7 enseñanzas de Albert Ellis

7 enseñanzas de Albert Ellis
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 10 octubre, 2023

El día que conocí la vida y enseñanzas de Albert Ellis, simplemente caí enamorada. Después de mucho tiempo de no encontrarle sentido a la psicología ni “creer” mucho en ella, aprendí que, haciendo una buena terapia, como la TREC, la psicología puede ser una poderosa arma para solucionar la mayor parte de los problemas psicológicos de la gente.

Así lo explica Ellis, cuando él mismo se autoaplicó su terapia para superar su timidez y su miedo a conocer e intimar con mujeres. Y he de confesar que a mi también la cabeza me dio un giro total cuando empecé a autoaplicármela.

Por ello, y para que más gente conozca al padre de la terapia racional, quisiera mostrar, a modo de resumen, 7 de las enseñanzas de Albert Ellis, un auténtico genio.

1. El modelo A-B-C, base de las enseñanzas de Albert Ellis

Mujer con un pañuelo que conoce las enseñanzas de Albert Ellis

Desde la terapia racional se postula que no es la situación ni la adversidad la que está provocando directamente tu malestar emocional, sino que somos nosotros mismos, con nuestras creencias y pensamientos, los que nos autogeneramos el sufrimiento.

En este sentido, el modelo A-B-C enseña al paciente a poner en orden estos conceptos y a ver la relación entre pensamientos y emociones. El A sería la situación activadora, la adversidad o el problema. El B serían nuestros pensamientos y creencias y el C serían las consecuencias de esos pensamientos, es decir cómo estamos a nivel emocional y cómo nos comportamos.

Si mis B son racionales, mis C serán sanas y normales, pero si mis B son irracionales, mis C serán muy desagradables y negativas.

2. Las creencias irracionales

Son las B en el modelo antes descrito. Pero cuando le ponemos el apellido de “irracionales” queremos decir que no se sustentan en una lógica ni son realistas, es decir, son pensamientos que pasan por nuestra cabeza de forma automática sin que exista un proceso de razonamiento que los cuestione ni confronte con la realidad.

A consecuencia de ellas, las personas sufren de manera exagerada y no actúan de la mejor manera. Ellis planteó 11 creencias irracionales básicas, aunque pueden existir tantas como personas hay.

El problema de estas creencias es que, como su nombre indica, la persona se las cree a pies juntillas y no contempla otros planteamientos ni alternativas.

3. La aceptación incondicional de uno mismo

Mujer con paraguas de colores que conoce las enseñanzas de Albert ellis

Las enseñanzas de Albert Ellis nos dicen que todos los seres humanos tenemos el mismo valor, independientemente de lo que poseamos o de nuestras características externas. Lo externo es cambiante e incluso perecedero.

Lo que tenemos hoy, puede no estar mañana y no por ello habremos perdido nuestro valor como persona, que es intrínseco a nosotros desde el momento en el que vimos la luz por primera vez.

Si interiorizamos esta idea, que es la realidad, nos sentiremos mucho más libres y nos querremos a nosotros mismos sin condiciones, sin tener que ser guapos, ni exitosos, ni tener mucho dinero…porque eso no determina nuestro valor. Lo más importante es nuestra capacidad de amar la vida y a los demás.

4. La aceptación incondicional de los demás

Al igual que la aceptación incondicional de uno mismo, para ser felices y estar a gusto con los demás, debemos practicar la aceptación incondicional de los demás, que trata de aceptar al otro sea como sea: sea guapo o feo, sea blanco o negro, sea listo o no lo sea, tenga dinero o no lo tenga.

Todo el mundo puede aportarnos cosas maravillosas, independientemente de sus características externas, que como ya se ha dicho, no son importantes.

Además, para liberarnos y no angustiarnos, es muy importante aceptar a las personas de nuestro círculo con sus defectos y virtudes, y no intentar cambiarlos ni enfrascarnos en discusiones infinitas con ellos. No conseguiremos cambiarlos fácilmente. La clave está en aceptar y valorar las virtudes que tiene, porque todo el mundo tiene.

5. La tolerancia a la frustración

Una de las claves de la salud emocional, es practicar la tolerancia a la frustración, es decir, aceptar que el mundo no gira en la dirección que tú quieres, ni que las cosas siempre saldrán como a ti te gustaría.

Esta es una realidad que mucha gente se niega a aceptar y lo pasan realmente mal, y es por sus creencias irracionales sobre el mundo. Ellos piensan en términos de “debería”: “El mundo debería ser como yo quiero” y, cuando esto no se ve cumplido, se ponen ansiosos o se deprimen.

La tolerancia trata de que aceptemos que las cosas a veces nos serán favorables y a veces no y que debemos tolerar estas incomodidades.

6. El tremendismo

Mujer triste que no conoce las enseñanzas de Albert Ellis

Surge cuando la persona piensa que lo que le está ocurriendo es algo terrible, más que dramático y que no lo puede soportar. Se exagera en exceso lo negativo de una situación.

Es una idea falsa que aún nos pone más ansiosos, porque se ha demostrado que el ser humano tiene la capacidad de soportar casi cualquier golpe psicológico, por lo tanto, la creencia racional sería: “Esto que me ocurre es muy incómodo y desagradable, pero por supuesto que puedo soportarlo”.

 

7. Las imágenes racionales-emotivas

Una de las enseñanzas de Albert Ellis, de las técnicas de la que se sirve la TREC para desactivar las creencias irracionales, son las visualizaciones. Ayudan a practicar hábitos de pensamiento racional y facilitar las emociones sanas.

Se trata de que el paciente imagine una situación que teme de la manera más nítida posible, sintiendo todas las emociones que se derivan de ella. Posteriormente, se insta a la persona a que cambie sus sentimientos exagerados por sentimientos apropiados.

Por ejemplo, cambiar el pánico por el desagrado, la depresión, por tristeza… Nos podemos prescribir nuestras propias emociones si nos esforzamos en cambiar nuestra manera de ver las cosas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.