Terapia cognitivo conductual del insomnio (TCC-i): ¿en qué consiste?
La terapia cognitivo conductual del insomnio es un enfoque efectivo para tratar los trastornos del sueño. De este modo, si hay una realidad que se aprecia con frecuencia en atención primaria son los casos de falta del descanso nocturno. Por término medio, este problema suele ser comórbido a otras condiciones, como pueden ser el estrés, la ansiedad, la depresión…
En estas situaciones lo que tenemos casi siempre es a una persona que requerirá de fármacos, como el orfidal, a largo plazo para conciliar el sueño. Así, y como bien sabemos, estos medicamentos tienen efectos secundarios, además de una elevada dependencia. Por tanto, recurrir a los enfoques psicológicos sería una alternativa útil e interesante que orquestaría un gran cambio en este contexto clínico.
Este tipo de terapia es breve, sencilla y suele manejar de manera muy adecuada todos esos efectos frustrantes asociados al insomnio. Lo vemos a continuación.
Hay tratamientos alternativos a los fármacos capaces de mejorar la calidad del descanso nocturno en quien padece insomnio.
Terapia cognitivo conductual del insomnio (TCC-i): objetivos y estrategias
Hay muchos tipos de insomnio y no a todo el mundo le será útil y efectiva la misma intervención. Existen afecciones médicas que pueden tener como efecto el mal descanso nocturno, por tanto, serán nuestros médicos quienes nos ofrezcan la mejor estrategia terapéutica acorde a nuestra realidad personal.
Ahora bien, muchas veces el insomnio tiene causas psicológicas, realidades mentales que venimos arrastrando durante semanas, meses o incluso años. Saber que hay terapias que pueden sustituir a los fármacos y que mejoran nuestra calidad de vida es algo que sería adecuado tener en cuenta.
Esto nos obliga a dos cosas. La primera es a que los médicos de atención primaria tengan en cuenta otras opciones que van más allá de los fármacos. La segunda, y más importante aún, sería introducir a los psicólogos en los centros médicos para que ofrecieran este tipo de terapias, evitando así los hipnóticos y sedantes a quien no los necesitara realmente.
Conozcamos más datos sobre la terapia cognitivo conductual del insomnio.
¿En qué consiste?
Existe un enfoque alternativo al tratamiento ordinario del insomnio y es la terapia cognitivo-conductual del insomnio. Parte de varias estrategias:
- Identificar los pensamientos, sentimientos y comportamientos que favorecen los síntomas del insomnio.
- Comprender la desregulación del sueño en la persona y saber qué la promueve.
- Trabajar en la persona las ideas ansiosas que imposibilitan la conciliación del sueño.
- Comprender cuáles son los hábitos de vida del paciente que favorecen esa situación.
- Identificar qué ideas y conceptos erróneos se tiene sobre el descanso nocturno.
- Tratar el estado de ánimo negativo resultante del insomnio y la pérdida de la calidad de vida.
- Cambiar las creencias que refuerza la persona que afectan a su capacidad para dormir.
- Asimismo, esta terapia introduce también técnicas psicoeducativas. Gracias a ellas la persona comprenderá mejor cómo controlar sus pensamientos y conductas para descansar mejor.
Así, mientras los fármacos tratan de manera orgánica el problema, la terapia cognitivo-conductual del insomnio se centra en los desencadenantes y causas que lo producen. Una vez identificados, la intervención se centrará en ellos.
¿Cuánto dura esta terapia?
La terapia cognitivo-conductual del insomnio es breve y está muy estructurada. Tiene una duración de 6 a 8 semanas. Es una sola sesión semanal y el objetivo es favorecer esa reestructuración cognitiva con la que aliviar preocupaciones, reducir el estrés, cambiar ideas y educar en una mejor higiene del sueño.
¿Qué efectividad tiene la terapia cognitivo conductual del insomnio (TCC-i)?
La Universidad de Pennsylvania realizó un completo estudio en el 2012 en el que intentaron obtener datos sobre la efectividad de este tipo de terapia. El trabajo se hizo en colaboración con otras universidades y con distintos departamentos de psiquiatría y unidades del sueño en varios hospitales.
Las conclusiones fueron claras: la terapia cognitivo conductual del insomnio (TCC-I) es eficaz para tratar el insomnio en comparación con los medicamentos. Es más, sus efectos son perdurables, es decir, duran mucho más que los tratamientos farmacológicos y los pacientes ganan en calidad de vida.
La importancia de los profesionales especializados
La prevalencia del insomnio y de las personas que buscan ayuda en sus centros de atención primaria es cada vez más elevada. Insistimos una vez más en que cada caso es único. Muchas veces, el insomnio se acompaña de dolor crónico, diabetes, artritis u otras condiciones médicas. En estas situaciones, la estrategia farmacológica puede ser esencial.
Ahora bien, muchas veces, los problemas para conciliar el sueño son resultado del estrés, la ansiedad, los malos hábitos de vida o las ideas incorrectas sobre la higiene del sueño. En estos casos, es clave la figura del psicólogo.
Contar con profesionales especializados en psicología en los centros de atención primaria puede reducir el tener que recurrir a hipnóticos y sedantes. Es más, en estos casos, los pacientes se habilitan en adecuadas estrategias y habilidades para trabajar sus pensamientos, conductas y estrés cotidiano. La terapia cognitiva conductual del insomnio podría mejorar la vida de muchos pacientes.
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- Mitchell, M. D., Gehrman, P., Perlis, M., & Umscheid, C. A. (2012). Comparative effectiveness of cognitive behavioral therapy for insomnia: a systematic review. BMC family practice, 13, 40. https://doi.org/10.1186/1471-2296-13-40
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