5 claves para estar bien

Solemos relacionar el hecho de estar bien con la paz interior y el bienestar mental. Pero, ¿incluye también otros elementos? Reflexionamos sobre ello a través de 5 claves para estar bien.
5 claves para estar bien
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 22 enero, 2021

¿Qué significa para ti estar bien? ¿Sentir paz interior? ¿Tener energía? ¿No tener problemas? ¿Ser feliz? ¿Tener bienestar? Está claro que “estar bien” es un concepto muy subjetivo y que para cada persona tendrá un significado u otro. En este artículo hablaremos del bienestar emocional a nivel genérico (sentirse bien con uno mismo y con nuestra vida) identificando 5 claves para estar bien.

Y es que asociamos el hecho de estar bien con aspectos como tener una buena autoestima, sentir tranquilidad mental, disfrutar de las cosas, gozar de buena salud… Así, si intentamos “objetivar” un poco esta idea, podemos decir que estar bien vertebra elementos de la salud física y mental. Pero, ¿qué necesitamos para estar bien?

“Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”.

-Anónimo-

Mujer feliz

Claves para estar bien

Como vemos, aunque el bienestar es un concepto con una gran carga de subjetividad, lo cierto es que este se relaciona con algunos aspectos comunes para todos, como gozar de una buena salud, disponer de una buena red de apoyo o sentirse bien con uno mismo.

Sin embargo, está claro que “estar bien” va mucho más allá de todo esto. Sin más preámbulo, os ofrecemos 5 claves para estar bien que podéis empezar a aplicar en vuestro día a día.

Practica la gratitud

La primera de las claves para estar bien que os proponemos tiene que ver con la gratitud. La gratitud se define como un sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle.

Sin embargo, se puede ser agradecido con la vida en general, con las experiencias que vivimos, y con personas que no necesariamente nos han “hecho un favor”. De hecho, hay estudios que demuestran que las personas agradecidas, que dedican unos minutos al día a agradecer las pequeñas cosas que tienen o que van viviendo, son más felices.

La gratitud nos hace valorar las experiencias, las personas y la vida. Además, nos pone en contacto directo con el agradecimiento, un valor y una actitud hacia las cosas positivas, lo que a su vez aumenta nuestro nivel de bienestar.

Reflexiona

¿Qué queremos decir con esto? Que es importante analizar cómo estamos, qué sentimos, qué patrones y actitudes vamos manifestando a lo largo del día (y de la vida en general), etc.

¿Por qué? Porque hacerlo nos permite conectar con nuestras verdaderas necesidades, sobre todo a nivel emocional. Nos permite descubrir qué necesitamos en cada momento, qué nos produce bienestar y, de lo contrario, qué nos ocasiona sufrimiento, para así poder cambiarlo.

Revisarnos nos ayuda a tomar conciencia de quienes somos y de qué necesitamos para estar bien.

Sigue una vida saludable

Como ya sabemos, mente y cuerpo están intrínsecamente conectados. Eso quiere decir que al cuidar la salud física (el cuerpo), estamos cuidando también la mente y por lo tanto la salud emocional o psicológica.

Dormir las horas necesarias, practicar algo de deporte, comer de forma equilibrada y saludable, buscar momentos de calma y desconexión… Son pequeños hábitos que nos ayudarán a sentirnos mejor físicamente y, por lo tanto, también psicológicamente.

Pide ayuda si la necesitas

Debemos eliminar tabúes en relación a la salud mental y al hecho de ir al psicólogo. Ir al psicólogo no es de locos, y no necesitamos estar “en el pozo” para pedir ayuda. Sencillamente, si sentimos que no estamos bien, que algo en nuestra vida falla, que estamos sufriendo por algo… y no sabemos cómo gestionarlo, pedir ayuda es la mejor manera de empezar a sanar.

Iniciar un proceso terapéutico no siempre es fácil por todos los prejuicios y resistencias que podamos tener en relación a ello, pero os aseguramos es una gran alternativa que nos puede ayudar a recuperar nuestro bienestar.

Escúchate y actúa

Otra de las claves para estar bien que os proponemos es la siguiente: escúchate y en función de lo que sientas, actúa. ¿A qué nos referimos con esto? A conectar con nuestras necesidades, a escucharnos y a darle valor a lo que nuestro cuerpo nos pide, a nivel físico y mental.

En otras palabras: permítete sentir, no te juzgues. Habrá días que necesitarás estar solo, otro con amigos, con tu pareja, escuchando música, sin hacer nada, dando un paseo… Y está bien.

Respeta tus ritmos e inquietudes. Aunque parezca un punto un poco abstracto, la realidad es que conectar con nosotros mismos se puede convertir en un hábito muy terrenal y práctico, que nos lleva a invertir energías en lo que realmente nos sienta bien.

Mujer con los ojos cerrados pensando en las claves para estar bien

Bienestar hedónico y eudaimónico

Hemos visto algunas claves para estar bien, que podemos aplicar de forma genérica en nuestro día a día. Sin embargo, está claro que cada persona es un mundo (con sus intereses, personalidad, necesidades, carencias…) y que, por lo tanto, no a todos nos hacen sentir bien las mismas cosas. Por otro lado, en relación al concepto de “estar bien”, resulta interesante aquí diferenciar dos tipos de bienestar: el eudaimónico y el hedónico.

El primero hace referencia a la realización de actividades congruentes con nuestros valores para ser felices; en cambio, el bienestar hedónico tiene que ver con la presencia de placer y la ausencia de malestar para conseguir la felicidad. Hay personas que son más hedonistas, y otras eudaimónicas.

Y tú, ¿con qué tipo de bienestar te identificas más? ¿Qué te hace sentir bien? Empezar por conocer cómo eres es un primer paso para saber qué necesitas para ser feliz, sabiendo que la felicidad es un camino lleno de luces y sombras donde toda emoción, sea positiva o negativa, tiene su función y su sentido.

“El éxito es conseguir lo que deseas; la felicidad es desear lo que consigues”.

-Anónimo-


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  • Cuadra, H., Florenzano, R. (2003). El Bienestar Subjetivo: Hacia una Psicología Positiva. Subjective Well-being: Towards a Positive Psychology.
  • Glanz, K. E., Lewis, F. M. E., & Rimer, B. K. (1990). Health behavior and health education: Theory, research, and practice. Jossey-Bass.
  • Vázquez, C., Hervás, G., Rahona, J. J., & Gómez, D. (2009). Bienestar psicológico y salud: Aportaciones desde la Psicología Positiva. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud5, 15-28.

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