Trastorno psicótico breve: síntomas y tratamiento
¿Cuándo decimos que una persona está “loca”? ¿Cómo definimos la “locura”? Son muchas las definiciones que se han aportado al respecto y muchos y variados los diferentes puntos de vista sobre el fenómeno de la locura. Aquí la vamos a representar mediante el trastorno psicótico breve.
Tradicionalmente, en psiquiatría, se ha diferenciado entre dos grandes grupos de trastornos: los trastornos psicóticos y los trastornos neuróticos. En general, podemos definir la locura como un estado psicótico.
Las psicosis o estados psicóticos implican una pérdida del contacto con la realidad manifestada a través de delirios y/o alucinaciones. Al contrario, las neurosis o estados neuróticos, no conllevan una pérdida del contacto con la realidad. Ejemplos de trastornos neuróticos serían la depresión y la ansiedad y ejemplos clásicos de psicosis serían la esquizofrenia y el trastorno bipolar.
Características clave que definen los trastornos psicóticos: delirios y alucinaciones
Hablar de un trastorno psicótico, como el trastorno psicótico breve, es hablar de sus manifestaciones o síntomas. Así pues, en el trastorno psicótico breve se dan dos tipos de alteraciones en la percepción de la realidad: los delirios y las alucinaciones.
Cuando hablamos de delirios, nos referimos a creencias fijas que no son sensibles a la realidad, a las pruebas en su contra . Etimológicamente la palabra delirio deriva del término latino delirare, que significa salirse del surco labrado. Aplicado al pensamiento sería algo así como “pensar saliéndose del surco normal”.
En sentido lego, delirar significa “desvariar, tener perturbada la razón”. En el lenguaje habitual delirar es prácticamente sinónimo de locura, sinrazón, desvarío o pérdida de realidad.
Características de los delirios
Para identificar a un delirio como tal, deberíamos tener en cuenta el grado en el que la experiencia se ajusta a los siguientes puntos:
- Se mantienen con absoluta convicción.
- Se experimentan como una verdad evidente por sí misma, con una gran trascendencia personal.
- No se dejan modificar por la razón ni por la experiencia.
- Su contenido es a menudo fantástico o cuanto menos intrínsecamente improbable.
- Las creencias no son compartidas por los otros miembros del grupo social o cultural.
- La persona está preocupada con la creencia y le resulta difícil evitar pensar o hablar sobre ella.
- La creencia es fuente de malestar subjetivo o interfiere con el funcionamiento social de la persona y con sus ocupaciones.
En suma, los delirios se caracterizan por ser conceptualmente muy complejos, y quizá por ello resulta tan difícil “encerrarlos” en una definición. Un ejemplo clásico de delirio sería el de persona que está convencida de que es espiada o controlada a través de cámaras ocultas. O aquella que se cree Napoleón. O aquella que piensa que tiene la misión divina de salvar al mundo de su destrucción.
¿Qué entendemos por alucinación?
Las alucinaciones son percepciones que tienen lugar sin la presencia de un estímulo externo. Son vívidas y claras, con toda la fuerza y el impacto de las percepciones normales y no están sujetas al control voluntario.
Las alucinaciones pueden darse en cualquier modalidad sensorial, pero las alucinaciones auditivas son las más comunes en el trastorno psicótico breve y en la esquizofrenia. Estas alucinaciones habitualmente se experimentan en forma de voces, conocidas o desconocidas, que se perciben como diferentes del propio pensamiento.
Ejemplos clásicos de alucinaciones los podemos identificar en aquellas personas que escuchan voces que les dicen que deben realizar alguna misión. O aquellas que ven pequeños animales reptando por sus brazos.
El trastorno psicótico breve
La característica esencial del trastorno psicótico breve es una alteración que implica el inicio brusco de, al menos, uno de los siguientes síntomas psicóticos: delirios, alucinaciones, habla o discurso desorganizado o comportamiento psicomotor muy anómalo, incluyendo la catatonía. La catatonía se define como un síndrome neuropsiquiátrico caracterizado por anormalidades motoras, que se presentan en asociación con alteraciones en la conciencia, el afecto y el pensamiento.
