5 vitaminas que pueden afectar al sueño
La dieta está muy relacionada con nuestra capacidad de descansar bien. Si el aporte de nutrientes no es adecuado, puede resultar difícil conciliar el sueño. Además, es más probable sufrir interrupciones del mismo, lo que empeora las tareas de recuperación. Por este motivo, te vamos a contar cuáles son las cinco vitaminas que pueden afectar al sueño.
Para evitar déficits de nutrientes esenciales recuerda que es importante asegurar la variedad en la dieta. Cuantos más alimentos diferentes se introduzcan en la pauta, menos probable será experimentar un aporte inadecuado de alguna sustancia que resulte determinante para el funcionamiento de la fisiología humana.
Las vitaminas que afectan al sueño
A continuación te vamos a mostrar cuáles son las vitaminas que afectan al sueño así como su importancia en las tareas de reparación.
Vitamina D
Se trata de un nutriente que se puede sintetizar de forma endógena a partir de la exposición a la luz solar. También se encuentra en algunos alimentos como los pescados azules o los huevos, aunque la cantidad aportada por los mismos es baja y su asimilación no resulta siempre óptima.
La vitamina D participa en muchas tareas dentro del organismo humano. Entre otras cosas, modula la inflamación, lo que reduce el riesgo de desarrollar patologías crónicas y complejas.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Current Pharmaceutical Design, una deficiencia del nutriente es capaz de causar problemas en el sueño, reduciendo la cantidad y la calidad del mismo.
Vitamina E
Este nutriente destaca por su capacidad antioxidante. Neutraliza la formación de radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos, por lo que contribuye a prevenir el envejecimiento y el daño celular e incluso cuenta con ciertas implicaciones a la hora de asegurar el buen funcionamiento del sistema inmune.
Además, mantener los niveles de vitamina E en un rango adecuado podría reducir las alteraciones en el sueño, mejorando la calidad del mismo. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Journal of the American Geriatrics Society.
Cuando existe un déficit del nutriente, se incrementa el riesgo de sufrir apnea del sueño, lo que se asocia con una mayor incidencia de las patologías neurodegenerativas.
Vitamina C
La vitamina C es otro compuesto que actúa como antioxidante. Aparte, participa en la absorción del hierro y en la función inmune. Incluso es capaz de estimular la síntesis de colágeno, lo que favorece la salud de los tejidos.
También se ha relacionado un aporte adecuado de esta vitamina con la reducción de la apnea del sueño, un problema que genera incomodidad y daños en el sistema nervioso central. La suplementación de vitamina E y C consigue reducir los episodios de la apnea, generando un mejor descanso nocturno.
Vitamina B6
El grupo de las vitaminas B es amplio. No obstante, casi todas ellas participan en la regulación del sistema nervioso, por lo que cuentan con ciertas implicaciones sobre la calidad del sueño.
En concreto, la vitamina B6 es necesaria para la síntesis de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño y de vigilia, garantizando un mejor descanso nocturno.
Vitamina B12
Por último, vamos a hablar de un nutriente que se encuentra únicamente en los alimentos de origen animal, la vitamina B12. No solo es necesaria para la correcta síntesis de glóbulos rojos, sino que mantener unos niveles adecuados de la misma consigue mejorar la calidad del descanso.
Se trata de un nutriente necesario para la regulación del reloj biológico, lo que mejora los ciclos circadianos hormonales.
Asegura un buen aporte de vitaminas en la dieta para mejorar el sueño
Como has podido comprobar, son varias las vitaminas que pueden afectar a la calidad del sueño. Por este motivo, es necesario asegurar que se mantienen en rangos adecuados los niveles de las mismas, para así asegurar que los procesos de reparación nocturnos se llevan a cabo sin incidencias.
Ten en cuenta que lo mejor es plantear una dieta equilibrada y variada para garantizar un óptimo aporte nutricional. En algunos casos podría ser preciso recurrir a la suplementación, aunque para ello es aconsejable visitar primero a un especialista.
Asimismo, una buena pauta de alimentación ha de estar combinada con otros buenos hábitos de vida, como la práctica de ejercicio físico de forma regular.
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