Andropausia: menopausia masculina ¿mito o realidad?
¿Existe la menopausia masculina? No son pocos los hombres de mediana edad que refieren síntomas como pérdida de apetito sexual, sobrepeso, cansancio, alteraciones del sueño o estado de ánimo bajo. Algunos autores denominan síndrome de déficit de testosterona (SDT) a la sintomatología hormonal, psicológica y sexual presentada por varones de mediana o avanzada edad. Otros profesionales lo señalan con el nombre de andropausia, reflejando la falta de consenso que todavía existe respecto a su denominación y características.
Si analizamos las quejas de diferentes pacientes a partir de la mitad de la vida, puede que hombres y mujeres no seamos tan diferentes. Hasta hace unos años, los síntomas de la conocida menopausia solo se identificaban en las mujeres; sin embargo, en la actualidad, esto ha cambiado y también se ha acuñado un término para la sintomatología masculina: andropausia.
Por supuesto, los niveles hormonales y las características físicas son muy diferentes entre sexos, pero algunos cambios corporales pueden desembocar en dolencias similares. En este sentido, la ciencia avanza cada día para arrojar algo más de luz al respecto.
“El SDT está presente hasta en un 7% de los varones por debajo de los 60 años pero esta cifra se eleva hasta el 20% cuando el hombre supera la sexta década de la vida”.
-Jorge Aranda Lozano y Rocío Sierra Labarta-
La testosterona como protagonista en la andropausia
Los niveles de testosterona en los varones comienzan a descender a partir de los 40 años, alrededor de entre un 1 y 2 por ciento cada año. Tal y como señala un artículo de European Journal of Pain, la testosterona se encuentra en ambos sexos, pero su concentración es mayor en los hombres, siendo responsable de cambios hormonales y del crecimiento de músculos, huesos y órganos sexuales.
Con ello, no es de extrañar que la reducción de los niveles de dicha hormona pueda provocar sintomatología relacionada con las funciones sexuales, como el deseo sexual, la capacidad de erección o la producción de esperma. Además del área sexual también se pueden ver afectadas otras funciones como el sueño, esto se conoce como andropausia.
“A diferencia de la repentina caída de hormonas en el climaterio femenino, la merma de testosterona en los varones transcurre lentamente y con menos síntomas”.
-Janosch Deeg-
En el caso de que exista un déficit de testosterona, también conocido como hipogonadismo, y que el diagnóstico haya sido confirmado médicamente, se puede abordar mediante tratamiento hormonal. El problema en la actualidad es que algunos hombres abusan de tratamientos hormonales sin ningún tipo de control o sin que se haya identificado su necesidad.
Las propias entidades médicas de Estados Unidos han tendido que advertir que estos tratamientos son indicados únicamente para personas que tienen alguna enfermedad o lesión que afecte a sus niveles permanentes de testosterona, pero no para aquellos varones que están experimentado un proceso de envejecimiento normativo. Los parches, pastillas o inyecciones de testosterona no deben utilizarse sin control: este tipo de prácticas pueden implicar importantes riesgos para la salud.
Síndrome de déficit de testosterona
Recientes investigaciones, divulgadas en castellano por la revista Mente y Cerebro, confirman la existencia de este cuadro diagnóstico. Frank Sommer, urólogo de la Clínica Universitaria de Hamburgo-Eppendorf y el primer catedrático en salud masculina del mundo, critica la falta de acuerdo a nivel médico para denominar este tipo de síntomas en hombres.
Como ya hemos comentado, algunos profesionales lo señalan con nombre de andropausia, mientras que otros profesionales utilizan etiquetas diagnósticas diferentes como síndrome de déficit de testosterona (SDT) , pero la sintomatología presentada por los pacientes coincide independientemente de su denominación.
Según este urólogo, los varones que acuden a su consulta no presentan el típico cuadro de menopausia femenina, pero sí describen síntomas muy similares, los cuales suelen salir a la luz debido a los cambios hormonales que acontecen con el paso de los años.
Sommer propone dividir los síntomas del síndrome de déficit de testosterona (SDT) en tres categorías: factores psíquicos, físicos y sexuales. Si un paciente presenta síntomas en las tres áreas junto con niveles bajos de testosterona, entonces se diagnostica SDT.
Con este criterio pretenden que el diagnóstico no se fundamente solo en valores hormonales y se da importancia al resto de sintomatología concomitante, como, por ejemplo, los síntomas psicológicos. Esta categorización también puede evitar diagnósticos erróneos y el abuso de tratamientos hormonales en pacientes que pueden beneficiarse de otros enfoques terapeúticos.
¿Tratamiento hormonal o psicoterapia?
Los tratamientos hormonales usados para tratar el SDT, al igual que ocurre con otras patologías, se encuentran rodeados de bastante controversia. Por un lado, los resultados de las investigaciones arrojan resultados positivos en cuanto a la mejora de los pacientes.
Muchos varones con SDT son sometidos a terapias hormonales y sus síntomas remiten. La crítica que realizan los médicos es la escasez de conocimientos a largo plazo respecto a los posibles efectos secundarios, como enfermedades del sistema circulatorio (ictus o infartos).
Los tratamientos hormonales no deben ser la norma a seguir en el abordaje de la andropausia, y así lo defienden médicos especialistas. La sintomatología presentada por algunos hombres no se produce a causa de unos niveles bajos de testosterona, sino que proviene de crisis psicológicas derivadas de los cambios vitales que deben afrontarse en una nueva etapa de vida. En estos casos, lo aconsejable es el tratamiento psicoterapéutico, no un tratamiento hormonal.
Un estilo de vida estresante, problemas en las relaciones, cambios corporales o crisis vitales pueden derivar en un malestar tanto físico como psicológico. Muchos profesionales coinciden en que los síntomas que presentan algunos hombres son abordables mediante terapia psicológica, ya que supone una importante ayuda para manejar los cambios emocionales que se producen con el paso de los años. Así mismo, mejorar pautas de la vida diaria, como la alimentación o la rutina de ejercicio, pueden hacer desaparecer muchos de los síntomas.
Los cambios que se acontecen con el paso de los años a veces pueden ser difíciles de aceptar. Ciertos conflictos personales y relacionales hacen cuesta arriba continuar con la vitalidad que se tenía en otros tiempos.
Los cambios físicos y los problemas de salud también pueden influir mucho en nuestro estado de ánimo. En este sentido, el abordaje psicológico puede ser la brújula que nos señale el camino para disfrutar del presente y del futuro, además de ayudarnos a elaborar la historia de nuestro pasado. Un asesoramiento psicológico puede ser muy útil para aprender a gestionar una nueva etapa de vida.
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- Janosch, D. (2018). ¿Existe la andropausia? Mente y Cerebro. Nº 91, 58-63.