Por tanto, no dudes en ejecutar estos mismos pasos.



La memoria y el aprendizaje necesitan buenas técnicas

El cerebro se beneficia de adecuados métodos de aprendizaje. Por ello, siempre es tan interesante conocer cómo funciona la memoria, cuáles son sus puntos débiles y la manera de potenciarla. Así, aunque el recurso de la repetición espaciada te pareciera interesante, ten en cuenta un detalle.

Toda buena técnica requiere práctica y adaptarse a las características de cada uno. Por ello, no dudes en valorar si te funcionan mejor las clásicas tarjetas de papel escritas con clásicos rotuladores de color o las aplicaciones del móvil para tal finalidad. Una vez descubras qué va más contigo, aplícalo cada día y evidenciarás los buenos resultados. El esfuerzo merece la pena.


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