Atención y felicidad: ¿cómo se relacionan?

La habilidad para poner la atención en las cosas importantes e ignorar el resto es la llave que abre la felicidad. Situar nuestra mirada y enfoque mental en aquello que nos es propicio es una habilidad que todos podemos entrenar.
Atención y felicidad: ¿cómo se relacionan?
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 08 junio, 2021

Atención y felicidad son el nudo que sujeta el bienestar y que lo hace posible. Mantener el enfoque mental en aquellas áreas de nuestro entorno capaces de ofrecernos un beneficio, no es algo precisamente fácil a día de hoy. No si los estímulos son múltiples, no si en nuestro interior navega el rumor del estrés y la preocupación desviando la mirada de aquello que es verdaderamente importante.

Señala Daniel Goleman en su libro Focus que la atención es ese valor mental que descuidamos a diario las personas sin darnos cuenta. Es esa competencia escurridiza que nadie nos ha enseñado a entrenar y que nos impide poder tener una vida plena. A veces, valoramos más aspectos como el carácter, la actitud o el pensamiento positivo como alianzas para el bienestar dejando a un lado por completo el área atencional.

Un cerebro atento orienta a la mente hacia aquello que quiere y necesita. La persona que logra situar el foco en aquello que le es propicio tiene el timón de su existencia bajo control. Asimismo, lo más interesante de este tema es que todos tenemos la capacidad para desarrollar esta facultad psicológica tan necesaria.

“La concentración es una de las cosas que más felicidad ofrece a mi vida”.

-Haruki Murakami-

Mujer con los ojos cerrados con una luz en su mente pensando en la atención y felicidad

Atención y felicidad: ¿por qué nos cuesta tanto ponerlas en práctica?

La atención nos permite orientar los procesos cognitivos hacia un objetivo concreto. Separar todo estímulo, distracción mental y ruido externo o interno para quedarnos solo en uno, requiere de un gran esfuerzo para nuestro cerebro. Hay quien tiene el tiempo de atención más breve y le cuesta focalizar, otros en cambio cargan con los efectos de un estrés largamente mantenido en el tiempo.

Atención y felicidad guardan una relación directa porque la primera determina nuestra conducta hacia aquello que nos es importante. Así, libros como Focusing, del filósofo Eugene Gendlin y publicados ya en los años 80, nos hablaban de nuestra inusual incapacidad para orientar mente y cuerpo hacia un solo objetivo.

Las causas que lo explican son múltiples.

La mente que divaga, el mecanismo del malestar

Una mente errante es una mente infeliz. Esta es la idea en la que concluye un estudio de la Universidad de Harvard, realizado por los doctores Matthew Killingsworth y Daniel Gilbert. Lo complicado de todo esto es que esta es una tendencia casi innata en el ser humano. Se nos va el tiempo pensando en el ayer y fantaseando con el futuro.

Casi sin darnos cuenta, alimentamos ese pensamiento inútil que no solo no propone ni crea nada nuevo. Además, reforzamos el malestar al escaparnos a esos mundos paralelos imaginativos con los que dejar a un lado la gris cotidianidad. Sin embargo, huir de lo que no nos gusta mediante la fantasía mental no es práctico.

Lo que revierte en nuestra felicidad son los actos valientes e innovadores capaces de transformar aquello que no nos gusta.

La multitarea alimenta la infelicidad

Atención y felicidad son la alianza de la salud psicológica porque dan forma a un cerebro centrado en lo importante. Sin embargo, algo que estamos viendo con frecuencia es que somos una sociedad adicta a la multitarea.

Somos capaces de salir a correr mientras escuchamos un podcast, detenernos a enviar un mensaje y pensar a su vez en la lista de la compra. Trabajamos con cientos de estímulos alrededor y con mil pensamientos a su vez en nuestra mente.

El cerebro no puede focalizar la atención en situaciones de multitarea; es más, su potencial se diluye cuando estamos haciendo muchas cosas a la vez.

Las personas con una mente que divaga casi de manera continuada, son menos felices que las que sitúan su atención en el presente.

¿Cómo entrenar mi atención para ser más feliz?

El enfoque y la atención, señala Daniel Goleman en su libro Focus, son el motor para la excelencia y la felicidad. Ahora bien ¿cómo desarrollar esa competencia de vida tan necesaria? ¿de qué manera podemos poner de una vez nuestra mente a nuestro favor para mejorar el bienestar psicológico? Veamos algunas claves.

Entender, manejar y reducir el estrés psicológico

Atención y felicidad irán de la mano, siempre y cuando, sorteemos un obstáculo: el estrés cotidiano. Este estado psicofisiologico no puede superar nuestros recursos, porque en el momento en que nos sintamos sobrepasados por las demandas externas llegarán la preocupación y el malestar.

Aprendamos por tanto a establecer prioridades, tiempos de descanso y a regular un poco mejor las propias emociones.

Los tres tipos de atención que debes atender

Existen tres tipos de atención que es necesario tener en cuenta para regular y controlar:

  • La primera es la interna. En tu mente se acumulan a veces un exceso de ideas, preocupaciones, recuerdos, fantasías y necesidades que acaban creando una mente caótica y desordenada. Debes aprender a poner orden en aquello que hay en tu interior.
  • La atención en tu entorno físico. Vivimos en escenarios llenos de estímulos, caos y movimientos. En la medida que nos sea posible, debemos hallar la calma en medio de ese exterior hiperestimulante. Atiende solo lo que es prioritario y necesario para ti.
  • Atención en tus relaciones personales. Este punto es importante. En nuestra vida, contamos a veces con vínculos que ofrecen calma y bienestar y otros en cambio que solo nos traen ansiedad y preocupación. Saber qué relaciones reforzar y cuidar revertirá en nuestro equilibrio.
Mujer con los ojos cerrados pensando en la pensando en la atención y felicidad

Atención y felicidad: la mente que sabe estar en el aquí y ahora

El aquí y ahora es lo único que importa. Todas tus oportunidades, planes y objetivos se posicionan en el presente.

Atención y felicidad tienen una relación directa cuando ponemos la mirada en el momento actual para recordar qué necesitamos e ir a por ello. Esa es la clave, situar todo esfuerzo, ilusión y motivación en lo que pasa ahora, no en lo que sucedió ayer ni en lo que podría pasar mañana.

Para concluir, todos tenemos mecanismos y habilidades para poner en práctica estas claves. Hacerlo, esforzarnos en estas dimensiones, puede transformar por completo nuestra realidad.


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  • Di Giovinazzo, Viviana & Novarese, Marco. (2015). The Meaning of Happiness: attention and time perception. Mind & Society. 15. 10.1007/s11299-015-0180-1.
  • Gendlin, E. T. (1981). Focusing. New York, NY: Bantam Books.
  • Moran, G. (2017). “The 6-Step Process to Train Your Brain to Focus.” Fast Money.January 10, 2017.
  • Lohse, K. R., & Sherwood, D. E. (2011). Defining the focus of attention: effects of attention on perceived exertion and fatigue. Frontiers in psychology2, 332. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2011.00332

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