Adolescentes multiproblemáticos: cómo son
Ser un adolescente puede ser difícil. En este periodo de la vida se producen cambios sustanciales que determinarán cómo serán en la adultez. Ser adolescente implica cortar algunos de los lazos que vinculan a la persona con la niñez y construir otros nuevos.
A menudo, los adolescentes pueden percibir la vida como tormentosa, dramática y poco estable. Esto ocurre porque en la cultura occidental, a diferencia de en otras, se carece de ritos, rituales o prácticas que indiquen al adolescente que ha dejado de ser un niño para convertirse en un adulto de pleno derecho (Madruga, 2019).
«La adolescencia es una época en la que se vive todo con más intensidad».
-Edward Zwick-
Un cóctel peligroso en la adolescencia
Los adolescentes experimentan muchas dificultades. Por ejemplo, los cambios en su cuerpo y en sus relaciones sociales. Además, su cerebro dista de estar desarrollado por completo, y tienden a experimentar las emociones de manera más intensa. Un porcentaje de ellos puede encontrar en las drogas una vía de afrontamiento para aminorar su malestar a corto plazo. Si lo hacen, es probable que caigan en una trampa muy dolorosa.
El término de «adolescentes multiproblemáticos» se utiliza cuando, en dicho periodo vital, la persona lidia con la drogadicción, además de otros problemas, como los de la salud mental y los judiciales. En el contexto que hoy nos trae, podemos mencionar que, actualmente y en el continente europeo, más de dos millones de adolescentes tienen estos problemas.
Si echamos un vistazo a las cifras de incidencia de trastorno mental en países desarrollados, como España o Estados Unidos, se observa que cerca de un 15 % de personas de entre 4 y 17 años tiene algún trastorno mental diagnosticado (Ribas-Siñol, 2015). En este sentido, cada vez son más los casos de adolescentes que consumen múltiples sustancias y desarrollan otros cuadros clínicos comórbidos. Es decir, presentan varias entidades clínicas «a la vez».
«Hasta un 88 % de los adolescentes que inician tratamiento por uso de sustancias presentan otros trastornos asociados».
-María Ribas-Siñol-
Las drogas, un trampolín a otros trastornos mentales
En la adolescencia, cada vez se abusa más de las sustancias. De hecho, un 25 % confiesa haberlo hecho en las últimas semanas. Entre las sustancias más consumidas en esta población se encuentran las bebidas alcohólicas y el cannabis. Además, el consumo de cocaína está creciendo exponencialmente, algo que alarma a los especialistas.
Este espectacular aumento en el consumo de sustancias tiene serias consecuencias. Por ejemplo, los adolescentes multiproblemáticos tienden a ser más violentos e incurren en conductas criminales con mayor frecuencia. Su objetivo es, con frecuencia, conseguir dinero para sufragar los gastos de la droga que ingieren. Como resultado, les cuesta integrarse en la sociedad y tienen serios problemas legales.
Cuando un adolescente presenta, además de una drogadicción, otra entidad clínica, como la depresión o el trauma, se habla de patología dual. Este tipo de patología hace que la intervención sea más compleja, porque los problemas de salud se combinan con problemas a nivel judicial.
«La patología dual y las enfermedades mentales en adolescentes aumentan cada vez más y muchos delitos se asocian al consumo de tóxicos».
-María Ribas-Siñol-
¿Qué trastornos son más frecuentes en los adolescentes multiproblemáticos?
Es destacable el hecho de que los problemas de salud en la adolescencia inician cada vez antes y son más numerosos. En este sentido, se ha encontrado que casi la mitad de adolescentes con patología dual presenta más de tres trastornos al mismo tiempo. A pesar de que los datos son variables dependiendo del tipo de estudio, se han propuesto algunas entidades clínicas que aparecen con frecuencia en los adolescentes multiproblemáticos.
Como se podrá observar, todas ellas podrían estar interrelacionadas. Es difícil conocer cuál de ellas se ha desarrollado primero y ha potenciado a las demás. Por esta razón, es necesaria una gran pericia clínica a la hora de abordar los problemas que presentan estos adolescentes.
«La juventud tiene el genio vivo y el juicio débil».
-Homero-
Los problemas de conducta: un caballo de batalla
El grupo de patologías más frecuentes en esta población son los trastornos de conducta. Una de las manifestaciones de estos trastornos es la conducta hostil, a través del robo, la mentira o el desacatamiento de las normas socialmente establecidas.