Pueden aparecer crisis convulsivas, pero estas son más frecuentes cuando la causa es orgánica. En última instancia (tanto en los casos orgánicos como en los psiquiátricos), se piensa que la catatonía tiene su origen en una disfunción de la corteza orbitofrontal lateral.
El inicio brusco del trastorno psicótico breve se define como un cambio de un estado no psicótico a otro claramente psicótico dentro de un período de 2 semanas. Un episodio del trastorno dura al menos 1 día, pero menos de 1 mes y el individuo retorna por completo al nivel de funcionamiento que presentaba antes del trastorno.
Características del trastorno psicótico breve
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), para que una persona sea diagnosticada de trastorno psicótico breve se tienen que dar los siguientes criterios:
A. Presencia de uno (o más) de los siguientes síntomas. Al menos uno de ellos ha de ser (1), (2) o (3):
- Delirios.
- Alucinaciones.
- Discurso desorganizado (habla desorganizada).
- Comportamiento muy desorganizado o catatónico.
B. La duración de un episodio del trastorno es al menos de un día pero menos de un mes, con retorno final total al grado de funcionamiento previo a la enfermedad.
C. El trastorno no se explica mejor por un trastorno depresivo mayor o bipolar con características psicóticas u otro trastorno psicótico como esquizofrenia o catatonía, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga o un medicamento) o a otra afección médica.
Como vemos, una persona que presenta un trastorno psicótico breve pasa rápidamente de un estado de “normalidad” a un estado psicótico, casi sin avisar. Este estado de “locura” dura entre un día y un mes (nunca más de eso). Finalmente, la persona se recupera por completo o volviendo a su nivel basal.
Las diferencias con la esquizofrenia están claras. En la esquizofrenia, los signos continuos del trastorno persisten durante un mínimo de seis meses y normalmente el cambio de la “normalidad” a la “locura” no es tan rápido, sino más gradual. El curso de la esquizofrenia suele ser crónico, mientras que el trastorno psicótico breve suele resolverse o “curarse”.
Aunque el trastorno sea breve puede llegar a ser grave
Las personas con trastorno psicótico breve normalmente experimentan agitación emocional o una gran confusión. Pueden presentar cambios rápidos de un afecto intenso a otro. Aunque el trastorno sea breve, el grado de disfunción puede ser grave en el periodo en el que la sintomatología está presente.
Puede requerir de supervisión, de manera que las necesidades nutricionales e higiénicas se satisfagan y que la persona esté protegida de las consecuencias de la falta de juicio, de la disfunción cognitiva y de las acciones motivadas por los delirios. Por otra parte, durante el trastorno psicótico breve parece haber un aumento del riesgo de comportamiento suicida, en especial durante el episodio agudo. Es imprescindible en este caso tomar medidas de seguridad para evitar que la persona afectada pueda autolesionarse.
Tratamiento del trastorno psicótico breve
El tratamiento farmacológico es la principal intervención para las psicosis, pero el tratamiento durante la fase inicial no ha de basarse exclusivamente en él. Tanto las intervenciones psicosociales como la realización de una terapia psicológica son muy importantes en el proceso de recuperación.
Estas intervenciones engloban una serie de medidas encaminadas a minimizar la vulnerabilidad del paciente ante las situaciones de estrés, facilitar los procesos de recuperación, reforzar su adaptación y funcionamiento familiar, social y formativo-laboral, así como aumentar sus recursos para hacer frente a los conflictos, problemas y tensiones interpersonales o biográficas.
Como hemos visto, el trastorno psicótico breve puede acarrear importantes consecuencias a quien lo padece. También puede deteriorar las relaciones familiares y personales. Esto hace que sea imprescindible su tratamiento por un profesional habilitado para ello.
Referencias bibliográficas
American Psychiatry Association (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editorial Médica Panamericana.