¿Sábes qué es el síndrome de la dismorfia corporal?
Ya sabéis que nos gusta daros a conocer síndromes, patologías y enfermedades que son desconocidas; incluso algunas veces para las personas que las sufren, pasando inadvertidos sus síntomas, estando ausente su tratamiento y generando así una mala calidad de vida. Hoy hablaremos de un trastorno importante y más común de lo que pensamos: la dismorfia corporal.
¿Qué es la dismorfia corporal?
Se caracteriza por una sobre-dimensión de las preocupaciones que tienen que ver con las diferentes partes del cuerpo y su apariencia. Habitualmente, la persona que experimenta la inquietud gasta mucho tiempo en conductas destinadas a atenuarla. Por otro lado, sus síntomas habitualmente se intensifican cuando se siente observada.
Muchos de sus comportamientos son conductas repetitivas como: examinarse en el espejo continuamente, arreglarse excesivamente, compararse con otras personas u ocultar esas partes del cuerpo con las que no se siente bien emocionalmente y percibe como negativas.
Os doy a conocer esta enfermedad porque según un estudio de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), en Europa y América está aumentado el número de personas que padecen dismorfia corporal ya que sus síntomas socialmente se consideran “normales” y no son reconocidos como patológicos, evitando así el comienzo temprano del tratamiento.
Este síndrome produce que las personas se sientan y perciban como “muy feas”, aunque su aspecto esté dentro de los límites que socialmente están establecidos para decir que una persona tiene un aspecto bonito o agradable.
Las partes del cuerpo que suelen causar una mayor preocupación son: piel, pelo, nariz, ojos, mentón, labios o cualquier otra parte corporal como las rodillas, piernas y pecho.
Una encuesta realizada en EE.UU. entre 30.000 personas, publicada en Psychology Today, afirmó que un 93% de las mujeres y un 82% de los varones interrogados estaban preocupados por su apariencia física y trabajan día a día para mejorarla y sentirse adecuadamente.
La mayoría de los pacientes que padecen este síndrome son jóvenes, siendo mayor el número de hombres que de mujeres. Los estudios confirman que el inicio se da en la adolescencia, cuando el individuo está más preocupado de su imagen, se siente más observado y tiene más vida social. Los 17 años es la edad media de primeros síntomas del trastorno.
Muchos de estos jóvenes pasan por el quirófano aunque la dismorfia es un problema mental, no físico. Debido a esto el doctor en Psicología, Gustavo Bustamante, dice que seguramente muchas de las personas que se realizan una intervención estética no están ni estarán satisfechos con los resultados nunca.
¿Cuáles son las causas de la dismorfia corporal?
Actualmente, la sociedad da más prioridad a la estética y al exterior que al interior personal o la inteligencia, sin tener en cuenta la verdadera belleza “interior”.
Los especialistas dedicados a su estudio afirman la posibilidad de que exista un doble origen de la enfermedad: el psicológico y el biológico. En términos biológicos, la explicación se centra en una cierta predisposición genética a sufrir un trastorno mental y un desequilibrio en los neurotransmisores cerebrales.
A nivel psicológico, puede contribuir a padecer el síndrome una exagerada atención en uno mismo debida a una falta de autoestima, la forma en que la persona se juzga a sí misma por su físico y la excesiva preocupación por una parte del cuerpo o recurrir a rituales constantes, mirarse a los espejos por ejemplo.
¿Cómo se diagnostica?
Los síntomas más importantes a la hora de poder detectar esta enfermedad están relacionados con una anormalidad en las actividades habituales o básicas como:
- Evitar asistir a eventos sociales formados por muchas personas.
- Autolesiones generadas por esta insatisfacción con su imagen corporal que luego justifiquen una operación estética y poder supuestamente superar esa percepción errónea.
- Empleo de una gran cantidad de tiempo dedicado al tema corporal sobre el que cree tener un problema y no encontrar solución.
¿Cuál es su tratamiento?
Reconocer el problema como origen psicológico es el primer y más importante paso, seguido por la corrección de conductas y hábitos, trabajar en el aumento de su autoestima, aceptarse como son ellos mismos tanto física como internamente.
También es muy importante que los familiares y amigos que se encuentren alrededor de estas personas puedan apoyar en el tratamiento generando ideas relacionadas a la belleza y perfección acorde a las posibilidades del individuo. Valorar más aun, y hacer hincapié en el talento interior de la persona en cuestión mostrándole todo el amor que sentimos por ella y su hermoso corazón.
El amor en cualquier trastorno, síndrome y patología es vital y el ingrediente más sano, hermoso y accesible que podemos emplear junto con un adecuado tratamiento psicológico para su mejoría y seguramente superación. Dar mucho cariño a la persona y mostrarle nuestro apoyo incondicional le ayudará enormemente en este caso.