¿Sabes cómo afecta el mar a nuestro cerebro?

¿Sabes cómo afecta el mar a nuestro cerebro?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 31 agosto, 2023

¿Serías capaz de imaginar cómo afecta el mar a nuestro cerebro? Ese inmenso azul que cubre casi el 80% de este planeta es un lugar tremendo, tan cruel y poderoso como romántico y profundo. Un gigante ahora violento, ahora calmado e inspirador.

Grandes literatos como Charles Baudelaire han tenido tanta admiración como respeto por él. De sus labios nacieron palabras como “¡hombre libre, siempre adorarás el mar!”. Este lugar que guarda un espacio tan especial para el ser humano es mucho más que una masa ingente de agua.

¿Cómo afecta el mar a nuestro cerebro?

Varios neurocientíficos han estudiado cómo afecta el mar a nuestro cerebro. De sus experimentos y publicaciones podemos citar nombres como M. Rudd, R.A. Baron o M.C. Diaomond. Todos ellos han investigado qué efectos produce el inmenso azul y madre océano sobre nuestra mente. ¿Te imaginas qué puede provocar?

Mujer sumergida en el mar

Lo cierto es que los efectos del mar en nuestra psique son en general bastante positivos. El romanticismo y el ansia de libertad que nos inspira no es baladí, pues está justificado y respaldado por la ciencia.

“Hay que mirar siempre el mar. Es un espejo que no sabe mentir”

-Yasmina Khadra-

El mar provoca admiración en el ser humano

En este caso fueron diversos psicólogos de las universidades de Minnesota y Stanford quienes llevaron a cabo un estudio sobre los efectos del mar en el cerebro humano. Una de las conclusiones que sacaron es que la inmensidad que proyecta provoca un estado de admiración y asombro en nuestra psique.

En realidad, este proceso nos produce bienestar. Y es curioso, dado que algo tan inmenso nos podría matar con una simple ola. Pero la experiencia expansiva que produce induce cambios positivos en nuestros esquemas mentales gracias a cómo nuestra mente intenta procesar el paisaje.

Así que el mar nos induce a un cambio drástico de patrones y toma de decisiones que, por ejemplo, contribuye a que seamos más generosos. Además, por si fuera poco, también nuestra percepción del tiempo varía, siendo esta mucho más lenta, incluso llegando a tener la sensación de que el tiempo se ha detenido.

El mar es un estimulante creativo

Por lo general, mientras trabajamos, hablamos o cuidamos de los niños, el cerebro humano entra en estado ocupado, por así decirlo. Sin embargo, el mar cambia dicho estado drásticamente y “relaja nuestros procesos mentales”.

Una vez estamos relajados, se activa la red neural por defecto. Y en este estado de tranquilidad total en la inmensidad del mar llegan al cerebro humano las ideas más brillantes, creativas, claras y originales.

En realidad el proceso es relativamente fácil de entender. Al entrar en modo relax, nuestras preocupaciones quedan de lado. En este momento, la zona prefontal del cerebro deja el control del mismo, por lo que la creatividad, la ensoñación y casi la magia fluyen a sus anchas. Así, nuestras opiniones se vuelven más originales, menos críticas y mucho más abiertas.

El mar es un inductor de la meditación

Son muchos los efectos positivos que el mar tiene en nuestra mente. La meditación es una técnica ancestral que ha probado sobradamente sus beneficios en el cerebro humano. El estado meditativo potencia la estimulación de las ondas cerebrales, que pueden llegar incluso a cambiar.

En este caso son las olas del mar las encargadas de inducirnos a estados de mindfulness. El sonido y su efecto logra que las ondas alfa del cerebro, que se vinculan al esfuerzo, pero también a la relajación y la tranquilidad, permitan que todo a nuestro alrededor parezca desaparecer.

Como bien hemos dicho, el mar induce al cerebro humano a la creatividad. Curiosamente, esta también se relaciona con las ondas alfa cerebrales, que producen estados de claridad mental. Por ello todo el mar tiene el poder de hacer desaparecer a todo nuestro entorno, quedando solo quedamos nosotros, como suspendidos en una burbuja donde todo nuestro ser parece cobrar sentido.

“El mar le parecía una de las cosas más maravillosas que había visto hasta entonces. Era grande y profundo, mucho más de lo que hubiera podido imaginar. Cambiaba de color, de forma, de expresión según la hora, el tiempo y el lugar”

-Haruki Murakami-

Ya sabes un poco más sobre cómo afecta el mar a nuestro cerebro. Ahora, si tienes la oportunidad, solo tienes que disfrutarlo en su estado más puro. Cuando tengas ocasión de contemplar ese océano azul, no la desaproveches, todo tu ser te lo va a agradecer, empezando por tu mente.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.