Señales de que estás quemado emocionalmente
El agotamiento psicológico es un angustioso estado que muchas personas padecen sin saberlo. Se puede llegar a estar quemado emocionalmente pero creer que todo se debe a un trabajo no muy gratificante o a unas relaciones sociales no muy fluidas. Esto puede ser cierto, pero también es posible que esté ocurriendo todo lo contrario: es la fatiga emocional la que no permite que lo demás funcione.
Estar quemado emocionalmente significa quedarse sin fuerzas. Ocurre cuando vives de manera mecánica, sin pensar ni sentir mucho y actuando todo el tiempo como si todo lo que te sucediera fuera impuesto. Como si tu vida no te perteneciera y eso no te importara.
“El cansancio trae pensamientos sin esperanza”.
-Juan Carlos Onetti-
En ciertos casos alguien llega quemado emocionalmente a la vida adulta. Si la familia es disfuncional, probablemente ha tenido que invertir muchas de sus energías en tratar de ubicarse y comprender un entorno adverso. Estas son algunas de las señales que te pueden ayudar a identificar si eres víctima de esa fatiga emocional.
Cansancio constante
Este cansancio se diferencia del cansancio normal en que sientes la fatiga aun teniendo suficiente tiempo de descanso. Es como si el cuerpo y la mente no quisieran trabajar. Como si lo único viable fuera tenderte en la cama y levantarte al mes siguiente. Pero, incluso si haces eso, la sensación de cansancio no se disipa.
Y es que el cansancio emocional pesa tanto o más que el cansancio físico. Cuando estás quemado emocionalmente es porque las circunstancias desbordan los recursos que tienes para asumirlas. Así mismo, una larga lista de dificultades emocionales no resueltas, dan como resultado esa sensación de peso subjetivo que te lleva a la fatiga.
Cinismo, una señal de que estás quemado emocionalmente
El cinismo moderno es esa actitud que lleva a insistir e incluso ufanarse de algo que conscientemente se está haciendo de una manera inadecuada. Algo así como: “Sí, lo estoy haciendo mal, ¿y qué?” Así mismo, ese cinismo se expresa con acciones autodestructivas y/o temerarias. Caminar tarde por un sitio peligroso, conducir a altas velocidades u otras situaciones de riesgo.
Todo esto es señal de que hay un hartazgo generalizado frente a la vida. Estás quemado emocionalmente y eso te conduce a bloquear tus sentimientos y anestesiarte. Es como si quisieras o no pudieras evitar gritarle al mundo que no te importa nada. Quizás sí te importa, pero tu energía vital está menguada y sientes que no tienes fuerza para resistirte o para intentar algo mejor.
Desapego
Este tipo de desapego se experimenta como una imposibilidad para conectarte realmente con las personas o las situaciones en las cuales te encuentras. Es como si existiera una distancia invisible que te impide crear un vínculo genuino con el mundo y con la vida.
En el marco de ese desapego puede emerger un sentimiento de soledad, que tampoco te importa demasiado. Lo asumes como un hecho dado, no como una realidad que podrías cambiar a tu favor. Es usual que te armes de frases hechas sobre la validez del egoísmo o la inutilidad de los afectos.
Sentimiento de ineficacia
Cuando alguien está quemado emocionalmente también se percibe a sí mismo como impotente o incapaz. Hace todo cuanto está en sus manos para convencerse de que ningún esfuerzo será suficiente para lograr algo. También menospreciará el logro: ¿para qué plantearse objetivos, si al final todo sigue siendo igual?
El sentimiento de ineficacia nutre esa fatiga emocional que se experimenta. Es como si para hacer cualquier cosa se requiriera de toneladas de energía, de la cual no se dispone. De este modo, todo parece lejano y difícil. Por eso una persona que está emocionalmente quemada suele optar por la pasividad.
Aburrimiento frecuente
En estos casos existe una enorme dificultad para disfrutar de lo grande y lo pequeño. Casi cualquier cosa parece aburrida, monótona o sin gracia. No hay deseos de hacer planes ni de emprender ningún proyecto. Lo que prima es la inercia. La persona simplemente se deja llevar por las circunstancias, sin oponer resistencia. Si esto no se trata, puede convertirse en anhedonia.
Si crees que estás quemado emocionalmente, debes saber que todo puede ser diferente. Es probable que necesites ayuda profesional, no porque seas víctima de algún tipo de deficiencia, sino porque alguien externo puede detectar y ayudarte a abordar asuntos que pueden pasar inadvertidos para ti.
En un estado así debes darle prioridad a tu bienestar. Nada es más importante que tú mismo. Puedes sorprenderte al comprobar que si emprendes un proceso de transformación, los resultados pueden comenzar a verse rápidamente. Más que un gran acopio de fuerzas para desbloquear tus emociones, lo que necesitas simplemente es tomar la decisión de elegir un nuevo camino.
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- Cárdenas, S., Lucas, M., Idoate García, V. M., & Llano Lagares, M. (2008). SOFI-SM: cuestionario para el análisis de la fatiga laboral física, mental y psíquica.