7 errores que penalizan lo que comunicas sin palabras
Sabemos que a través de los gestos podemos transmitir un estado de ánimo diferente al que pretendemos trasmitir con nuestras palabras.
Uno de los principios de la comunicación no verbal reside en ser conscientes de la importancia que tienen los movimientos de nuestro cuerpo: pueden ayudarnos a darle más credibilidad a nuestras afirmaciones o a incrementar y potenciar su impacto, generando de esta forma más confianza.
¿Sabes cuáles son los 7 errores que te impiden conseguir el éxito en tu comunicación no verbal?
Es cierto que el lenguaje no verbal tiene mucha importancia en todas las áreas y parcelas de nuestra vida, especialmente en las que el contacto y relación con personas desconocidas es habitual y continúo, como puede suceder en nuestro trabajo.
Nuestro lenguaje corporal tiene que ser adecuado para mostrar lo que realmente estamos queriendo decir y necesitamos expresar a las personas de nuestro círculo. Evitar estos 7 errores de comunicación corporal te conducirá al éxito en tus conversaciones:
1. No mantener contacto visual. Es fascinante todo lo que podemos empatizar y conocer de la otra persona solamente mirando sus ojos. Estos son el espejo del alma, y es importante no olvidar lo importante que es este hábito dentro del lenguaje no verbal.
Realizar esta acción refleja confianza, transparencia y respeto por la persona que tenemos delante. El contacto ocular también nos permite poder medir la respuesta de la otra persona y entender más sus sentimientos y sensaciones.
2. Realizar muchos movimientos con los brazos. Cuando una persona gesticula excesivamente usando los brazos nos puede estar trasmitiendo nerviosismo o inseguridad . Realizar grandes movimientos con nuestras extremidades superiores puede ser un acto de querer escudarnos porque no estamos percibiendo las cosas de forma clara, y eso lo perciben las personas de tu alrededor.
También puede provocar que se desvíe la atención a lo verdaderamente importante, que es el mensaje.
3. Dibujar pocas expresiones en nuestro rostro hacerlo de manera pobre. La cara, como los ojos, es el reflejo del alma. Si nuestra expresión es muy rígida y seria continuamente, estaremos corriendo el riesgo de estar dando la sensación de estar con la cabeza en otro sitio y de que somos indiferentes a lo que se está compartiendo en la conversación.
Muchos conflictos personales vienen generados por este error, ya que el principal escaparate de nuestras emociones internas es nuestro rostro. Recuerda también que aunque no estés hablando, en silencio puedes estar compartiendo inconscientemente con la persona que tienes delante infinidad de mensajes y sensaciones, tanto negativas como positivas, a través de los gestos de tus facciones.
4. Mantener la distancia. Con este punto no quiero decir que tengamos que estar demasiado cerca de la persona hasta llegar a invadir su entorno o espacio, pero tampoco te alejes demasiado de ella.
Si te mantienes alejado de la otra persona darás la sensación de que ella es superior a ti y de que tienes miedo a un posible enfrentamiento. Observa el entorno e intenta ajustar la cantidad de espacio físico que queda entre ambos, de manera que este os permita sentiros a gusto y bien.
5. No sonreír lo suficiente. La sonrisa nos permite mantener una comunicación relajada y confiada con nuestro alrededor. Es cierto el dicho de “con una sonrisa puedes conquistar el mundo”. Seguramente las personas con las que os sentís más a gusto en vuestra vida sean aquellas que se ríen con una frecuencia más alta que el resto.
La sonrisa entra dentro de las expresiones faciales de alegría y felicidad que tienen significado universal. Da igual el país al que vayas, sonríe a la vida y verás el impresionante cambio que experimentarás en tu día a día.
6. No tener en cuenta nuestra postura corporal . La postura corporal general es la esencia del lenguaje no verbal. Constituye la totalidad del instrumento que necesitamos para tener éxito en nuestra comunicación con los demás, nuestro cuerpo. Intenta no olvidar que tu posición es lo que percibirán, en primera instancia, el resto de personas. Es tu tarjeta de presentación.
Si no nos preocupamos por este punto puede que la dejadez nos lleve a tener sin querer una actitud de desencanto y cansancio que no nos favorecerá.
7. Balancearnos todo el rato. Es uno de los rasgos más habituales que refleja que algo no está yendo bien. Cuando hablo de balancearnos quiero decir: no parar de cambiar la posición de las piernas, mientras los pies no dejan de moverse.
Esta acción trasmite que la persona en cuestión no se encuentra tranquila y está preocupada por el tema que está teniendo lugar.
Ahora que ya conoces los 7 errores más habituales en el lenguaje no verbal, atrévete a ser un poquito más consciente con tu propio cuerpo y trasmitir tus verdaderos sentimientos de una forma clara y sana. Así te evitarás infinidad de “malos rollos y entendidos” con las personas de tu alrededor.