Terapia metacognitiva para manejar el malestar emocional

Terapia metacognitiva para manejar el malestar emocional
Laura Reguera

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Reguera.

Última actualización: 15 septiembre, 2020

Igual que existen muchos conceptos en psicología que son de uso común y que, en mayor o menor medida, conocemos todos, hay otros que nos son totalmente desconocidos. De hecho, cuando vamos a terapia con un buen psicólogo que trabaja de forma adecuada, es normal que nos hable de términos que no habíamos oído antes.

Lo mismo nos puede pasar con esto de la terapia metacognitiva. Por ello, al igual que cuando el terapeuta nos devuelve el plan de tratamiento y nos va explicando la intervención que plantea, aquí explicaremos en qué consiste este tipo de tratamiento y cómo nos ayuda a manejar nuestro malestar.

“Ninguna cosa de la vida es tan importante como pensamos cuando pensamos en ella”.

-Daniel Kahneman-

¿Qué es la metacognición?

Sigamos con el ejemplo de ir a terapia. Cuando acudimos a un psicólogo de corte cognitivo-conductual, que trabaje usando técnicas avaladas científicamente, el método suele seguir un orden: primero una evaluación y luego una devolución de resultados con un plan de intervención personalizado. Cuando el terapeuta nos explica qué es lo que nos pasa, nos habla de cómo funcionan nuestras emociones y porqué sentimos lo que sentimos.

Aquí es importante tener en cuenta que una buena parte del malestar que nos generan algunas situaciones nace de nuestra  forma de interpretarlas. Me explico: ante una misma situación, nos podemos sentir de formas diversas según los pensamientos que nutramos. De hecho, muchas veces nos sentimos mal porque nuestros dichos pensamientos no se ajustan a la realidad.

“Una vez que creemos en algo, esa creencia suele acompañarnos durante el resto de nuestras vidas, a no ser que la pongamos a prueba”.

-Dr. Richard Gillet-

Hombre triste mirando por la ventana pensando en sus problemas para expresar sentimientos

Por eso, en el marco de la terapia cognitiva nos centramos en aprender a identificar, cuestionar y cambiar estos pensamientos automáticos y las creencias irracionales asociadas. Consiguiendo esto, nos es posible disminuir la intensidad de las emociones negativas. Pero cada vez se hace más presente que, además de tener en cuenta estas cogniciones, hay que trabajar también los aspectos metacognitivos.

En este sentido, la metacognición sería el conjunto de factores de interpretación, monitoreo y control de la cognición. En otras palabras: se refiere a nuestros pensamientos sobre cómo y qué pensamos. Es decir, la metacognición es todo aquello que forma parte de nuestros intentos de manejar y dar significado a nuestros pensamientos, creencias, y demás procesos cognitivos.

¿Qué es la terapia metacognitiva?

Así, el malestar emocional puede ser generado y acompañado por creencias metacognitivas negativas. Estas pueden ser del tipo “tener malos pensamientos significa que soy malo”, “preocuparme me ayudará a estar preparado”, “si analizo esto, voy a conseguir respuestas”, “si entiendo el porqué de esta situación, me sentiré mejor o podré encontrar soluciones“, “no tengo control sobre mis pensamientos”, “si pienso algo malo, haré cosas malas”.

“Si tiene remedio, ¿por qué te preocupas? Si no tiene remedio, ¿por qué te preocupas?”

-Ramiro A. Calle-

Este tipo de creencias metacognitivas hacen que se mantengan procesos cognitivos que generan, mantienen y cronifican el malestar emocional, como la rumiación, las preocupaciones, focalizar la atención en estímulos negativos (sesgo atencional negativo), centrarse en las causas en vez de en las soluciones, etc. Además, se suelen poner en marcha estrategias de control y supresión inefectivas que intensifican las emociones negativas.

Acudir a un psicologo

Por lo tanto, la terapia metacognitiva se centra en remover modos de procesamiento disfuncionales. Es decir, en cambiar esa forma inflexible de pensar de la persona que hace que esté “atrapada” en un procesamiento de sí mismo negativo prolongado. En definitiva, busca cambiar cómo respondemos a nuestros pensamientos.

Esto nos permite trabajar más en profundidad que con la terapia cognitiva tradicional, ya que no sólo cambiamos el contenido de nuestros pensamientos, sino la manera de pensar en sí misma. De hecho, los estudios al respecto reflejan que la terapia metacognitiva es efectiva para el tratamiento de la ansiedad generalizada, el trastorno de estrés postraumático o el trastorno depresivo mayor.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.