Trabaja menos y produce más


Escrito y verificado por el psicólogo Sergio De Dios González
En nuestra sociedad contemporánea, el trabajo se ha convertido en el valor más preciado, tanto por su traducción en bienestar económico como por el estatus que ha adquirido la categoría de “persona ocupada”.
Las herramientas tecnológicas han enfatizado esta condición, ya que estar continuamente conectado a Internet, recibir mensajes, contestarlos en tiempo real y mantener una disponibilidad continua le da al mundo la ilusión de que somos intensamente productivos.
Pero, “productividad” y “horas de trabajo” no siempre son variables directamente proporcionales. Las personas que presumen de no dormir, estar siempre al día con la información del momento y trabajar jornadas de hasta 16 horas no sólo ponen en riesgo su salud física y bienestar cotidiano. Además de todo, son menos productivas de lo que piensan. Lo que sucede es que el cerebro necesita diferentes estímulos y condiciones para funcionar al 100%, como lo han comprobado estudios internacionales.
El diario financiero The Economist en los Estados Unidos publicó uno de esos estudios, en el que se revela que las personas más productivas del mundo son los franceses, quienes trabajan “solamente” 40 horas a la semana, e incluso menos. ¿Cómo es posible…? Las trabajan bien.
Ya es hora de desmitificar aquello de que cuantas más horas en la oficina, mejor. Pues es todo lo contrario, se produce mucho más y mejor en jornadas intensivas de trabajo, de menos horas.
Concentración y enfoque, las claves

La leyenda del multitasking (término que se refiere a la habilidad de hacer más de una cosa a la vez) nos dice que debemos ser capaces de responder correos electrónicos, leer los periódicos y escribir un reporte de negocios al mismo tiempo; si no podemos, se supone que no estamos adecuados a nuestro tiempo.
Pero la investigación científica señala que es más valiosa la capacidad de concentrarse que la de enfrentar diversas tareas a la vez. Los expertos recomiendan, por ejemplo, empezar el día eligiendo 3 asuntos que debemos dejar resueltos ese día. Sólo 3, nada más. Si al final de la jornada los hemos terminado, habremos sido más productivos que si empezamos 15 y no terminamos ninguno.
El cerebro humano no está diseñado para trabajar en multitarea. Cambiar de una tarea a otra requiere esfuerzo y concentración, y un período de tiempo para adaptarse a la nueva situación. Es mucho mejor enfocarse en pequeñas tareas, una por vez.
Dejar el mundo exterior afuera

Y sobre todas las cosas, hay que organizar el tiempo de manera que podamos realizar alguna actividad física, al menos, media hora al día. El cerebro necesita del movimiento corporal tanto como de una buena lectura o de una conversación interesante. Alimentarlo con cuotas equilibradas de ejercicio, relaciones humanas y comida saludable es la receta para trabajar menos horas, pero hacerlo mejor.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.