5 tipos de conducta: definición, características y ejemplos

Clasificar en grupos los comportamientos humanos es lo que permite estudiarlos de manera más organizada. En este texto te explicamos los tipos más básicos.
5 tipos de conducta: definición, características y ejemplos
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 22 julio, 2023

El comportamiento humano es el objeto de estudio de la psicología. Por tanto, para definirlo es necesario clasificar los tipos de conducta que conforman el mismo, de lo contrario sería imposible su estudio.

Aquí encontrarás información sobre este concepto, además de las clases de comportamiento comunes que existen. Desde los gestos más sutiles hasta la resolución del problema más complejo, nuestra acción da forma al mundo que llevamos dentro, pero también al que nos rodea. Vamos con ello.

¿Qué es la conducta?

La conducta es el conjunto de acciones, reacciones y respuestas de cualquier tipo que emite un organismo en relación con su entorno. Tal y como se señala en Behavior Analyst, se entiende que es observable y medible, además de ilustrativa de los procesos internos del individuo (pensamientos y emociones, por ejemplo).

Además, estas respuestas resultan de la interacción entre factores biológicos y ambientales. La carga genética, la cultura, las experiencias vitales o, incluso, las mutaciones tienen un efecto sobre la conducta de un individuo. Esta interacción es compleja y se retroalimenta, por lo que es difícil de determinar.



¿Qué tipos de conducta existen?

Para lograr categorizar y cuantificar adecuadamente la conducta humana, es pertinente clasificar los tipos de comportamiento que emite nuestra especie. En los siguientes apartados encontrarás las categorías más comunes.

1. Conducta motora

Esta engloba las acciones físicas del sujeto, los movimientos corporales. Acciones que van desde levantar la mano para pedir un taxi, hasta el reflejo de quitar la mano del fuego, se incluyen tal esfera.

Dentro de la conducta motora se diferencian otros dos tipos: voluntaria e involuntaria. Mientras que hablar sería un ejemplo de la primera, parpadear evidencia la segunda.

2. Conducta verbal

Este comportamiento es todo aquel que se relacione con el uso del lenguaje, su producción y su procesamiento. Se trata de la comunicación verbal, pero no solo del habla, sino también de la lectura, la escucha y la escritura. Es nuestra manera de transmitir pensamientos, emociones y acciones a los demás, así como de recibir las ajenas.

Por ejemplo, si alguien le comunica a otro que le escribirá un mensaje a su madre y esta última contesta al cabo de un tiempo, los tres individuos emiten una conducta verbal. Uno escucha una afirmación, otro escribe y habla y la tercera lee y escribe de vuelta.

3. Socialización

La socialización o conducta social se refiere a las interacciones que se tienen con otros individuos. Aunque es fácil acudir al ejemplo del apartado anterior (que también contaría como conducta social), se debe tener en cuenta que la socialización engloba otros comportamientos, como hacer amigos, competir por un premio o ejercer influencia sobre los demás.

Gracias a este tipo de conductas, se cubren necesidades como las de establecer vínculos y crear sensación de pertenencia. Como especie gregaria que somos, nuestra conducta social es compleja y existe una rama de la psicología dedicada por entero a ello: la psicología social.

4. Conducta cognitiva

La mente humana no sería tal sin la conducta cognitiva, es decir, el conjunto de procesos mentales que permiten operar en el medio. Aquí se encuentran los procesos psicológicos básicos (atención, memoria, etc.) y otras acciones mentales como la resolución de tareas, el aprendizaje o el razonamiento.

Un ejemplo habitual de este tipo de conducta es resolver un rompecabezas. Para encajar las piezas, es necesario emplear el razonamiento espacial y el procesamiento visual.

Si bien pudiera parecer que las conductas cognitivas son todas involuntarias, muchas de ellas no lo son, como la toma de decisiones.

5. Conducta emocional

Como bien señalan Niedenthal & Krauth Gruber (2006), las emociones son respuestas directas y muy adaptativas a los eventos del entorno. Por consiguiente, su expresión conductual es el motor de esta interacción.

El ejemplo más claro es el de la tristeza. Cuando alguien sufre, es muy probable que llore, conducta reactiva a dicha emoción. A su vez, esto suscitará respuestas de consuelo y ayuda por parte de los congéneres, con el propósito de solventar la situación.

¿Los comportamientos responden solo a uno de los tipos de conducta?

Leyendo lo anterior, es posible que te preguntes si ciertos comportamientos podrían englobarse en más de una categoría. Lo cierto es que sí: por ejemplo, tener una conversación implicaría conductas verbales y sociales, así como motoras (por el propio habla).

De hecho, si acudes a la bibliografía sobre este tema, encontrarás que diferentes autores hacen distintas clasificaciones de la conducta. Así, se hallan categorías como conductas apetitivas y aversivas, funcionales y disfuncionales, agresivas y asertivas y un largo etcétera. Está en ti escoger cuál de estas categorizaciones encaja mejor con tu pensamiento y el objetivo de tu trabajo.



Consideraciones finales sobre los tipos de conducta

La experiencia cotidiana es compleja, tanto que la mente humana aún no es capaz de desgranarla hasta sus últimos elementos. Por tanto, la mayoría de análisis del comportamiento solamente roza la superficie de su funcionamiento, aunque la ciencia avanza cada vez más a este respecto.

En consecuencia, cuando te lances a estudiar los tipos de comportamiento que emite nuestra especie, recuerda que ellos se entrelazan entre sí y con la marea de elementos que componen el medio ambiente. Ten paciencia, pues hasta que la ciencia sea capaz de desvelar todos los misterios de la realidad, estaremos sujetos a nuestra pasión por aprender.


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