El trastorno bipolar: ¿en qué consiste realmente?

El trastorno bipolar: ¿en qué consiste realmente?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Francisco Pérez

Última actualización: 06 agosto, 2023

En la psicología “popular” o “de calle” se ha definido el trastorno bipolar como aquel en el que la persona cambia de humor con más frecuencia y menor contención de lo normal (unas veces está triste y al rato está contento, otras irascible y al rato calmado). Pero esto no es del todo cierto y requiere que lo definamos con más detalle y rigor.

Existen dos formas de trastorno bipolar: trastorno bipolar tipo I y trastorno bipolar tipo II. El trastorno bipolar tipo I se caracteriza fundamentalmente por la presencia de un episodio maníaco (estado eufórico) y el tipo II por la presencia de un episodio hipomaníaco y de depresión mayor. A continuación, definimos claramente cada uno de estos conceptos.

¿Qué es un episodio maníaco?

Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5 , 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2014) un episodio maníaco se caracteriza por un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal o persistente de la actividad o energía.

Mujer con dos caras y trastorno bipolar

Un estado en el que la persona estaría la mayor parte del día, casi cada día, durante un período de al menos 1 semana (o con independencia de la duración si es tan agudo que la persona requiere hospitalización).

Y estaría acompañado de al menos tres síntomas adicionales: disminución de la necesidad de dormir, aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza, participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de consecuencias dolorosas, etc.

El estado de ánimo en un episodio maníaco se suele describir como eufórico, excesivamente alegre, alto o “sintiéndose por encima del mundo”. Por ejemplo, el individuo puede comenzar de modo espontáneo largas conversaciones en público con extraños. Los pensamientos van a menudo más rápido de lo que puede expresar verbalmente.

El estado de ánimo en un episodio maníaco se suele describir como eufórico, excesivamente alegre, alto o “sintiéndose por encima del mundo”.

El humor expansivo, el exceso de optimismo, la grandiosidad y la falta de juicio a menudo llevan a realizar actividades imprudentes, como gastos excesivos, el regalo de las posesiones, la conducción temeraria, inversiones insensatas en negocios y una promiscuidad sexual que es inusual para el individuo. Iniciativas que en muchas ocasiones solo ocasionan pérdidas para la persona, ya sean económica o en su red de apoyo social.

Este episodio es suficientemente grave para causar un deterioro importante en el funcionamiento social o laboral, para necesitar hospitalización o porque existen características psicóticas (delirios, alucinaciones, etc.).

 

¿Qué es un episodio hipomaníaco?

Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5, 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2014), un episodio hipomaníaco es un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos.

A diferencia del episodio maníaco, el episodio hipomaníaco no es suficientemente grave para causar una alteración importante del funcionamiento social o laboral, o necesitar hospitalización. Además, no existen características psicóticas.

A diferencia del episodio maníaco, el episodio hipomaníaco no es suficientemente grave para necesitar hospitalización.

Episodio de depresión mayor

La depresión es un concepto mejor conocido por la población en general. Coloquialmente utilizamos la palabra “depresión” para describir estados de tristeza, melancolía, falta de energía, somnolencia, lentitud, etc.

Como hicimos con la manía e hipomanía, vamos a ver qué criterios se tienen que cumplir para diagnosticar un episodio de depresión mayor.

Para diagnosticarlo, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) requiere la presencia de al menos cinco de los siguientes síntomas casi diariamente y durante la mayor parte del día, durante al menos 2 semanas. Además, es necesaria la presencia de estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer.

Estado de ánimo deprimido

Al menos un 90% de los pacientes deprimidos parece estar triste o abatido. Es importante preguntar cuál es el peor y el mejor momento del día y si hay algo que ayude a sentirse mejor, pues estos aspectos están relacionados con la melancolía.

Anhedonia

Se trata de la disminución del placer en las actividades cotidianas. Así, nada les hace sentir bien (ni salir a la calle, ni ver a los nietos o sobrinos, ni ver un programa de tv…).

Cambios de apetito y/o peso

El criterio empleado es un aumento o disminución de peso en un mes del 5% sobre el peso habitual, aunque a veces puede ser complicado valorar este síntoma.

Trastornos del sueño

Mujer con insomnio
El insomnio se ha considerado siempre como un síntoma depresivo, aunque con el hipersomnio hay más dudas, pudiendo éste llegar a ser atípico.

Aquí deberíamos explorar tanto el insomnio inicial como el medio y terminal, y analizar cómo es el estado de somnolencia del paciente durante las 24 horas del día, así como si el sueño es reparador o no, el tiempo que se pasa en la cama, etc.

Un criterio habitual para el insomnio inicial es tardar más de 30 minutos en dormirse. El insomnio medio se da cuando el paciente se despierta más de 30 minutos durante la noche con dificultades para volver a dormir.