Para la American Psychiatrich Association (2014), una característica de estos adolescentes es su baja capacidad para tolerar la frustración. Además, las repercusiones varían según el sexo del adolescente:
- Las chicas tienden a mentir más. Suelen faltar con mayor frecuencia a clase y consumen más drogas, en comparación con los chicos. Las agresiones que cometen suceden en el contexto relacional, siendo de carácter más psicológico que físico. Por ejemplo, el acoso verbal.
- Por otro lado, los chicos cometen más agresiones de tipo físico. Así, tienden al vandalismo y a pelearse. Las conductas relacionadas con el robo de objetos son más características en los varones y presentan una oposición más intensa a las normas sociales.
Según el modelo ontogenético planteado por McDonough (Fonseca, 2021), el consumo de sustancias sería un factor predisponente de tipo contextual para el desarrollo de los trastornos de la conducta. Además, cabría señalar otros elementos como la crianza basada en el castigo y la exposición a entornos violentos como factores explicativos de la patología dual.
La sombra de la depresión
Por orden de frecuencia, la depresión es la segunda entidad clínica más habitual en los adolescentes multiproblemáticos. En la actualidad se sabe que casi un 5 % de los adolescentes sufre depresión. De hecho, es uno de los trastornos con mayor prevalencia.
Entre los varones, se asocia de manera especial tanto a los trastornos de conducta, como al consumo de drogas. Este cóctel hace que sean más propensos a cometer suicidio, siendo este el tercer factor detrás de la mortalidad en esta población (Ribas-Siñol, 2015).
Existe una teoría que se denomina hipótesis de la automedicación. Podría explicar por qué los adolescentes están haciendo uso de sustancias como la cocaína, que es una droga estimulante, con el objetivo de aminorar su sintomatología depresiva. Esto podría explicar el hecho de que estén aumentando los casos de adolescentes que consumen esta sustancia en particular.
«Las drogas destruyen tu memoria, respeto y autoestima».
-Kurt Cobain-
Mentes heridas por el trauma
Es otro de los trastornos que se describen habitualmente en el contexto de los adolescentes multiproblemáticos. El trauma en la adolescencia surge ante situaciones continuadas de malos tratos. De esta manera, el abuso de sustancias puede constituir una estrategia que desarrolla el adolescente para afrontar un entorno que es hostil y abusivo.
La APA (2014) menciona que el abuso de sustancias y los trastornos de conducta están intensamente vinculados con el trauma infantil. En especial, el trastorno negativista desafiante. Además, señala que las drogas puede ser una forma de evitar enfrentarse a recuerdos extraordinariamente intensos desde un punto de vista emocional.
«Vivimos sin saber que nuestros traumas gobiernan nuestra vida».
-Sandra Barneda-
Adolescentes problemáticos: en el punto de mira de los sistemas sanitarios
Como podemos observar, las entidades clínicas que emergen en el contexto del abuso de drogas se solapan con frecuencia. Si atendemos al hecho de que estamos transitando por una década marcada por la inestabilidad económica, una pandemia y la guerra, es comprensible que intensifiquen la sensación de inseguridad y vacío que pueden sentir los adolescentes.
En este sentido, cada vez es más habitual encontrar en las consultas de salud a adolescentes que presentan un historial extenso de drogadicción, depresión, problemas de conducta y trauma. Este aumento es notorio y alarma cada vez más a los sistemas sanitarios, que se afanan en seguir investigando y en desarrollar programas de prevención que ayuden a la población adolescente a llevar una vida saludable.
«La prevalencia de consumo en España de cannabis y cocaína en población adolescente es de las más altas de Europa».
-María Ribas-Siñol-
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Madruga, J. A. G., & Delval, J. (2019). Psicología del desarrollo I. UNED.
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American Psychiatric Association. (2014). DSM-5. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5: DSM-5®. Spanish Edition of the Desk Reference to the Diagnostic Criteria From DSM-5® (1.a ed.). Editorial Médica Panamericana.
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Santo Lema, C. L. (2017). Características de la personalidad y patología dual en adolescentes de la sala de primera acogida del Hospital Provincial General de Latacunga (Bachelor's thesis, Quito: UCE).
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Peña-Olvera, F. D. L., & Palacios-Cruz, L. (2011). Trastornos de la conducta disruptiva en la infancia y la adolescencia: diagnóstico y tratamiento. Salud mental, 34(5), 421-427.
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Pedrero, F. E. (2021). Manual de tratamientos psicológicos: Infancia y adolescencia (Psicología) (1.a ed.). Ediciones Pirámide.