7 películas distópicas sobre pandemias y posibles cambios en nuestro futuro
En una realidad extraña, las películas distópicas resaltan en la cartelera como luces de neón en una noche cerrada. En muchos casos, anticipan hipótesis y dinámicas que en un pasado nos parecieron lejanas y que hoy casi podemos tocar con los dedos; si no en su materia, sí en su forma, muchas veces perversa.
Los gobiernos de todo el mundo empiezan a recurrir a la tecnología para controlar sus poblaciones. Es natural para nosotros explorar esos escenarios hipotéticos en la ficción. Todo esto no es nuevo, este interés se remonta a 1932 cuando Fritz Lang dio vida a Metrópolis.
Por otro lado, señalar que las películas distópicas no son necesariamente apocalípticas -aunque sí existan películas distópicas que lo sean-.
Las películas distópicas abordan una amenaza humana, la que representan aquellos que tienen el control o se pueden hacer con él. Narran historias marcadas por el sufrimiento masivo, un gran control gubernamental o el reemplazo de la humanidad por la tecnología. No siempre tenemos que buscar ficción para ver ejemplos.
Eso deja una franja muy amplia de cine para crear. Desde miradas de ciencia ficción en el futuro lejano hasta historias de advertencia de un mundo ya reconocible en nuestro presente. Este interés se ve renovado por la actualidad y el futuro inminente que nos espera.
Películas distópicas recomendables
Días extraños (1995)
La película se desarrolla en un distópico Los Ángeles. En ella los recuerdos y las experiencias de las personas se graban directamente desde sus cerebros y se venden en el mercado negro. Cualquiera que haya querido experimentar actividades criminales o encuentros sexuales perversos ahora puede hacerlo sin repercusiones.
Las cintas son la nueva droga para una sociedad cansada de todo, anulada de toda motivación y sin escrúpulos. La película da un giro cuando el detective convertido en vendedor negro de estas cintas, Lenny Nero (Ralph Fiennes), descubre una cinta que describe el brutal asesinato de un conocido.
El show de Truman (1998)
En esta película se plantea una premisa distópica: el personaje de Jim Carrey ha sido criado involuntariamente como una estrella de televisión y solo ahora ha comenzado a sospechar que todos en su vida son actores contratados.
Todo el mundo está enganchado a la vida de Truman, su intimidad es desvelada al detalle para espectadores sedientos de realidad humana.
Truman es un héroe y la vez una desgraciada cobaya en su propia historia, pero su desafío final a su figura creadora, interpretada con Ed Harris, forman uno de los actos más bellos y míticos de los últimos 20 años en el cine.
¿Hasta dónde llegarán los programas de telerrealidad? ¿Se podrá hacer en un futuro lo que hicieron con Truman?
Gattaca (1997)
Esta obra maestra de Andrew Niccol visualiza un futuro cercano en el que casi todos los niños son creados en el laboratorio y modificados genéticamente para evitar cualquier “imperfección” mental o física. Ethan Hawke interpreta a Vincent, un “hijo de Dios” concebido naturalmente y, por lo tanto, defectuoso.
Vincent sueña con poder ser un científico que pueda volar al espacio, pero su condición de humano normal solo le permite limpiar el lugar donde se diseñan los proyectos.
Para perseguir sus ambiciosos sueños profesionales, Vincent busca la ayuda de un agente de ADN y asume una nueva identidad genéticamente superior. El personaje de Jerome (Jude Law) le dará todos los rastros genéticos necesarios para poder engañar a los demás.
Todos los elementos visuales de la película ayudan a sumergir a los espectadores en una atmósfera completamente extraña pero peculiarmente familiar. La película plantea un futuro con un nuevo racismo: el genético.
Matrix (1999)
Es la obra contemporánea que más ha dado que hablar. Su argumento es sumamente complejo y muchos de los temas que se plantearon en la época eran totalmente sorprendentes y novedosos. Es la mejor película de cyberpunk de todos los tiempos. Convirtió a Keanu Reeves en una figura de primer orden en el cine estadounidense.
¿Qué pasaría si la realidad virtual no fuera solo por diversión, sino que se utilizara para dominar a la humanidad? Ese es el dilema que enfrenta el informático Thomas Anderson (Keanu Reeves).
Es el año 1999 y Anderson (alias Neo) conoce a Morfeo (Laurence Fishburne), quien le revela que nada de lo que sucede a su alrededor es real. Morpheus está convencido de que Neo es el único que puede abrir The Matrix y llevar a su gente a la libertad física y psicológica.
The Road (2009)
The Road es un thriller dramático postapocalíptico sobre un padre (Viggo Mortensen) y su hijo caminando solos por una América desolada y quemada, donde ya no queda nada.
La sensación de devastación al contemplar la película es absoluta. Nada se mueve en el paisaje excepto la ceniza en el viento. Hace suficiente frío como para romper las piedras y cuando nieva los pequeños copos son grises.
El cielo está oscuro. Su destino es la costa, aunque no saben qué les espera allí, si es que hay algo. No tienen nada, solo una pistola para defenderse de las bandas sin ley que acechan el camino. Es la representación del infierno, una película realmente perturbadora.
Un lugar tranquilo (2018)
En este thriller de terror moderno una familia de cuatro personas debe vivir sus vidas en silencio. El más mínimo ruido puede despertar a unas extrañas criaturas que tienen el sentido del oído ultradesarrollado. Misteriosas criaturas que cazan por el sonido amenazan su supervivencia. Si te escuchan, te cazan.
Se desconoce de dónde han salido estas criaturas misteriosas; se especula con que su origen sea algún tipo de laboratorio. Su brutal instinto asesino ya ha golpeado con una muerte a la familia.
Su misión es la de desarrollar una forma de vida en la que no hagan ningún tipo de sonido que sea distinto al de la naturaleza, por lo que se comunican mediante lengua de signos. Si hay cualquier percance y son escuchados, estas criaturas atacarán a toda la familia.
El declive (2020)
El declive narra la historia de un hombre de familia, Antoine, que está ensayando cómo actuar ante una situación de catástrofe. Para prepararse, Antoine asiste a un programa de capacitación sobre supervivencia impartido por Alain, en un retiro donde se puede vivir de forma autosuficiente.
Anticipando un colapso natural, económico o social, el grupo pasa por simulacros destinados a prepararlos para apocalipsis de todo tipo. Sin embargo, la catástrofe que les espera tiene mucho más que ver con su condición humana actual.
