Apraxia: causas, tipos y síntomas

Algunos pacientes con daño cerebral pierden la capacidad o muestran dificultades para realizar tareas que antes hacían adecuadamente. Síntoma que en ocasiones pasa desapercibido por atribuirse al envejecimiento o a una patología ya diagnosticada. Te contamos qué son las apraxias y sus principales tipos.
Apraxia: causas, tipos y síntomas
María Vélez

Escrito y verificado por la psicóloga María Vélez.

Última actualización: 13 noviembre, 2019

El término apraxia proviene del griego y su etimología indica: a– (sin), prassein (hacer, llevar a cabo), –sis (acción), –ia (cualidad). Así, la apraxia es la condición por la que una persona pierde la capacidad para llevar a cabo un acto motor.

Generalmente, esas acciones que ya no son capaces de ejecutar, fueron previamente aprendidas y la pérdida de la capacidad no viene dada por otra alteración como acinesia, paresia, trastornos del movimiento, pérdida de sensibilidad, etc.

Las apraxias se deben a una lesión cerebral focal o difusa de áreas relacionadas con la ejecución de tareas, como la corteza motora o áreas de asociación.

Las causas más comunes son los tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas, demencias, traumatismos craneoencefálicos o accidentes cardiovasculares.

Persona con las manos en la cabeza por demencias

Exploración y tratamiento

Así, en primer lugar, es necesaria una exploración neurológica y cognitiva, para conocer su situación. Un buen diagnóstico, en este sentido, será el principio de una buena intervención.

Los gestos que se evalúan puede implicar el uso de un objeto (transitivos), como utilizar unas tijeras, o gestos que se realizan sin ninguna herramienta (intransitivos), como puede ser decir adiós con la mano. De esta manera, las exploraciones se realizan pidiendo al paciente que realice una serie de acciones transitivas e intransitivas, bien de forma real o mediante una representación (Por ejemplo, “haga como si estuviera utilizando un peine”).

El tratamiento de las apraxias suele basarse en terapia ocupacional, física o del lenguaje, dependiendo del tipo. Igualmente, se trata al mismo tiempo el trastorno que la ha causado.

Tipos

Las praxias se fundamentan en dos componentes: el conceptual y el de producción. Es decir, por un lado el conocimiento que se tiene sobre las herramientas, objetos y sus usos. Y, por otro, el conocimiento sobre la información espacial y temporal necesaria para realizar la acción.

Así, un paciente con apraxia muestra errores en esos dos sistemas: a la hora de producir el gesto (error de procedimiento) o a la hora de plantear la ejecución (error de contenido).

Los errores de procedimiento se han clasificado en errores temporales y espaciales. Los errores temporales hacen referencia a la dificultad para asociar una acción a un objeto. Los espaciales pueden ser errores de postura, de movimiento o de orientación.

  • Posturales: dificultad para realizar un gesto transitivo en el que una parte de su cuerpo está implicada. Por ejemplo, a la hora de representar la utilización del cepillo de dientes con su dedo.
  • Movimiento: pueden realizar la acción, pero con algún fallo en el movimiento. Por ejemplo, al usar un pomo de una puerta giran el hombro en lugar de la muñeca.
  • Orientación: muestra dificultad a la hora de orientar el objeto que deben utilizar. Por ejemplo, desviarse hacia el lado cuando se les encarga la tarea de cortar un papel por la mitad.

Por su parte, los errores de contenido son en los que el paciente presenta fallos a la hora de relacionar un objeto con su función. Estos se han clasificado en fallos en el conocimiento asociativo y en el mecánico:

  • Asociativos: desconoce el uso correcto de una determinada herramienta. Por ejemplo, usar un destornillador como si fuera un martillo.
  • Mecánico: tiene dificultades para comprender la ventaja a la hora de usar una herramienta. Por ejemplo, no tener en cuenta las características de la herramienta a la hora de escoger la más efectiva.

En base a estos errores, se han categorizado distintos tipos de apraxias. A continuación se describen las más comunes: apraxia ideomotora, de disociación, ideatoria y conceptual.

Apraxia ideomotora

Es el tipo más común de apraxia. En este tipo el paciente tiene alterada la capacidad de ejecutar gestos, generalmente transitivos. Es decir, se evidencian errores de producción, fallando a la hora de colocar, orientar y mover adecuadamente un miembro en el espacio. También pueden observarse errores temporales y espaciales.

Este tipo de apraxia suele venir dada por una lesión en el hemisferio izquierdo a nivel parietal o frontal, dando lugar a la desconexión entre la recepción de órdenes verbales y las áreas promotoras.

Apraxia de disociación

En este tipo se alteran los movimientos a la hora de realizar la orden, pero la imitación o el uso real de los objetos se mantiene. O bien, pueden realizar la acción tras un estímulo, por ejemplo verbal, pero no puede bajo una orden de otro tipo, como una señalización visual.

Esto sugiere que la representación mental del movimiento (llamado praxicon) se mantiene intacta, pero la alteración se encuentra a la hora de acceder a la misma. Aunque no se conoce con certeza qué área del cerebro puede estar afectada, parece que está relacionada con áreas parietales.

Apraxia ideatoria

En este tipo de apraxia se produce una alteración en la secuencia lógica y armónica de los gestos parciales que constituyen una acción. Es decir, se pueden suprimir o realizar inadecuadamente pasos necesarios para realizar una acción. Por ejemplo, en una orden de encender una vela con una cerilla, puede realizar todos adecuadamente pero frotar la cerilla con la vela, en lugar de con el fósforo.

Este tipo de apraxia es más común en determinados trastornos, como demencias o síndromes confusionales, ya que no se le asocia a una lesión cerebral localizada. No obstante, ha sido observada también en lesiones izquierdas parieto-temporales, aprieto-occipitales, frontales y fronto-temporales.

Hombre con LATE

Apraxia conceptual

En esta afectación, común en la enfermedad de Alzheimer, se produce la incapacidad para reconocer la acción de un objeto o para solucionar problemas usando herramientas. Es decir, se dan errores de contenido y errores asociativos. Un ejemplo es utilizar un tenedor como si fuera un peine, o no asociar el tornillo al destornillador.

Generalmente está asociada a lesiones en áreas posteriores del hemisferio izquierdo, especialmente parietales y temporoparietales.

Otras

Existen otras apraxias que responden a alteraciones en zonas localizadas, como la apraxia bucofacial o melocinética. Finalmente nos quedan por señalar aquellas que hacen referencia a actividades concretas como la apraxia constructiva, en la que la persona es incapaz de realizar tareas de ensamblaje.


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