¿Y si cuidamos de nuestra higiene mental igual que de la física?
Todos somos conscientes de lo positivo que es para nosotros mantener una buena salud física. Sin embargo, dejamos de lado una parte muy importante: la mente. Como bien sabemos, nuestra salud mental también influye en nuestro bienestar físico. Hemos escuchado en varias ocasiones cómo las preocupaciones o la ansiedad, por ejemplo, llegan a somatizarse en nuestro cuerpo. ¿No es entonces imprescindible empezar a prestarle atención a nuestra higiene mental?
Para poder disfrutar de un cerebro sano es bueno prestarle atención a ciertos elementos que, normalmente, pasamos por alto. Somos capaces de identificar a algunos de ellos con facilidad, pero por algún motivo continuamos sin tenerlos en cuenta. Tarde o temprano esta especie de ignorancia cómplice nos pasará factura. Por lo tanto es el momento de empezar a apostar por una buena higiene mental poniendo en práctica algunos consejos que a continuación vamos a detallar.
Apostar por una buena higiene mental nos ayudará a prevenir enfermedades y trastornos como, por ejemplo, aquellos relacionados con la ansiedad.
Una buena higiene mental se traduce en bienestar
¿Cuánto tiempo ocupan en tu mente las preocupaciones basadas en el pasado y en el futuro? Sin embargo, el presente parece apenas tener cabida. De repente, te sorprendes en “piloto automático“. Días sin sentido que se suceden de una misma manera y en los que hasta has dejado de saborear las pequeñas cosas.
Es importante que aprendas a practicar la atención plena, centrarte en el aquí y el ahora para así huir de todos esos pensamientos que se pueden convertir en obsesivos o rumiantes. Si alguna vez estos te han generado estrés sabes bien de lo que estamos hablando. No importa el ayer, tampoco el mañana. Abre los ojos en el hoy y disfruta.
A pesar de esto, hay otro aspecto importante en tu vida al que seguramente no has prestado la atención debida. ¿Te relacionas con personas que suman o que restan? ¿Por qué das tanto a gente que no te corresponde? Intentar ser buena persona y agradar a todo el mundo puede serte recompensado con dolor y manipulación.
“No permitiré que nadie camine por mi mente con los pies sucios”.
-Mahatma Gandhi-
Te planteo la siguiente reflexión: si lo das todo por gente que no te aporta nada, puede que no te quede tiempo que brindarle a aquellos que sí lo merecen. Medita sobre las relaciones que mantienes. A veces, tenemos miedo a tomar la decisión de “hasta aquí ha llegado nuestra amistad o relación” por temor a perder aquello por lo que nos hemos “desvivido”, pero que no ha valido tanto la pena como creíamos. Sin embargo, hacerlo supondrá un alivio y favorecerá nuestra higiene mental.
Aléjate de la visión pesimista de la realidad
Es fácil optar por una visión pesimista de la realidad cuando todo te va mal. Esto denota una baja resiliencia y tiene un grave riesgo y es que tu felicidad y tu higiene mental estarán en juego. Si te das cuenta, no todo tiene siempre una sola lectura. Un despido o la ruptura de una relación puedes considerarlas una desgracia o una oportunidad de crecimiento. Tú eliges el camino hacia el que reconduces el hecho.
Además, ¿te das lo que necesitas? Cuidarte, mimarte, alimentarte bien y velar por ti son acciones que seguro que alguna vez (o muchas) has descuidado. Quizás porque estás tan pendiente de los demás que dejas de pensar en ti o, tal vez, porque a veces dejas que tu felicidad dependa de los demás. Esta es una terrible equivocación y puede hacer que veas la vida de una manera muy negativa. Tú estás primero y esto no es egoísmo. Significa valorarte y quererte, sin esperar que otros lo hagan por ti.
Seguro que, también, en algún momento de la vida te has sentido bloqueado por no poder alcanzar un objetivo. Sin embargo, ¿comprobaste si este era posible? A veces, puedes marcarte metas que por mucho que lo desees no podrás hacer realidad. Estas tienen que ser realistas. Libérate de los imposibles que solo te generarán frustración, ansiedad y una sensación de inutilidad. Esto será muy positivo para tu higiene mental.
“Lávate la mente con amor y honestidad después de cada pensamiento que atente contra tu tranquilidad”.
-Luis Espinoza-.
¿Te has dado cuenta de lo importante que es una buena higiene mental? Hay muchos más hábitos que pueden hacerte bien, como eliminar expectativas, dejar de darle vueltas a pensamientos con los que no solucionarás nada, olvidarte de intentar cambiar a las personas o aprender a gestionar tus emociones.
Tendemos a complicarnos la vida o a culpar a la misma de todo lo que nos sucede cuando, en realidad, está en nuestras manos hacer que esta sea mucho mejor y más sencilla. No todo es tan terrible como parece, no todo es tan malo como creemos. Limpiar nuestra mente de todo lo que está sobrando y que nos está impidiendo ver con claridad nos permitirá adentrarnos en el verdadero bienestar.
Imágenes cortesía de Jessica Rimondi, Agata Wierzbecka