Conocer a alguien nuevo tras una ruptura: emociones negativas que no esperabas sentir
Todos sabemos que el duelo es duro y que una ruptura de pareja nos enfrenta a emociones negativas y desagradables. Por ello, esperamos ese momento de aceptación en el que hemos logrado sanar y estamos listos para conocer a alguien nuevo.
Creemos que esta decisión nos traerá ilusión, felicidad y satisfacción de nuevo; por ello, podemos no estar preparados para otra serie de sentimientos que trae aparejados este periodo de transición.
Iniciar una relación es emocionante, pero también un desafío, especialmente si estuviste en un vínculo afectivo tiempo. Volver a empezar de cero puede no ser tan sencillo como esperabas. Esto no significa que debas tener miedo o darte por vencido antes incluso de intentarlo. Todo lo contrario: saber que puedes experimentar emociones difíciles te ayudará a atravesar estas experiencias con más calma.
Conocer a alguien nuevo puede despertar emociones negativas
Pongámonos en contexto: terminaste una relación y atravesaste tu duelo. Durante un tiempo, pudiste reflexionar, sanar e integrar lo ocurrido y ya sientes que es momento de avanzar. Tienes muchas ganas de volver a estar en pareja, de volver a amar y ser amado, de compartir de nuevo tu vida con alguien.
Por ello, accedes a que tus amigos te presenten nuevas personas, aceptas la cita con ese compañero o compañera del gimnasio o te decides a utilizar aplicaciones de contactos por internet. Sea como sea, esperas con ilusión volver a conectar con alguien.
Ahora bien, aunque no tiene por qué pasar, es probable que muchas de las siguientes emociones aparezcan en el proceso:
Inseguridad e incertidumbre
Cuando estamos en una relación, generalmente sabemos que a la otra persona le gustamos, que nos quiere y desea estar con nosotros; y esto nos proporciona una agradable tranquilidad. En cambio, al conocer a alguien nuevo no tenemos esta certeza, no sabemos cómo es el otro, qué le gusta o qué espera de nosotros.
Es posible que sintamos que tenemos que fingir o mostrar nuestra mejor cara todo el tiempo a fin de ganarnos su favor. Incluso podemos sentir la inseguridad de llegar a ser rechazados o ser víctimas de ghosting, una práctica cada vez más habitual.
Lidiar con la incertidumbre puede ser emocionante para algunas personas, pero complicado e incómodo para otras. Si formas parte de la segunda categoría, sé paciente y procura soltar tu necesidad de control, déjate sorprender.
Insatisfacción y frustración
El optimismo excesivo y las expectativas poco ajustadas también pueden jugarte una mala pasada. Y es que, si esperas conocer a la persona ideal el primer día, conectar al instante y que todo sea fluido y perfecto, es probable que esto no suceda.
Es natural que albergues este deseo, pero es importante ser consciente de que quizá no suceda a la primera. Tal vez puedas conocer a personas que, si bien no termines empezando una relación contigo, puedan aportarte experiencias y enriquecerte. Tener la mente abierta y ser flexible te ayudará a reducir la insatisfacción y la frustración de que esos encuentros no se ajusten a tu ideal.
Tristeza
Esta es quizá la emoción negativa que menos esperamos experimentar cuando conocemos a alguien nuevo con un interés romántico. Y, aunque las comparaciones son odiosas, es muy común que tendamos a comparar a las nuevas personas con nuestra expareja, especialmente si no hemos sanado del todo.
Podemos recordar la complicidad que ya poseíamos con el otro, lo cómodos que nos hacía sentir o las bromas internas compartidas que en este nuevo vínculo aún no existen. Al comparar, podemos extrañar lo que teníamos y sentir de forma más fuerte la pérdida y la ausencia.
Por esto, es importante recordar que ese grado de intimidad se construye, y hemos de darnos tiempo. Cuando te sientas de este modo, ten presente que tal vez no extrañas a tu expareja, sino cómo te sentías con ella, y que esto es posible lograrlo con nuevas personas si ambos aceptan la aventura de construir juntos.
Miedo
Por último, es posible que al conocer a alguien nuevo tras una ruptura surjan miedos inesperados. Miedo a no volver a conectar con nadie a nivel profundo, a no volver a enamorarse. Pero también temor a que la relación no salga bien, a volver a sufrir, a ser engañados o abandonados de nuevo.
Una mala experiencia romántica puede dejarnos un poso de dolor que sea un obstáculo para involucrarnos emocionalmente de nuevo. Por lo mismo, si sientes que es tu caso, es posible que necesites abordar primero las heridas pasadas para poder volver a confiar.
Conocer a alguien nuevo requiere flexibilidad y paciencia
En suma, el mejor modo de evitar estas emociones desagradables al conocer a alguien nuevo es ser flexibles y tomarnos el proceso con calma. No quieras apresurarte o forzar las situaciones por el simple hecho de volver a estar en pareja.
Permítete conocer a las personas y darte a conocer, disfruta el camino y las experiencias sin expectativas y, sobre todo, comprende que estas sensaciones son naturales. Date tiempo para volver a amar.
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