Colaboración intermitente: una resolución práctica de los problemas
La Universidad de Harvard propone un nuevo enfoque a las técnicas de solución de problemas. De este modo, se destaca la importancia de lo que se conoce como colaboración intermitente a la hora de resolver conflictos complejos.
En este sentido, según la prestigiosa casa de altos estudios, la tecnología nos ha facilitado la posibilidad de una conexión constante a un coste muy reducido que no siempre nos beneficia. En cambio, sostiene que la colaboración intermitente podría ser la mejor manera de resolver diferentes tipos de problemas complejos.
“El profesor asociado de HBS, Ethan Bernstein, ve una serie de implicaciones en el lugar de trabajo para diferentes modelos de colaboración, incluidas las ventajas de alternar esfuerzos independientes con el trabajo en grupo durante un período de tiempo”.
-The Harvard Gazette-
Una investigación con resultados contundentes
La investigación realizada por el profesor asociado de Harvard Business School (HBS) Ethan Bernstein y sus colegas, Cómo las interrupciones intermitentes en la interacción mejoran la inteligencia colectiva, publicada en Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) el 13 de agosto, asegura que estar siempre encendidos puede restarnos efectividad. En tanto que la intermitencia sería la mejor forma de resolver problemas, incluso complejos.
El estudio se llevó a cabo tras analizar la resolución de problemas complejos a los que se enfrentaron una serie de grupos de tres personas. De esta manera, uno de los grupos nunca interactuó entre sí, logrando resolver el problema en completo aislamiento. Por otra parte, los miembros de otro grupo interactuaron constantemente, en tanto que un tercer grupo solamente lo hizo de manera intermitente.
Debido a investigaciones efectuadas a priori, los científicos esperaban que fueran más creativos aquellos que resolvieron los problemas en forma aislada , pero que en forma de grupo no alcanzarían los mismos resultados. Además, anticiparon que aquellos que se relacionaban de modo constante tendrían una calidad de solución media superior, pero no lograrían encontrar las mejores soluciones con la misma frecuencia.
Sin embargo, durante el proceso descubrieron que los grupos que interactuaban de manera intermitente alcanzaban una calidad de solución similar a aquellos grupos que lo hacían de manera constante, pero con el beneficio de la parte individual en cuanto a encontrar las mejores soluciones.
Lo más sorprendente de todo es que cuando las interacciones fueron de colaboración intermitente, quienes tenían mayor rendimiento mejoraron aprendiendo de los de bajo rendimiento. En tanto, cuando los de alto y bajo rendimiento interactuaban constantemente, los de bajo rendimiento copiaban las soluciones de alto rendimiento y eran ignorados por los de alto rendimiento.
Así, cuando las interacciones eran intermitentes, las ideas propuestas por los de bajo rendimiento ayudaron a los de alto rendimiento a encontrar soluciones mejoradas.
La colaboración intermitente beneficia la productividad
“Bernstein y sus coautores ven una serie de implicaciones en el lugar de trabajo para estos hallazgos, incluidas las ventajas de alternar esfuerzos independientes con el trabajo en grupo durante un período de tiempo”.
-Ethan Bernstein-
Desde Harvard se afirma que es así como tradicionalmente se ha llevado a cabo el trabajo en las diferentes organizaciones. Precisamente, las personas trabajan solas, para después reunirse y más tarde volver a trabajar solos. Sin embargo, señala que el avance de la tecnología ha cambiado dichos ciclos.
Sin embargo, Harvard resalta que los investigadores observaron ciertas similitudes en el modo de trabajar de las organizaciones en la actualidad. Justamente, los trabajos en equipo tienen intermitencias que permite al individuo trabajar aislado, de manera que se consiguen mejores resultados.
“A medida que reemplazamos ese tipo de ciclos intermitentes con tecnologías siempre activas, podríamos estar disminuyendo nuestra capacidad para resolver problemas bien”.
-Ethan Bernstein-
La intermitencia de la interacción es la que arroja resultados realmente positivos. Asimismo, afirma que a menudo las compañías cuentan con espacios grupales e individuales, en donde la interacción puede pausarse durante un lapso de tiempo determinado.
En definitiva, el proyecto de Harvard ha llegado a la conclusión de que los diseños que permiten un contacto intermitente, en vez de uno constante, son más importantes para la productividad y el rendimiento de lo que se pensaba.
Además, se agrega la noción de que la tecnología y el uso de las herramientas de colaboración digital no deberían perturbar el aislamiento intermitente. De este modo, los trabajadores lograrían resolver problemas complejos en menos tiempo.
“Las organizaciones conocidas por su excelencia en ideas de creatividad e intercambio de ideas, como IDEO, a menudo usan un proceso que tiene intermitencia incorporada”.
-Ethan Bernstein-