Versos de recuerdos (A.Machado)
Te invitamos a que leas este artículo mientras escuchas esta canción… Seguro que te trae mil recuerdos
“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…”
“Mi historia, algunos casos que recordar no quiero..”
“Más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario…”
“Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno…”
“¿Soy clásico o romántico? No sé…”
“Mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía…”
“A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una…”
“A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago…”
“Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar…”
Hay poemas que llegan al alma y al corazón… que son eternos, como eternos son los recuerdos que todos tenemos de nuestra vida y que Machado expresa de modo inigualable en este hermoso poema. Bien es cierto que todos tenemos recuerdos imborrables de nuestra infancia…“Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”…
Quizás los roscos de huevo de nuestra abuela o como nos arropaba nuestra madre antes de dormir y que pareciera que hubiera convertido las sábanas en algodones con sus especiales y delicadas manos… o como sentíamos que éramos la “niña de los ojos de nuestro padre“…
“Mi historia, algunos casos que recordar no quiero..” También hay hechos en nuestra vida que preferimos no recordar porque nos hieren profundamente, como flechas lanzadas con fuerza por el peor de nuestros enemigos; porque la vida está hecha de mil retazos de muchos colores y tamaños, porque Ces´t la vie…
“Más recibí la flecha que me asignó Cupido”, Y también nos llega el amor sin esperarlo y nos arrasa el corazón como un remolino cuando aún somos unos chiquillos o nos sorprende cuando creemos que ya éramos demasiado mayores para vivir de nuevo esos sentimientos que habíamos olvidado en un viejo cajón.
“¿Soy un clásico o un romántico?” ¿Cuántas veces nos hemos hecho mil preguntas acerca de nosotros mismos y hemos terminado por contestarnos? No sé.. Y es que somos somos el producto de nuestra genética, de nuestras experiencias; unas veces somos contradictorios y otras veces firmes y de una sola idea…somos en definitiva, únicos e irrepetibles.
“Mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía…” intentamos practicar la filantropía, ser amigos de nuestros iguales incluso cuando recibimos un desengaño o dejamos de creer en la condición humana.
“A distinguir me paro las voces de los ecos, y escucho solamente, entre las voces, una…” A lo largo de la vida escuchamos muchas voces, pero finalmente cada uno de nosotros se inclina por las personas que siente que son más afines y que más nos pueden aportar;terminamos comprendiendo que a veces es mejor un “no” a tiempo y que “la caridad bien entendida empieza por uno mismo” y que en definitiva no tenemos por qué ser amigos de todos o buscar siempre la aprobación de los demás.
“A mi trabajo acudo, con mi dinero pago…” Cierto es que todos necesitamos el trabajo honrado para ganarnos “el pan de cada día” y para sentir que somos útiles a los demás y que intentamos ayudar con lo que hacemos…
“Y cuando llegue el día del último vïaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar…” A todos nos llegará un día la muerte, porque la muerte forma parte de la vida y para todos es igual, seamos ricos o pobres, altos o bajos, rubios o morenos…
“Dedicado a todas esas personas que se encuentran en un momento difícil, incierto o confuso…” La poesía, la lectura o la música puede ayudarnos en muchos momentos…