Síndrome disejecutivo: cuando falla el lóbulo frontal

¿Cómo una lesión cerebral puede afectar al desempeño cognitivo global y a la conducta? En este artículo te explicamos los principales síntomas del síndrome disejecutivo.
Síndrome disejecutivo: cuando falla el lóbulo frontal
Francisco Roballo

Escrito y verificado por el psicólogo Francisco Roballo.

Última actualización: 30 junio, 2022

El síndrome disejecutivo es el resultado de un esfuerzo por clasificar las alteraciones cognitivo conductuales causadas por un daño cerebral. Este síndrome es consecuencia de un daño en el lóbulo frontal, específicamente en las regiones prefrontales; áreas donde se procesan las funciones ejecutivas más complejas.

Por ese motivo, el daño en el área prefrontal produce la alteración de funciones como la memoria, la atención, el lenguaje y la percepción, pero principalmente en la conducta. Por ende, el síndrome disejecutivo o prefrontal engloba a un conjunto de síntomas que afectan al desempeño intelectual de los sujetos.

A continuación, detallamos sus síntomas, causas y tratamiento.

Las funciones ejecutivas

Antes que nada, es importante conocer qué son las funciones ejecutivas. Son un conjunto de capacidades cognitivas que nos permiten controlar y autorregular la propia conducta. Es decir, nos permiten establecer, mantener, supervisar, corregir y alcanzar un plan de acción dirigido a una meta.

Éstas incluyen aspectos como la inhibición del comportamiento, el razonamiento abstracto, la toma decisiones, la planificación, la memoria de trabajo, la resolución de problemas, entre otros.

Ahora bien, este conjunto de capacidades cognitivas se encuentran relativamente delimitadas en las estructuras prefrontales del cerebro. Por tanto, las alteraciones en esta zona pueden traer severas consecuencias en el funcionamiento diario de la persona.

El síndrome disejecutivo

Conocido también como síndrome frontal, refiere al conjunto de alteraciones ocasionadas por una lesión o disfuncionalidad en el lóbulo frontal, específicamente en el área prefrontal.

El principal efecto de este síndrome es el deterioro de las funciones ejecutivas, de allí su nombre. Ahora bien, los síntomas pueden ser muy variables y dependen de la zona comprometida; pudiendo afectar la motricidad, la atención, el lenguaje, la percepción, el comportamiento y la memoria.

Fue formulado por el doctor J.M Harlow, en al año 1868, quien presentó por primera vez los cambios de personalidad experimentados por Phineas Gage, un empleado de ferrocarril que, tras sufrir una lesión en la zona frontal, cambió su personalidad de afable, inteligente y responsable, a una forma de ser con características totalmente opuestas.

Síntomas del síndrome disejecutivo

Como ya dijimos, los síntomas de este síndrome suelen ser muy variados y dependen de la zona comprometida. Por lo que es común encontrar a pacientes que presentan diferente sintomatología. No obstante, podemos agrupar los síntomas principales en tres amplias categorías: cognitivos, emocionales y conductuales.

Síntomas cognitivos

Aluden a la capacidad de una persona para procesar pensamientos, por lo que se asocian principalmente a la percepción, la atención, la memoria, el aprendizaje y el lenguaje.

En este sentido, la persona afectada tendrá problemas para percibir el entorno, atender, recordar y comunicarse. Por ejemplo, a nivel perceptivo el paciente suele presentar dificultad para reconocer personas y lugares, negligencia espacial y dificultades en la dirección de los movimientos oculares.

Síntomas emocionales

Los síntomas emocionales incluyen la dificultad para inhibir emociones como la ira, la excitación, la tristeza o la frustración. Asimismo, debido a las deficiencias en el funcionamiento cognitivo, la persona suele manifestar mucha frustración al momento de expresar ciertos sentimiento e interpretar situaciones cotidianas.

También tienden a presentar niveles elevados de agresión o ira, ya que carecen de las habilidades necesarias para controlar los impulsos. Además, experimentan dificultades para comprender el punto de vista de los demás.

