Cómo salir de una relación de pareja tóxica
Una relación de pareja tóxica puede durar años. Esas dinámicas afectivas desgastantes quedan impresas en la comunicación, en el trato y en un amor que va erosionando autoconceptos e identidades. Salir de estos círculos tan dañinos no resulta nada sencillo, en primer lugar porque no siempre somos conscientes de ello, y en segundo, porque no sabemos cómo dar fin a este tipo de vínculos.
¿Por qué sucede? ¿Por qué razón iniciamos (y mantenemos) este tipo relaciones altamente peligrosas? La verdad es que cuando hablamos de amor nadie dispone del manual perfecto que ofrezca respuesta a todas las preguntas. Enamorarnos supone dejarnos llevar por una serie de emociones intensas, ahí donde es muy difícil en ocasiones mantener el equilibrio y la perspectiva de lo que está ocurriendo. Hay muchas maneras de amar y a veces, acabamos dando forma a la más dañina, a la que más secuelas suele dejar.
Es mejor prevenir que curar y tomar consciencia antes del flechazo. Conocer las tretas que lleva a cabo una persona tóxica nos evitará caer en relaciones peligrosas.
-Walter Riso-
Asimismo, resulta también indicativo que una misma persona puede vivir más de una relación tóxica a lo largo de su vida. ¿Quiere decir esto que tal vez algunas personas tengamos el perfil de “víctima”, de persona que puede ser fácilmente manipulada?
La verdad es que no podemos asegurar tal ideal. En absoluto. Tampoco hemos de ver a la persona tóxica centrada exclusivamente en el “papel masculino” y a la víctima, en el “papel femenino”. El manipulador, la persona que coacciona, sanciona y que maltrata, puede caer perfectamente del lado de los dos géneros.
Vale la pena tenerlo en cuenta, a pesar de que, sin duda, son más conocidos los casos de mujeres quienes acaban siendo el foco de la mayoría de abusos. Conviene entonces conocer qué medidas podemos seguir para salir de una relación de pareja tóxica. Por nuestro bien, por nuestra salud emocional.
¿Por qué no nos damos cuenta que estamos viviendo una relación de pareja tóxica?
Puede que en tu círculo personal conozcas a alguna persona que está viviendo una relación de pareja tóxica. Tú lo sabes, pero ella no es consciente. No lo ve. Y a pesar de que intentamos mostrarle que lo que está viviendo no es normal, la persona en cuestión se niega a admitirlo. ¿Por qué ocurre? Básicamente por estas dimensiones:
- Pensamos que nuestra pareja puede cambiar, que lo que está ocurriendo es algo temporal. Puesto que nos ama, tarde o temprano su conducta acabará mejorando. Es decir, creamos una visión “idealizada” de la pareja que no se relaciona con la realidad.
- La persona manipulada, en ocasiones, presenta una autoestima muy baja. Puede que antes de iniciar esa relación fuera alguien fuerte y seguro de sí mismo. Pero con el tiempo, todo ese tejido psicológico acaba boicoteado hasta conformar una dependencia absoluta.
- A menudo caemos en los chantajes. No podemos olvidar que una relación de pareja tóxica se sustenta a través de una serie de patrones emocionales muy concretos por parte de uno de los miembros: la manipulación, el victimismo, el control y esos chantajes emocionales con los que coaccionar a la víctima.
- El miedo a la soledad, al abandono o al rechazo. A pesar de estar viviendo una relación de pareja tóxica, pensamos que siempre será mejor “eso” a estar solos. Suele ocurrir con frecuencia, aunque parezca sorprendente.
- Miedo a las consecuencias por dejar a esa persona: puede existir un claro temor a cómo va a reaccionar la persona en sí. Tal vez exista un componente violento a tener en cuenta.
Estrategias para salir de una relación de pareja tóxica
Toma de conciencia: acabar con el autoengaño
Lo decíamos al inicio. No resulta nada sencillo percibir el ciclo del abuso, el lazo que atosiga, los celos que nos persiguen, el vocabulario que controla y que denigra. No resulta fácil porque nos ponemos una venda en los ojos y otra en el corazón, esa que nos coloca el propio amor hacia la persona tóxica.
- Darnos cuenta de ello implica asumir algo muy concreto: aún existiendo amor, hay ciertos casos en que es mejor la distancia. Asimismo, esto es algo que siempre ve en primer lugar nuestro entorno, nuestra familia y amigos. Es probable que en algún momento hayan intentado abrirnos los ojos, pero nosotros, reacios a ver más allá, preferíamos quedarnos más aquí, pegados a la persona tóxica.
- Terminar con el autoengaño es ser capaces de ver en qué situación estamos. Es mirar hacia dentro para percibir el relieve del abuso, el dolor encerrado, la autoestima ausente… En esencia, la infelicidad.
Un mantra para poder poner distancia emocional
Un mantra es una expresión, una palabra que repetida muchas veces adquiere un significado en nuestra mente. Así, y desde una perspectiva terapéutica, este tipo de estrategias mentales nos ayudan también a tomar conciencia emocional de ciertos aspectos que pueden ser dañinos para nosotros.
Por ejemplo, un mantra que deberíamos integrar en estos casos es el siguiente: “lo que dice y hace me hace daño. Esto no es amor. Su conducta no va a cambiar”. Esta estrategia sencilla nos ayudará a poner distancia cuando demos ese primer paso y aparezcan los intentos por retomar la relación. Son muchas las personas que reinician una y otra vez sus relaciones con este tipo de perfil. De ahí que sea necesario no solo el “contacto cero” sino servirnos de esta herramienta para mantener la distancia.
Decir no al miedo, merecemos algo mejor
Hay que hacerlo: decir no al miedo, porque esa será la principal barrera que habremos de saltar. Si no nos vemos con fuerzas, jamás debemos dudar en solicitar ayuda. A un amigo, a una compañera, a ese familiar que siempre nos apoya o cualquier profesional de la salud o servicios sociales. No tenemos por qué hacerlo en soledad. Nadie merece una vida habitada por el desgaste psicológico, por la presión y el miedo.
Queda claro que cada pareja es un universo propio y particular, pero en ocasiones, la soledad es mucho mejor que este tipo de vinculos dañinos establecidos por una relación de pareja tóxica.
Invierte todas las energías en ti mismo. Has pasado un tiempo excesivo sido como un pequeño satélite orbitando alrededor de un planeta que no te ha aportado nada. Es hora de moverte, de encontrar tu propio horizonte y recuperar nuevas ilusiones, esas que son propias y que todos merecemos.
Salir de una relación tóxica es posible, requiere valentía y una buena autoestima. Pero todos somos capaces de conseguirlo, está al alcance de tu mano y es la oportunidad de girar el pomo hacia esa puerta que te abrirá una nueva felicidad.
Imagen: Viaska, John Cotmann