¿Sabes por qué prefiere el cerebro los libros en papel?

Existe un gran debate sobre qué formato es mejor para leer: el papel impreso o los dispositivos digitales. Dejando a un lado los gustos, ¿qué dice la ciencia sobre cómo impactan al cerebro? Veámoslo.
¿Sabes por qué prefiere el cerebro los libros en papel?
José Padilla

Revisado y aprobado por el psicólogo José Padilla.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 mayo, 2023

Desde hace un par de años, los medios para disfrutar de la lectura se han dividido en dos claros bandos: la lectura en papel vs. la lectura digital. Al final, la elección se reduce a gustos; también a variables como la accesibilidad al contenido. Al margen de esto, ¿qué dice la ciencia sobre los libros en papel y el cerebro? ¿Es verdad que leer un libro impreso es «mejor» que leer un libro digital para la cognición?

Ciertamente, quienes defienden uno u otro estilo de lectura lo hacen desde variables como la comodidad, la portabilidad o la experiencia sensorial (táctil, odorífera y demás). Muchas veces, estas variables responden a criterios subjetivos; aunque también parten sobre la base de los hábitos y la costumbre. Hoy analizamos qué dicen los científicos sobre cómo la lectura en papel influye en el cerebro, y si esta es «mejor» que la lectura en dispositivos digitales.

Leer en papel vs. leer en digital: ¿qué prefiere nuestro cerebro?

La preferencia por los libros en papel o los libros en digital (también conocidos como e-book) es una cuestión que despierta grandes debates. Cada bando defiende a capa y espada estos soportes para la lectura, y lo hacen bajo el contraste de clásico/moderno. No es nuestra intención en este artículo resolver el problema, tampoco sugerir un medio sobre otro. El objetivo es revisar cómo los libros en papel parecen ser mejores para el cerebro. Vamos a ello.

Impacto en la comprensión lectora

Una de las atribuciones más comunes en torno a leer libros impresos en papel es que facilita la comprensión lectora. Aunque la diferencia no es abismal, y esta es más sólida en determinados contextos, algunos investigadores han encontrado que esta afirmación corresponde con la realidad.



Por ejemplo, un trabajo publicado en Frontiers in Psychology evaluó el impacto de la comprensión lectora de un texto largo leído en libro físico y en un Kindle. Para ello, utilizaron cincuenta participantes que leyeron durante un promedio de una hora una historia de misterio de 28 páginas. Al final, los autores evaluaron los niveles de comprensión lectora a través de criterios como el compromiso, el recuerdo, las capacidades para localizar los eventos en el texto y la habilidad para reconstruir la trama de la historia.

A pesar de que en general los resultados fueron similares, quienes leyeron en papel desempeñaron mejores resultados en los criterios de cronología y temporalidad. Los investigadores sugieren que, al menos de forma parcial, la manipulación de un libro impreso se traduce en señales sensoriomotoras que facilitan la representación espacial y la organización temporal coherente al momento de recuperar lo leído.

Impacto en la hiperactividad

Un estudio divulgado en Scientific Reports en 2022 reportó que, en contraste con la lectura de libros impresos, leer en un dispositivo inteligente genera menos suspiros y promueve la hiperactividad cerebral en la corteza prefrontal. Esto, al parecer, tendría un impacto leve en la compresión lectora. En principio, es el entorno visual de la lectura digital lo que afectaría el estado de relajación y la respiración que, en síntesis, tendrían un impacto en el rendimiento cognitivo.

Activación cerebral durante la recuperación de la memoria

Investigaciones recientes han sugerido que la forma en que el cerebro accede a la memoria varía si se lee en papel o en dispositivos digitales. Un trabajo reciente publicado en Frontiers in Behavioral Neuroscience evalúo la activación cerebral durante el proceso de recuperación de la memoria luego de escribir en papel, tableta y teléfono.

Transcurrida una hora, tanto el tiempo de respuesta como la precisión de las respuestas a las preguntas fue mejor para el grupo de papel que para los de dispositivos electrónicos. De igual modo, y aunque es verdad que estas áreas se activaron en todos los grupos, la activación cerebral durante la tarea fue significativamente mayor para el papel en las regiones del hipocampo bilateral, el precúneo, las cortezas visuales y las regiones frontales asociadas con el lenguaje.