Síntomas conductuales

Los pacientes suelen tener dificultades para saber cómo comportarse en situaciones sociales, por lo que es muy probable que no sigan las normas establecidas en los diferentes contextos cotidianos. Asimismo, su incapacidad para inhibir sus impulsos los puede lleva a manifestar conductas inapropiadas.

Causas

El síndrome disejecutivo puede deberse a diversas causas. Estas son:

  • Laceraciones o traumatismos extremos en la zona prefrontal.
  • Tumores cerebrales.
  • Accidentes cerebrovasculares (ACV).
  • Demencias u otras enfermedades neurodegenerativas.
Cerebro con lóbulos frontales

Subtipos

Dependiendo de la región lesionada de los lóbulos frontales, se han clasificado tres síndromes disejecutivos. Éstos son:

1. Síndrome prefrontal dorsolateral

Las lesiones en la región prefrontal dorsolateral producen alteraciones en gran parte de las funciones ejecutivas, tales como: problemas de memoria, dificultades de razonamiento, toma de decisiones, planificación y análisis, perseveración y falta de concentración.

Asimismo, se producen problemas en la fluidez verbal y el movimiento. Por su parte, a nivel comportamental, la persona suele manifestar distraibilidad, falta de motivación, apatía y síntomas depresivos.

2. Síndrome orbitofrontal

Por su parte, las lesiones o disfunciones en la región orbital de los lóbulos frontales suelen provocar cambios en la personalidad, así como dificultades para controlar los impulsos y gestionar adecuadamente el comportamiento social.

En este sentido, podemos encontrarnos con individuos agresivos, egocéntricos, desinhibidos y lábiles; aunque también pueden presentar dependencia y ecosíntomas (ecopraxia, ecolalia o ecomimia). Asimismo, pueden presentar moria, o un estado de humor alegre vacío, donde no hay estimulación interna o externa que lo explique.

3. Síndrome medio basal o cingular

Los síntomas más comunes de este síndrome son la desmotivación, alteraciones en la memoria emocional y el mutismo acinético, en el que la persona no responde a la estimulación ambiental a pesar de poder hacerlo si así lo quiere.

Cerebro suspendido en el aire

Consecuencias del síndrome disejecutivo

Como podemos observar, el padecimiento de este síndrome puede provocar la incapacitación del paciente en mucho casos. Y es que suele afectar los dominios más vitales y complejos del ser humano, como lo son las funciones ejecutivas.

A nivel social es probable que la elevada impulsividad o pasividad termine diluyendo sus relaciones sociales poco a poco.

En el ámbito laboral, es posible que la persona pierda su trabajo debido a su incapacidad para planificar tareas, atender y recordar; sin mencionar el despliegue de conductas inapropiadas y la incapacidad para seguir normas.

Lo mismo sucederá en el ámbito académico, en donde tendrá grandes problemas para atender, retener y aprender la información.

Evaluación y tratamiento

El diagnóstico generalmente se realiza por parte de un neuropsicólogo, utilizando pruebas estandarizadas para la evaluación del síndrome. Además es un proceso donde interviene también el neurólogo y otros profesionales de la salud. Esto se debe a que es necesario un evaluación e informe de la lesión adquirida por el paciente.

Respecto al tratamiento, la rehabilitación se basa en la recuperación o mantenimiento de la funcionalidad del sujeto, dependiendo de su gravedad y de las áreas cognitivas afectadas. La intervención suele tener también un componente farmacéutico para controlar en especial los síntomas que afecten la vida social del paciente.

Para concluir, es necesario resaltar que dicho síndrome se presenta de forma adquirida a causa de lesiones y accidentes cerebrovasculares. El principal síntoma es una negligencia intelectual global, viéndose afectadas la mayoría de funciones ejecutivas. Los síndromes de tipo cerebral adquirido demuestran la importancia de evitar los factores de riesgo y las conductas arriesgadas.


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