El insomnio tardío existe cuando el paciente se despierta entre 1 y 3 horas antes de lo habitual y no puede volver a dormir. Para el hipersomnio no hay un criterio establecido.

Trastornos psicomotores

Hace referencia tanto al retardo como a la agitación psicomotora, y su diagnóstico requiere alguna manifestación conductual que sea visible para los demás.

Falta o pérdida de energía

A veces, los entrevistados dicen carecer de energía, pero en realidad se trata de una disminución en el interés.

Sentimientos excesivos de falta de valía, autoreproches o culpa

Suele ser valioso pedir al paciente que se autodescriba y que indique cómo le describirían sus conocidos o familiares.

Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o pensar

Aquí, las preguntas típicas tienen que ver sobre si el paciente es capaz de seguir una conversación o un programa de televisión, concentrarse en el trabajo, etc.

Pensamientos recurrentes de suicido o muerte

Entre un 60 y un 80 por ciento de los suicidios que se cometen se dan en pacientes diagnosticados de depresión. Tener depresión incrementa en unas 30 veces el riesgo de suicidio respecto al riesgo de la población general.

Mujer deprimida

Cuando una persona cumple 5 o más de estos síntomas no implica automáticamente diagnosticar la presencia de un “episodio depresivo mayor”. Además, debe haber un deterioro psicosocial importante y cumplirse que toda esta condición no se deba ni a efectos de sustancias o condición médica (p. ej., demencia), ni a los efectos de una reacción de duelo normal.

Para diagnosticar un episodio depresivo mayor es necesaria la presencia de estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o placer.

 

Algunas características y curiosidades del trastorno bipolar tipo I

Como vimos anteriormente, el trastorno bipolar tipo I se caracteriza por la presencia de un episodio maníaco. Antes o después han podido haber episodios hipomaníacos o episodios de depresión mayor.

Durante los episodios maníacos, los pacientes no suelen percibir que están enfermos ni reconocer que necesitan tratamiento y se resisten de forma vehemente a recibirlo. Suelen cambiar su forma de vestir, el maquillaje o la apariencia personal por un estilo más llamativo o sugerente desde el punto de vista sexual.

Algunos pacientes pueden ponerse agresivos y proferir amenazas físicas. Si están delirantes pueden atacar a otras personas o suicidarse. Como consecuencia de la capacidad de juicio empobrecida, de la escasa conciencia de enfermedad y de la hiperactividad, el episodio maníaco puede tener consecuencias catastróficas.

El estado de ánimo puede variar muy rápidamente hacia el enfado o hacia la depresión. Durante los episodios maníacos pueden aparecer síntomas depresivos que duran momentos, horas o, más raramente, días.

El trastorno bipolar tipo I se caracteriza por la presencia de un episodio maníaco.

Riesgo de suicidio en el trastorno bipolar I

“Se estima que el riesgo de suicidio a lo largo de la vida de los pacientes con trastorno bipolar es 15 veces superior al de la población general. De hecho, el trastorno bipolar supone un cuarto de todos los suicidios consumados.” (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5, 2014, p.131).

Mujer bipolar con depresión

Algunas características del trastorno bipolar tipo II

Como vimos anteriormente, el trastorno bipolar tipo II se caracteriza por la presencia de un episodio hipomaníaco y de depresión mayor. El episodio maníaco es una característica exclusiva del tipo I.

Los pacientes con trastorno bipolar II normalmente acuden al médico durante un episodio depresivo mayor y es poco probable que se quejen inicialmente de síntomas de hipomanía. Normalmente, los episodios hipomaníacos no causan por sí mismos disfunción.
La disfunción es consecuencia de los episodios depresivos mayores o de un patrón persistente de cambios impredecibles y fluctuantes del estado de ánimo, y de un patrón de relaciones interpersonales o laborales poco fiables.

Los pacientes con trastorno bipolar II puede que no vean los episodios hipomaníacos como patológicos o desfavorables, aunque el comportamiento errático del individuo pueda molestar a otras personas.

Un rasgo común de este trastorno es la impulsividad, que puede contribuir a los intentos de suicidio y a los trastornos por consumo de sustancias.

El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por la presencia de un episodio hipomaníaco y de depresión mayor.

Riesgo de suicidio en el trastorno bipolar II

El riesgo de suicidio es mayor en el trastorno bipolar II. Aproximadamente un tercio de los pacientes con trastorno bipolar II refiere antecedentes de intento de suicidio. La letalidad de los intentos, definida por una menor tasa de intentos con respecto a los suicidios consumados, es mayor en los pacientes con trastorno bipolar II que en los pacientes con trastorno bipolar I.” (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM-5, 2014, p.138).

Bibliografía:

American Psychiatry Assiciation. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana, 2014.


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