4 consejos para mantener un buen ambiente familiar durante las vacaciones
Con la llegada del verano, el tiempo que pasamos en familia aumenta. Los niños no asisten al colegio, el horario laboral de muchos adultos se reduce y algunas familias se desplazan para pasar las vacaciones fuera. Sin embargo, la ilusionante posibilidad de compartir tiempo juntos con frecuencia termina convirtiéndose en una sucesión de conflictos y estrés. Para evitar que esto suceda, te compartimos una serie de consejos que te ayudarán a mantener un buen ambiente familiar durante las vacaciones.
Ya sea que te quedes en casa o viajes, que permanezcas con tu familia nuclear o visites a la familia extensa, las dinámicas durante el verano cambian y es importante que estemos listos para adaptarnos. Paciencia, comprensión y organización pueden ser las claves más importantes para disfrutar estos meses estivales con nuestros seres queridos. Te contamos por qué.
1. Establecer nuevas dinámicas
Como hemos comentado, durante el verano los horarios y la disponibilidad de tiempo de cada miembro de la familia cambian. Por lo mismo, es posible que sea necesario realizar algunos ajustes respecto a la organización del hogar; algo que resulta fundamental si vamos a compartir espacio con la familia extensa o política. Es importante delimitar qué tareas corresponden a cada persona, a fin de que cada uno tenga claras sus responsabilidades y labores, evitando así malentendidos.
Puede que algunas familias opten por mantener el reparto de tareas que venían siguiendo durante el curso escolar, pero otras pueden decidir aumentar la implicación de los niños o realizar algunos cambios a la vista de los nuevos horarios laborales de la pareja. En cualquier caso, es bueno dejar claros este tipo de cambios desde el principio.
2. Reservar tiempo a solas
Durante las vacaciones podemos pasar más momentos juntos y realizar múltiples actividades en familia, pero esto no significa que debamos interactuar las 24 horas al día. Los espacios propios son fundamentales, especialmente para las personas más introvertidas. De otra forma, pueden llegar a sentirse saturadas y trasmitir su estrés al resto.
Por lo mismo, es interesante reservar un tiempo cada día para las actividades individuales. Ya sea jugar, leer, ver una película o salir a pasear, estos pasatiempos en solitario nos ayudan a relajarnos, refrescar la mente y recargar energía. Y lo mismo sucede con el tiempo compartido con otras personas del círculo social de cada uno. Planear pequeñas salidas con familiares o amigos propios, sin incluir al resto de la familia, puede ser beneficioso en ciertos momentos.
3. Ser comprensivos y mantener una buena actitud
Aunque pueda parecer irrelevante, la actitud con la que afrontemos las vacaciones en familia condicionará su desarrollo. Generalmente no somos conscientes de ello, pero en cada momento tenemos la capacidad de escoger nuestras reacciones y emociones. Ante un evento determinado, podemos decidir cómo interpretarlo, pudiendo dar paso a distintos estados emocionales.
Así, si un niño derrama un bote de crema encima de las sábanas, si nuestra pareja tarda demasiado en estar lista para salir de casa o si otro familiar realiza un comentario desafortunado, es importante que nos detengamos y respiremos por un momento antes de reaccionar. Escoge la comprensión y la paciencia, sé flexible y relativiza y comprobarás como muchos de los conflictos y discusiones son evitables si adoptamos una actitud positiva.
4. Dialogar y negociar
Por último, para mantener un buen ambiente familiar durante las vacaciones, resulta fundamental que la comunicación sea fluida y respetuosa. Al pasar una cantidad importante de tiempo con otras personas es normal que cada una de ellas tenga deseos y expectativas diferentes respecto a en qué emplear el día. Puede que algunos prefieran ir a la playa, otros viajar a conocer un pueblo cercano y otros permanecer en casa a salvo de calor.
En estos momentos, saber negociar y ceder es básico para que todos los miembros de la familia se sientan escuchados y tenidos en cuenta, y esto debe incluir a los más pequeños. Argumentar, llegar a acuerdos o establecer turnos son algunas sencillas acciones que pueden contribuir a mantener un clima de armonía y diversión.
Mantener un buen ambiente familiar durante las vacaciones es positivo para todos
Si durante años anteriores has tenido experiencias negativas con las vacaciones en familia o si sientes que el resto de los miembros no colaboran, es posible que no sientas ganas de hacer esfuerzos para mantener un buen ambiente. Sin embargo, cada pequeño gesto puede marcar la diferencia.
Si recibimos paciencia, respeto y comprensión, la mayoría de nosotros solemos responder del mismo modo; por ello, atrévete a dar el primer paso. La recompensa será una experiencia mucho más agradable y el producto unos gratos recuerdos familiares que permanecerán durante años.
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