Es cierto que la investigación se centró en la escritura y no tanto así en la lectura, pero queda en evidencia que existen factores que inciden en el cerebro al momento de interactuar con el papel en relación con otros medios. Además, mientras los participantes escribían en dichos soportes, también leían; ya que luego debían aprobar las prueba de interrogación.

Rendimiento de la lectura en general

Un artículo divulgado en Journal of Research in Reading encontró que, en contraste con el libro digital, un libro impreso en papel puede mejorar el rendimiento general de la lectura. Esto es así principalmente en textos de naturaleza expositiva, no tanto así con los de naturaleza narrativa. Los expertos concluyeron que los lectores pueden ser más eficientes y conscientes cuando optan por leer en papel.

La comodidad y la experiencia de los libros en papel para el cerebro

Los trabajos citados no son los únicos que sustentan de forma parcial la predilección por la lectura impresa vs. la lectura electrónica. Hay muchos más, los cuales tienen como punto de partida elementos a considerar. Por ejemplo, un estudio divulgado a través de ECIS señaló que las diferencias hápticas son muy grandes entre un libro impreso y un libro digital.



Se entiende por háptico todo lo relacionado con la experiencia táctil, también el efecto que esta tiene en otros sentidos (como la vista y la audición). En efecto, un libro digital no puede imitar al 100 % el olor, la textura, el peso, la acción de pasar las hojas, el almacenamiento posterior de leer y demás que se hace con su equivalente impreso.

Otros factores que pueden incidir en cómo el cerebro procesa la lectura está en el cansancio ocular. Aunque hay muchas variables que entran en juego, en general se ha relacionado la exposición prolongada a la luz de los dispositivos móviles con la fatiga visual, el cansancio, la somnolencia, la frecuencia del parpadeo y la función binocular. Por supuesto, esto tendría un impacto en todo el proceso de la lectura en estos medios.

También se ha propuesto que las diferencias entre la lectura impresa y la digital es tanto cognitiva como metacognitiva, e incluso hasta cierto punto psicológica. Esto debido a que existe una asociación de los canales de lectura diferentes. En este caso, el libro impreso se asocia con lo académico, el rigor, el aprendizaje y demás; mientras que los dispositivos electrónicos con el ocio, el entretenimiento y otros.

Otras ventajas de leer el papel para el cerebro

En promedio, las personas que leen en un formato digital interrumpen la lectura cada cuatro minutos. Hay muchas razones por las cuales es más probable distraerse en un dispositivo electrónico que en papel, entre ellas el acceso a aplicaciones de mensajería, redes sociales y demás que se tiene en el propio equipo.

Lo anterior sucede en ordenadores, tabletas y móviles; aunque por supuesto se puede contrarrestar. Por ejemplo, ajustando el dispositivo en «No molestar», desactivando la conexión a Internet y demás. El uso de un libro impreso no exime las interrupciones de este tipo, en especial cuando el lector tiene su móvil o tableta cerca. Aun así, es más probable que suceda con mayor frecuencia en el primer caso.

Conclusiones sobre la lectura de libros impresos: ¿es «mejor»?

Con base en todo lo anterior, podemos decir que existe cierta evidencia de que leer libros en papel permite al cerebro comprender, asimilar y retener la información «mejor» que leer libros en digital. El «mejor» depende de muchas variables que entran en juego, como por ejemplo: habituación que se tiene por uno u otro medio, el lugar donde se lee (nivel de ruido, iluminación y demás), la intención de la lectura y la característica del dispositivo impreso o digital (tamaño, color de la hoja, peso y demás). De manera que no podemos afirmar que sea así en todos los casos.

Esto por esto también que un lector que ya esté habituado a la lectura digital se sentirá más cómodo en este formato que en el impreso. Los aparentes problemas que se han atribuido a este medio tendrán un menor impacto en él, en especial cuando accede a la lectura de forma voluntaria. Hay muchas variables que entran en juego, por eso las conclusiones de todos los trabajos recopilados deben asumirse de acuerdo con el contexto y el lector.


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